La policía surcoreana admite un fallo de previsión tras la avalancha de Seúl que costó la vida al menos a 154 personas
Tan solo 137 agentes controlaban a las 130.000 personas congregadas el pasado sábado en el barrio de Itaewon durante la celebración de Halloween
Corea del Sur sigue sumida en el dolor y la conmoción tras la avalancha humana del pasado sábado en un popular barrio de fiesta de Seúl, una tragedia que ya se ha cobrado la vida de al menos 154 personas. La salida del metro más cercana al callejón en el que se produjo el accidente se ha convertido en un altar improvisado, mientras que el Gobierno de la capital ha dispuesto un monumento conmemorativo en la plaza de Seúl, que estará abierto hasta el 5 de noviembre, día que finalizará el periodo de luto nacional. A la espera de una disculpa que aún no ha llegado, la sociedad surcoreana exige respuestas. El suceso es el más mortífero en el país desde el naufragio en 2014 del ferri Sewol, en el que hubo 304 víctimas, y tras el que salieron a la luz grandes faltas en las medidas de seguridad. La policía ha admitido este lunes un fallo de previsión en las celebraciones de Halloween. Y ha iniciado una investigación para esclarecer lo ocurrido.
“Estaba previsto que se reuniera en Itaewon un gran número de personas, pero no esperábamos que hubiese víctimas”, ha asegurado en rueda de prensa el jefe de la Oficina de Gestión de Orden Público de la policía surcoreana, Hong Ki-hyun, según recoge la agencia de noticias Yonhap. Hong apuntó que la cifra de personas congregadas era similar a la de otros años, o un poco más elevada, y afirmó que los agentes desplegados “no detectaron un aumento repentino de la multitud”.
El funcionario de seguridad también señaló que la noche del incidente había 137 policías, en comparación con los entre 37 y 90 de los años previos a la pandemia. No obstante, el año pasado, con el objetivo de que se respetasen las medidas covid, la cifra ascendió a 4.000. Además, la labor de los agentes de este año estaba principalmente destinada a gestionar el tráfico rodado y evitar la circulación de estupefacientes.
El diario The JoongAng concluye, en un editorial publicado este lunes, que la falta de un organizador del evento pudo contribuir a que se produjese la avalancha. Sin embargo, argumentan que “el desastre podría haberse evitado si la policía y los bomberos se hubieran preparado ante posibles escenarios”. Testigos aseguran que las fuerzas de seguridad no dirigían a la multitud de manera apropiada a medida que iba saliendo de la estación, lo que propició que la gente se amontonase. Según recoge The Korea Herald, se estima que 130.000 personas se desplazaron el sábado a Itaewon, 30.000 más que hace tres años.
El sábado por la noche, una multitud se congregó de manera descontrolada en un estrecho callejón en este popular barrio de ocio nocturno de Seúl, donde había organizadas varias fiestas de Halloween. Aunque aún se desconoce qué originó el incidente, los allí presentes aseguran que desde horas antes ya era imposible desplazarse por esta calle de cuatro metros de ancho que, además, se encuentra en pendiente. Aun así, la gente continuó apelotonándose y empujando. Algunos supervivientes afirman que en lo alto de la cuesta algunas personas empezaron a caerse, lo que provocó un desmoronamiento en cadena. Cientos de personas quedaron atrapadas, algunas durante más de una hora.
Desde la Oficina Central de Desastres y Seguridad del Ministerio del Interior subrayan que el número de fallecidos (154) podría aumentar en las próximas horas, puesto que 33 de los 149 heridos se encuentran en estado grave. 26 de las víctimas son extranjeros procedentes de 14 países, ninguno de ellos español. De los 11 adolescentes que han muerto, uno de ellos era estudiante secundaria y cinco de bachillerato, todos de Seúl, según ha indicado el Ministerio de Educación. La gran mayoría de las víctimas son mujeres en la veintena y treintena.
Análisis de las cámaras de seguridad
Las fuerzas de seguridad han anunciado que un equipo de 475 agentes, en colaboración con el Servicio Forense Nacional, ha iniciado una investigación. Está previsto que se analicen las calles y tiendas cercanas al callejón aledaño al hotel Hamilton, donde tuvieron lugar la mayoría de las muertes, con el objetivo de esclarecer cómo la multitud se concentró allí. Además, se están analizando las imágenes grabadas antes del accidente por las cámaras de seguridad, así como los vídeos que circulan por redes sociales.
El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, y la primera dama, Kim Keon-hee, visitaron en la mañana del lunes el altar ubicado en la plaza del Ayuntamiento de la capital para rendir homenaje a las víctimas. Al monumento también acudieron el alcalde de Seúl, Oh Se-hoon, el primer ministro, Han Duck-soo, y otros altos cargos. Los medios locales informan de que miles de personas se han desplazado tanto a este lugar conmemorativo como a los otros altares improvisados que han surgido por la ciudad. Desde el domingo, cientos de ciudadanos han depositado crisantemos blancos, caramelos, velas y cartas en la salida 1 de la estación de metro de Itaewon, la más cercana al epicentro de la desgracia.
“Nosotros, los comerciantes de Itaewon, estamos devastados y nos sentimos responsables de la tragedia”, aseguró Oh, dueño de una panadería, a la agencia de noticias Yonhap. Al igual que otros muchos propietarios de negocios del barrio, Oh ha decidido cerrar durante esta semana de luto y centrarse en regalar bollos y café a los agentes de policía y el personal que investiga los hechos.
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