El bloque de la derecha en Suecia alcanza un acuerdo de gobierno con el apoyo de la ultraderecha

El líder del Partido Moderado de Suecia, Ulf Kristersson, ha anunciado este viernes un acuerdo con las formaciones Demócratas Cristianos y Liberales para formar un Gobierno de coalición minoritario, después de que el bloque de derechas obtuviera la mayoría en las elecciones del pasado 11 de septiembre. El partido de ultraderecha Demócratas de Suecia (DS), populista, antinmigración y abiertamente contraria a la presencia de musulmanes en Europa, no formará parte del Ejecutivo pese a ser la segunda fuerza parlamentaria (73 escaños de 349), pero lo apoyará y ha participado en el pacto. “Me hubiera gustado ver un Gobierno mayoritario en el que estuviéramos incluidos”, admitió en la presentación del acuerdo el líder de DS, Jimmie Akesson, “pero es extremadamente importante haber llegado a acuerdos sustanciales”. El pacto consta de 62 páginas y ha sido bautizado como Acuerdo de Tidö, en honor al nombre del castillo donde se han llevado a cabo las negociaciones entre las cuatro formaciones. Las conversaciones se han centrado en siete áreas: inmigración, educación, sanidad, energía, clima, economía y derechos y libertades, según el diario sueco Aftonbladet.

Con el respaldo de DS a la formación de gobierno, Kristersson tendrá previsiblemente el apoyo del Riksdag (Parlamento sueco) para liderar el Ejecutivo. El bloque de derecha obtuvo el pasado 11 de septiembre 176 escaños, frente a los 173 de los partidos de izquierda (socialdemócratas, excomunistas, ecologistas y centristas). Kristersson tenía previsto informar este mismo viernes al presidente del Parlamento, Andreas Norlén, de que los partidos involucrados en la negociación están “listos para votar el lunes y formar un nuevo Gobierno”. Los nombres de los futuros ministros se anunciarán después de la votación.

“Será un Gobierno tripartito con Moderados, Democristianos y Liberales. Ese Gobierno cooperará estrechamente con los Demócratas de Suecia”, afirmó el futuro jefe del Gobierno. Se trata de la primera vez que los ultras de Akesson tendrán influencia directa en las decisiones de un Ejecutivo en Suecia.

“Para nosotros ha sido absolutamente decisivo que un cambio de poder se traduzca en un cambio de paradigma en lo que respecta a la política migratoria”, destacó Akesson. Su formación ha conseguido meter en el programa del nuevo Gobierno tripartito la “drástica” reducción de las cuotas de refugiados y solicitantes de asilo (de 6.400 a solo 900 al año), según la prensa sueca. El acuerdo sobre el giro en las políticas migratorias es, de momento, el más extenso y del que más detalles han trascendido. Además de esa reducción de cuotas, el nuevo Ejecutivo pretende rebajar al mínimo las exigencias de la UE respecto a la inmigración, incluida la laboral. “No podemos ser más generosos de lo que marca la UE”, explicó el líder ultra.

En los planes del nuevo Ejecutivo está la creación de los llamados “centros de tránsito” para migrantes. Es decir, edificios donde los solicitantes de asilo deben permanecer obligatoriamente durante todo el periodo en el que las autoridades suecas estudian la petición. El país también abrirá la puerta a la deportación de migrantes que no mantengan una “buena conducta”, como en el caso de actos violentos o implicación en la prostitución, según ha adelantado el bloque de derechas.

Los Demócratas de Suecia no tendrán ministerios, pero sí funcionarios en las agencias públicas que tendrán la potestad de supervisar la implementación de las políticas acordadas. Además, está prevista la creación de un Consejo de Cooperación ―en el que los DS sí estarán presentes― donde se discutirán y se desarrollarán las siete áreas del programa de gobierno.

Johan Pehrson, dirigente de los Liberales, fue el encargado de presentar los cambios en educación, donde se pretende un acceso más igualitario a los estudios, aunque con límites a las ayudas académicas, que estarán sujetas a un mínimo rendimiento. Pehrson manifestó también su preocupación por el incremento de la criminalidad en el país escandinavo: “Los niños deben llevar libros, no armas”.

Ebba Busch, la líder democristiana, adelantó que el nuevo Gobierno quiere abrir nuevas plantas de energía nuclear en Suecia. El objetivo será alcanzar un 100% de energía libre de combustibles fósiles frente al objetivo de 100% de energías renovables que fijaron hace años los socialdemócratas. Suecia, explicó, “debe hacer frente al cambio climático (...), pero sin destruir las finanzas de las familias”, según recogió el diario Dagens Nyheter. Busch ha anunciado la construcción de nuevos reactores nucleares después de que en los últimos se hayan cerrado la mitad de los 12 que había operativos. Y que el acuerdo garantiza una partida de 400.000 millones de coronas suecas (unos 37.000 millones de euros).

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