El cuarto integrante de la célula yihadista ‘The Beatles’ será juzgado en el Reino Unido
Aine Davis ha sido imputado por terrorismo tras ser deportado de Turquía. Todos los miembros del grupo, dentro de la red del ISIS, eran británicos
El último integrante de una célula del autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) apodada The Beatles ha sido imputado por terrorismo en el Reino Unido, su país natal, donde fue formalmente detenido este miércoles por la noche. Aine Davis había sido deportado desde Turquía, tras pasar seis años en una prisión de Ankara, y este jueves ha comparecido en el Tribunal de Magistrados de Westminster, en Londres.
Su arresto es el resultado de una extensa investigación del Comando Antiterrorista de la Policía Metropolitana y supone el primero y único en suelo británico de uno de los cuatro yihadistas conocidos como The Beatles. El sobrenombre del grupo se debe al acento británico de sus integrantes, identificado por rehenes occidentales retenidos en los enclaves controlados por el ISIS en Siria e Irak. Les identificaba también un modo de operar marcado por una brutalidad patológica, según testigos de sus atrocidades. Al grupo se atribuye el asesinato de casi una treintena de cautivos.
Aine Davis, de 38 años y natural del oeste de Londres, niega haber sido parte del grupo de terroristas. Sin embargo, en su breve comparecencia judicial de este jueves, rechazó pronunciarse sobre los cargos, y si al final se declarará culpable o inocente. Su próxima cita será el 2 de septiembre ante el tribunal criminal de Old Bailey (conocido popularmente por la calle en la que se emplaza), donde tendrá lugar una vista previa al juicio. En el historial previo a la radicalización de Davis hay antecedentes por delitos de droga y en 2006 había sido encarcelado por posesión de arma de fuego.
Su marcha a Siria tuvo lugar en 2013 y apenas dos años después fue detenido cerca de Estambul. La inteligencia británica lo identificó en los meses posteriores a varias ejecuciones de prisioneros del ISIS, retransmitidas públicamente a través de la red, una forma de divulgar la campaña de terror del grupo yihadista.
Hace ocho años, el equivalente británico al Ministerio Fiscal (el denominado Crown Prosecution Service) ya autorizó a Scotland Yard a imputar a Davis por terrorismo, por lo que los cargos que se le han atribuido a su llegada al Reino Unido actualizan los que ya existían contra él —en virtud de la Ley de Terrorismo británica—, entre ellos, posesión de un arma de fuego para objetivos terroristas y transacciones económicas con fines terroristas.
De sus supuestos cómplices, el más conocido era el llamado yihadista John ―algunos miembros de la célula tenían alias con los nombres de la banda de Liverpool, en este caso John Lennon—. El propio Davis ha reconocido haber coincidido con él en una mezquita. De nombre real Mohammed Emwazi, y considerado el líder de la célula, el yihadista apodado John es el único de los cuatro que ha muerto, tras ser alcanzado en un ataque con drones promovido por las fuerzas estadounidenses en noviembre de 2015, precisamente el mismo día que Davis fue detenido en Turquía.
Los dos restantes, Alexanda Kotey y El Shafee Elsheikh, fueron capturados en Siria en 2015 y trasladados a Estados Unidos, donde continúan encarcelados por algunos de los crímenes más macabros registrados en la lucha contra el ISIS. El Ministerio del Interior británico les retiró a ambos la nacionalidad en 2019.
Entre 2014 y 2015, muchas de las decapitaciones de rehenes, la mayoría de estadounidenses, británicos y japoneses capturados por el ISIS, fueron filmadas y distribuidas. Habitualmente iban acompañadas de amenazas a Occidente. Las autoridades estadounidenses atribuyen a la célula el asesinato de 27 rehenes, entre los que figura el periodista norteamericano James Foley, capturado en Siria en 2012 mientras cubría la guerra, y ejecutado dos años después. La forma de ejecutarle se repitió en numerosas grabaciones: los prisioneros eran vestidos con monos naranjas, similares a los que llevan los presos en las cárceles de Estados Unidos, y sus captores aparecían completamente de negro, con la cara cubierta y solo sus ojos a la vista.
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