Soldados de la ONU matan a dos civiles en el este del Congo
El incidente se produjo en la frontera con Uganda tras una semana de protestas contra la misión de paz Monusco que han provocado al menos 15 muertos
Soldados de la misión de paz de Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (Monusco) mataron a disparos este domingo a dos civiles en un puesto fronterizo con Uganda, en el este del país, según las autoridades. El incidente se produce en medio de una amplia ola de manifestaciones ciudadanas, que han provocado al menos 15 muertos, entre ellos cuatro cascos azules, y decenas de heridos, contra la presencia de esta fuerza militar, a la que se acusa de inacción frente a los crímenes cometidos por grupos armados activos en la zona. Este lunes nuevas protestas han estallado en la ciudad de Beni.
Los hechos tuvieron lugar en el puesto de control fronterizo de Kasindi, cuando soldados de la Monusco regresaban a la República Democrática del Congo (RDC) tras disfrutar de un permiso en la vecina Uganda. Al encontrarse la barrera cerrada y después de un intercambio verbal con policías congoleses, los cascos azules abrieron fuego y entraron a la fuerza en el Congo, según ha reconocido la Monusco, lo que provocó la muerte de dos civiles y heridas a unas 15 personas. “Militares de la Brigada de Intervención de la Monusco abrieron fuego en el puesto fronterizo por razones inexplicables”, confirma un comunicado de la propia misión de paz, cuya responsable, Bintou Keita, dijo sentirse “profundamente impactada y consternada por este grave incidente”.
“Ante este comportamiento incalificable e irresponsable, los autores del tiroteo han sido identificados y detenidos a la espera de las conclusiones de la investigación que ya se ha iniciado en colaboración con las autoridades congolesas”, prosigue el comunicado de la ONU. “Los contactos con los países de origen de estos militares ya se han realizado para que comience un procedimiento judicial urgente con la participación de víctimas y testigos para que se adopten sanciones ejemplares a la mayor brevedad”, añade. El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, aseguró sentirse “indignado” por los hechos y mostró su respaldo a la detención de los soldados implicados y a la investigación abierta por Monusco, según un comunicado de su oficina.
El asesinato de estas dos personas se produce en un contexto de especial tensión contra la presencia de la Monusco en el este de la RDC. Durante toda la semana pasada, miles de personas se manifestaron en varias ciudades de la zona, como Goma y Butembo (en la provincia de Kivu del Norte) y Uvira (en Kivu del Sur), para exigir su salida del país. Estas protestas desembocaron en saqueos y pillaje de instalaciones de la ONU en Goma y fueron reprimidas con violencia por las fuerzas del orden y militares congoleses, lo que provocó la muerte de al menos 15 personas, entre ellas cuatro miembros de la propia Monusco, y decenas de heridos. Las protestas volvieron a estallar este lunes en la ciudad de Beni, donde la policía recurrió a gases lacrimógenos y disparos al aire para dispersar a la multitud que se concentró en torno a la base de Naciones Unidas para exigir su retirada.
Los manifestantes, en su mayoría jóvenes y miembros de colectivos ciudadanos, denuncian que la Monusco cuenta con medios suficientes para poner fin a la violencia protagonizada por grupos armados en esta zona desde hace décadas, que se ha intensificado en los últimos años, pero no interviene. La Monusco, con unos 20.000 efectivos en la actualidad, está presente en el este del Congo desde 1999 en medio de un complejo conflicto con presencia de rebeldes y grupos armados locales y de los países vecinos, Ruanda y Uganda.
El secretario general adjunto de misiones de paz de la ONU, Jean-Pierre Lacroix, se trasladó este fin de semana a Kinshasa, capital de la RDC, donde se reunió con las autoridades para tratar de calmar los ánimos. Además, este lunes participó en un homenaje a los cuatro cascos azules fallecidos durante las protestas, así como a otro que murió accidentalmente la semana pasada, en la ciudad de Butembo. Por su parte, el presidente congolés, Félix Tshisekedi, aseguró durante un consejo de ministros celebrado el pasado sábado que existe un plan de retirada progresiva de la Monusco que culminará en 2024.
Varias misiones de la ONU en África atraviesan un momento especialmente tenso debido al rechazo de la población o las autoridades. Además de la crisis en Congo, el Gobierno de Malí ordenó hace tres semanas interrumpir todas las rotaciones del personal de la Minusma después de detener a 49 cascos azules marfileños en el aeropuerto de Bamako, a los que acusa de participar en un supuesto complot para desestabilizar el país. Días más tarde, las autoridades ordenaron la expulsión del portavoz de la ONU en Malí, Olivier Salgado, por asegurar que la entrada de dichos soldados con armas y munición había sido comunicada al Ejecutivo, contradiciendo la versión gubernamental.
Una parte de la opinión pública ha mostrado su apoyo en medios de comunicación locales y redes sociales a esta decisión, acusando a la ONU de tener una agenda oculta y responder a los intereses de Francia, país con el que Malí mantiene un enfrentamiento por la retirada de sus tropas del país ante la llegada de mercenarios rusos del grupo Wagner a finales de 2021. Este domingo, la junta militar maliense en el poder acusó al presidente galo, Emmanuel Macron, de fomentar el odio étnico y la división de Malí, en una nueva vuelta de tuerca del enfrentamiento que mantienen ambos países.
La misión de la ONU en la República Centroafricana (Minusca), activa desde 2014 con unos 10.000 efectivos, también es objeto de constantes tensiones. El pasado mes de febrero, cuatro miembros franceses de esta misión fueron detenidos por la policía, acusados de participar en un complot para asesinar al presidente, Faustin Archange Touaderá, y liberados tras la intervención de António Guterres. En noviembre de 2021, miembros de la Guardia Presidencial dispararon contra cascos azules desarmados e hirieron a diez de ellos.
En los últimos años, han aumentado las denuncias por supuestos abusos sexuales contra miembros de misiones de paz de Naciones Unidas en todo el mundo, pero el 90% de las mismas se concentran en dos operativos, los de la RDC y República Centroafricana, según un informe de la ONU hecho público el pasado marzo. En este último país, soldados gaboneses y mauritanos implicados en estos abusos, que fueron cometidos en ocasiones contra niñas, han sido expulsados del país tras la correspondiente investigación. Militares franceses también fueron acusados. En 2015, el responsable de la Minusca fue destituido por el entonces secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, tras una oleada de denuncias por abusos sexuales.
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