Volar a Marruecos sí, pero solo en ‘jet’ privado
Las autoridades mantienen su espacio aéreo cerrado para los vuelos regulares desde el 29 de noviembre por la variante ómicron pero sí permiten el aterrizaje de avionetas privadas de alto coste
Marruecos es el único país del mundo que mantiene suspendidos los vuelos como medida preventiva contra la variante ómicron. Con lo cual, miles de marroquíes y residentes extranjeros se han visto bloqueados. Unos no pueden regresar y otros no se atreven a salir porque nadie les garantiza una fecha de vuelta. Pero esa norma no afecta a decenas —tal vez cientos— de viajeros que han podido permitirse comprar un billete en avionetas privadas, de entre 8 y 13 plazas y aterrizar en Casablanca o Marrakech.
Antonio Fernández, nombre supuesto de un empresario español residente en Marruecos, logró viajar la semana pasada desde Málaga a Casablanca en un vuelo fletado por la compañía marroquí de aerotaxis Sarah Airways, con sede social en Casablanca. El citado inversor, que solicita el anonimato, asegura que se enteró de la existencia de estos viajes a través de otros empresarios.
“Tenía que venir a Marruecos de forma urgente, porque tenemos que cerrar el final del ejercicio y la apertura del siguiente año”, explica Fernández. “Me enteré de que el vuelo costaba el equivalente a 1.500 euros. Alguien entre los viajeros asume la coordinación del grupo y el resto nos vamos sumando hasta completar el número de plazas. Pagué un tercio al iniciar el trámite y el resto, cinco días después, cuando me confirmaron la plaza”.
Este diario contactó con una agencia de viajes en Rabat que ofrecía un billete por 1550 euros en una avioneta de seis plazas que tiene prevista su salida para el próximo 26 de enero. Una empleada de la agencia advirtió: “Antes de esa fecha tenemos tres vuelos, pero todos van ya completos”.
El empresario cuenta que tanto la salida desde Málaga como la llegada a Casablanca se efectuó por la zona vip. “Íbamos 13 en el vuelo. La mayoría, empresarios del sector textil y agrario. Y el gran temor que teníamos todos es que se tratara de una estafa”, precisa.
El vuelo contaba con una lista de espera, según Fernández. “Y en la lista se quedó un jugador del club de fútbol Raja Casablanca”. Las autoridades marroquíes exigieron una prueba PCR negativa efectuada 48 horas antes y otra de antígenos al aterrizar en Casablanca. “Si cualquiera de los pasajeros daba positivo en el antígeno, nos veíamos obligados a pasar una cuarentena de 10 días en un hotel cuyo gasto correría de nuestra cuenta. Así que en el vuelo todos llevábamos mascarillas. Salvo el piloto, el copiloto y la azafata. Me chocó al llegar a Marruecos comprobar que casi nadie lleva mascarillas por la calle”.
Este diario contactó con el Ministerio de Exteriores para saber cuántos vuelos privados han entrado en Marruecos desde el cierre del espacio aéreo decretado el 29 de noviembre, cuántas personas han hecho uso de ese medio y qué criterios se utilizaron para autorizar los vuelos privados. Exteriores señaló que ese tema dependía del Ministerio de Transporte. Finalmente, una fuente autorizada de Transporte, indicó: “Para nosotros el espacio aéreo está cerrado desde el 29 de noviembre, como informamos en su día en un comunicado. Si hay vuelos que están entrando, eso depende ya de otras instancias”.
Billetes a 2.000 euros
Tras las consultas iniciadas por este diario, el medio marroquí Assabah publicó este martes un artículo en el que informa sobre “ofertas secretas” para viajar en jets privados donde cada billete puede costar el equivalente a 2.000 euros.
Antonio Fernández asegura que la demanda de estos vuelos es tan alta que su coste se está “multiplicando” en cada viaje. El empresario cree que el Estado marroquí debería ofrecer más transparencia sobre estos vuelos, para que la alta demanda no haga subir aún más los precios. “Hoy, lunes 17 de enero, siguen contactando con nosotros desde España y Marruecos varios empresarios pidiendo detalles de estos vuelos”.
El citado inversor anhela que el Gobierno marroquí abra pronto el espacio aéreo. “Aunque implanten unas condiciones sanitarias muy duras, pero que al menos permitan el movimiento entre países. Porque esto pone en peligro las inversiones extranjeras en el país. Hay empresas que necesitan la presencia de técnicos cualificados que vienen de Europa. Y algunos empresarios dicen que no entienden de qué vive la gente que se dedica a la hostelería y al turismo”.
El Gobierno de Rabat anunció este martes un plan de ayuda urgente para el sector de la hostelería y el turismo. Tras el descubrimiento de la cepa ómicron solo Japón, Israel y Marruecos sellaron sus fronteras. Pero mientras Israel y Japón las abrieron a las pocas semanas, Rabat decidió continuar con ellas cerradas de forma indefinida. La decisión ha causado estragos en el sector turístico, clave en la economía del país junto con la agricultura y la industria del automóvil. A pesar del blindaje de las fronteras, la cepa ómicron es ya responsable del 95% de las infecciones del país. Y el número de contagios está a punto de alcanzar niveles récords desde el inicio de la pandemia.
El cierre de fronteras ha creado mucho malestar entre marroquíes bloqueados en el exterior, que se expresan a través de las redes sociales. Algunos de ellos denuncian el alto coste que está suponiendo para ellos la residencia forzada fuera de Marruecos. También se quejan los residentes extranjeros en Marruecos que se han visto privados de pasar las Navidades en sus países de origen porque no tenían garantizada la fecha de regreso. Ese es el caso de una empleada española que trabaja en la ciudad de Tánger y solicita el anonimato. “Me parece indignante el hecho de que permitan entrar solo a los que pueden permitirse pagar esos vuelos privados”, sostiene. “Que todo esto sea legal te deja descolocada. Somos muchos los que llevamos tres meses sin salir del país porque no había una fecha clara de vuelta. Y ahora resulta que existen estos vuelos para el que puede permitírselo”.
En la prensa marroquí, una de las pocas voces que se expresó contra los vuelos privados ha sido un columnista del diario Tel Quel, quien el 17 de diciembre recurrió a la ironía para dirigirse a los lectores en un artículo titulado: ¿Fronteras cerradas? Cómprese un jet. “La culpa es de ustedes, si no han podido ver a sus próximos este año. (…) Porque ustedes no han tenido los medios para desembolsar 50.000 dirhams [casi 5.000 euros] para alquilar un avión”.
Vuelos excepcionales de salida
La compañía pública Royal Air Maroc anunció este domingo que iban a programar vuelos “excepcionales” de salida hacia varios países, entre ellos, España, hasta el próximo 31 de enero, día en que podrían volver a permitirse los vuelos regulares. Eso supone un respiro para cientos de pasajeros que podrán salir del país. Pero, en cuanto a los vuelos con destino a Marruecos, las excepciones son mínimas, al margen de los vuelos privados de alto coste.
Las autoridades marroquíes han autorizado para el jueves 20 de enero la llegada de un vuelo desde Roma en el que viajarán 121 funcionarios que trabajan en embajadas de la Unión Europea y que pasaron las vacaciones de Navidad en sus países de origen. El precio del billete es de 320 euros. Las autoridades solo aceptan, en principio, a quienes lleven pasaporte diplomático o de servicio, sin sus familiares. Y se les exige una prueba PCR 24 horas antes de viajar, además de guardar en sus domicilios una cuarentena de siete días en las que deberían hacerse otras tres PCR, el segundo, el cuarto y el sexto día de la cuarentena. Los pasajeros de los jets privados, sin embargo, no están obligados a pasar ninguna cuarentena.
El ministerio de Sanidad marroquí emitió el 20 de diciembre un comunicado donde explicaba que había optado por repatriar a sus nacionales –entre el 15 y el 23 de diciembre– para explicar por qué Marruecos había optado por trasladar a sus ciudadanos desde Portugal, en lugar de España donde habitan muchos más nacionales. El ministerio esgrimió que las autoridades españolas no ejercen el “debido y estricto control del estado de salud de los pasajeros en el momento de embarque en sus aeropuertos”. Esos reparos no han sido ningún obstáculo para el despegue de los jets privados.
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