Corea del Norte dispara dos nuevos misiles, los terceros en menos de diez días
Pyongyang había advertido horas antes que respondería con “contundencia” a las sanciones de EE UU contra seis norcoreanos implicados en su programa de armamento
Corea del Norte ha efectuado un nuevo disparo de misiles balísticos este viernes, el tercero en menos de diez días. Según el Estado Mayor surcoreano, esta vez el Norte ha utilizado dos proyectiles de corto alcance, que lanzó desde la provincia de Pyongan, en el noroeste del país y en las cercanías de China. Tan solo horas antes, Pyongyang había advertido de que respondería de manera “cierta y más contundente” a lo que considera una “provocación” de Estados Unidos, la decisión de imponer una nueva ronda de sanciones contra el programa de armamento del Norte.
El lanzamiento, confirmado también por el servicio de guardacostas de Japón, llega apenas tres días después de que Corea del Norte disparara lo que ha descrito como un misil hipersónico, capaz de viajar cinco veces más rápido que el sonido, en una prueba a la que asistió el líder supremo, Kim Jong Un, por primera vez en cerca de dos años.
Los dos proyectiles de este viernes no parecen pertenecer al tipo de los disparados en los últimos días, misiles de “vehículo deslizante hipersónico”, según los ha descrito Pyongyang. El Estado Mayor surcoreano considera que recorrieron una distancia de 430 kilómetros y alcanzaron una altura máxima de 36 kilómetros. Siguieron una trayectoria noreste y se les detectó sobrevolando las cercanías de Uiju, en la frontera de Corea del Norte con China, antes de caer al mar. Los lanzamientos ocurrieron a las 14.41 y 14.52 (hora local, las 6.41 y 6.52 respectivamente en horario peninsular español).
En un comunicado, el Estado Mayor surcoreano ha indicado que vigila con gran atención los movimientos armamentísticos de su vecino del Norte. Por su parte, el primer ministro japonés ha reclamado a su Gobierno el “máximo esfuerzo” para obtener y analizar información sobre el lanzamiento, proveer información rápida y adecuada y “garantizar la seguridad de aeronaves, barcos y otros activos”, entre otras medidas.
Corea del Norte había limitado sus pruebas de misiles en los últimos tres años, desde que en noviembre de 2017 Kim declaró completado el programa nuclear nacional y en 2018 se inició un proceso de negociaciones con Estados Unidos para tratar sobre la desnuclearización de la península coreana. Pero las conversaciones se encontraban estancadas desde el fiasco de la cumbre de Hanoi en 2019 entre el líder supremo y el entonces presidente de EE UU, Donald Trump, sin que el cambio de Administración en Washington haya servido para romper el punto muerto.
Sin indicios de que el proceso pueda retomarse a corto o medio plazo, el año pasado Kim ordenó el desarrollo de armamento de ultimísima generación, incluidos misiles hipersónicos. En septiembre, Pyongyang disparó su primer proyectil de ese tipo, un Hwasong-8. Y este enero ha recuperado un ritmo de lanzamientos que no se veía desde 2017, cuando las tensiones con el Gobierno estadounidense de Trump amenazaron con el estallido de un conflicto en toda la regla.
El 5 de enero y este martes 11, el Norte disparó sendos misiles balísticos, también hipersónicos según aseguró. Es probable que este tipo de lanzamientos vayan a continuar: según la agencia oficial KCNA, en la prueba del martes Kim dio instrucciones para que los científicos de armamento norcoreanos “aceleren los esfuerzos para reforzar gradualmente el músculo militar estratégico del país”.
Desde el fracaso de Hanoi y hasta ahora, Estados Unidos había optado por hacer más o menos la vista gorda en los ocasionales lanzamientos de misiles norcoreanos. Pero tras el disparo del martes, que Pyongyang ha descrito como la prueba de su cohete hipersónico más avanzado hasta el momento, Washington anunció la imposición de sanciones contra media docena de altos cargos del régimen norcoreano implicados en el programa de armamento. Era la primera vez que la Administración de Joe Biden recurría a este tipo de represalias contra el régimen de Kim. El secretario de Estado, Antony Blinken, calificó el jueves las últimas pruebas norcoreanas como “profundamente desestabilizadoras” y “peligrosas”, un intento de “atraer la atención”.
“Si Estados Unidos adopta una postura de tanto enfrentamiento, Corea del Norte se verá obligada a adoptar una reacción cierta y más contundente contra ella”, replicó por su parte un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores en Pyongyang, citado por KCNA.
La de los misiles hipersónicos es una tecnología de la que hasta ahora solo disponen Estados Unidos, China y Rusia. Los tres están enzarzados en una competición por el desarrollo de ese tipo de cohetes, cuya capacidad de adoptar una trayectoria variable y maniobrar a diferentes alturas los convierte en mucho más difíciles de detectar para los escudos defensivos de los países hostiles. Hasta el momento, parece ser Pekín quien se encuentra en la posición de partida en esa carrera.
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