Muere el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, a los 65 años
El italiano es el primer alto mandatario de la UE que fallece en el ejercicio de su cargo
El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, ha fallecido a los 65 años. Ingresado en el hospital italiano de Aviano desde el pasado 26 de diciembre por una complicación grave en su sistema inmunitario, ha muerto a la una y cuarto de la madrugada de este martes, según ha comunicado su portavoz, Roberto Cuillo. El periodista y político italiano es el primer alto mandatario europeo que fallece mientras está ejerciendo el cargo. Esta circunstancia se ha producido por unos días, pues el próximo martes se renueva el cargo y él ya no optaba al cargo.
The @EP_President David Sassoli passed away at 1.15 am on 11 January at the CRO in Aviano( PN), Italy, where he was hospitalized. The date and place of the funeral will be communicated in the next few hours.
— RobertoCuillo (@robertocuillo) January 11, 2022
El mandato del italiano, desde julio de 2019 a enero de este año, ha estado marcado por el tremendo impacto sanitario y económico de la covid-19, por la consumación del Brexit y el choque con Hungría y Polonia por el deterioro del Estado de derecho. Sassoli logró a partir la declaración de la pandemia, en marzo de 2020, encontrar fórmulas de organización que permitieran mantener en funcionamiento el Parlamento Europeo, una institución donde la falta de presencia física ponía en peligro la propia naturaleza política de su actividad.
En las negociaciones para el histórico plan de recuperación frente a la covid contribuyó a buscar fórmulas de compromiso, aunque sus críticos le achacaron ser demasiado complaciente con el Consejo Europeo, el foro de los jefes de Estado o de gobierno. Reclamó, en cambio, mano dura a la Comisión Europea frente a las derivas autoritarias de Varsovia y Budapest y en la recta final de su mandato denunció al ejecutivo comunitario, presidido por la conservadora alemana Ursula von der la Leyen, por no aplicar a rajatabla el reglamento de condicionalidad que permite suspender los fondos comunitarios a los países donde la corrupción o la fragilidad del estado de derecho pone en peligro la gestión de los recursos europeos.
Sassoli fue elegido presidente del Parlamento Europeo en julio de 2019, cuando sustituyó al también italiano Antonio Tajani tras las elecciones europeas de ese año. No estaba destinado al puesto en principio. Los Estados miembros habían negociado que este cargo le tocaba a la familia socialdemócrata, a la que pertenecía el italiano, pero a alguien de los países del Este: el designado era el búlgaro Sergéi Stánishev. Pero los europarlamentarios, con la socialista española Iratxe García a la cabeza, se rebelaron contra las intenciones de los presidentes de Gobierno y jefes de Estado de la Unión Europea, no quisieron dejarse tutelar en esta ocasión y designaron presidente a Sassoli, que había sido vicepresidente en la legislatura anterior. Se convirtió así en el 17º presidente del Parlamento Europeo desde que este se elige por sufragio directo.
Sus últimos meses en el cargo han estado marcados por sus problemas de salud. En septiembre contrajo una neumonía provocada por legionela, no por coronavirus. Estuvo ingresado en el hospital y pasó dos meses recuperándose en Italia. Volvió a la actividad en noviembre, en el plenario que se celebró en Estrasburgo. Repitió un mes después, cuando entregó el Premio Sajarov a la Libertad de Conciencia a la hija del opositor ruso Alexéi Navalni. Unos días después volvía a ser ingresado en el hospital por esas complicaciones inmunitarias que le han provocado la muerte. Ahora será sustituido provisionalmente por la vicepresidenta primera, Roberta Metsola, hasta que se elija a la persona que lo sustituirá. Casi con seguridad será la propia Metsola, pues la popular maltesa ha presentado su candidatura para hacerse cargo del Parlamento en la segunda parte de la legislatura europea.
El italiano llegó al Parlamento Europeo en 2009. Fue cabeza de lista del Partido Democrático, el PD, en la Italia central. Su popularidad le permitió lograr un récord en votos individuales, una opción permitida en Italia. Logró 412.500. Su rostro era muy conocido. Hasta entonces presentaba el telediario principal de la RAI, la televisión pública italiana, donde había entrado a trabajar en 1992. Antes lo hizo durante siete años en el diario romano Il Giorno, tras haber comenzado su carrera profesional en periódicos más pequeños y agencias locales de noticias, siguiendo los pasos de su padre, el también periodista Domenico Sassoli.
Nació en Florencia el 30 de mayo de 1956. En 2013 trató de ser candidato a la alcaldía de Roma, su ciudad adoptiva, compitiendo en las primarias del PD contra el hoy comisario italiano de Economía, Paolo Gentiloni, y quien fue finalmente vencedor en ese proceso, Ignazio Marino. Sus primeros pasos en política fueron como un joven ligado a movimientos asociativos católicos. Después fue virando a posiciones más de izquierdas, alejándose del apoyo de su familia a la democracia cristiana.
Durante los dos años y medio que ha sido presidente del Parlamento Europeo, Sassoli tuvo un roce con la mayor parte de eurodiputados españoles. Después de que el Tribunal de Justicia de la UE señalara que los jueces españoles debían haber permitido a Oriol Junqueras recoger su acta de eurodiputado, el italiano reconoció rápidamente esa condición a los huidos de la justicia Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí. La pretensión de los españoles era que se demorara hasta que los servicios jurídicos de la Eurocámara elaboraran un informe. La decisión de Luxemburgo provocó un cambio en la posición de la Presidencia del Parlamento Europeo, pues hasta entonces no había permitido la entrada del expresidente de la Generalitat prófugo a los edificios de la institución.
Aficionado a la música y a la historia clásica, siempre ha sido uno de los más fervientes europeístas de la política italiana y ejerció como tal en una tensa entrevista que mantuvo en 2019 con el primer ministro británico, Boris Johnson, un encuentro que se pareció a un choque de trenes. “Fue un diálogo sincero, sin demasiadas formalidades. Johnson planteaba propuestas que no tenían una base jurídica sólida y que no podían servir de punto de partida. Y así se lo dije, con mucha sinceridad. Y le dije que debemos actuar con seriedad por respeto a los ciudadanos europeos, pero también a los británicos”, describió Sassoli en una entrevista en EL PAÍS, cuando hablaba de la conversación que mantuvieron acerca del Brexit.
Padre de dos hijos, Giulio y Livia, y casado, Sassoli era considerado en Italia alguien muy próximo al presidente de la República, Sergio Mattarella. También mantenía buenas relaciones con el Vaticano y estaba vinculado a hombres de la órbita católica, como el jesuita Francesco Ochetta.
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