Pegasus, el espía que desnudó al independentismo catalán
Una investigación de EL PAÍS y The Guardian reveló que el programa para monitorizar teléfonos se usó en 2019 para rastrear al expresident del Parlament, al exconseller Maragall y a la exdiputada Gabriel
Pegasus, un programa espía que ―en teoría― solo adquieren Gobiernos y que pudo ser usado para penetrar en los móviles de 50.000 activistas, jefes de Estado y periodistas de 11 países, fue la herramienta elegida para atacar en 2019 los teléfonos de tres líderes independentistas catalanes, según reveló el pasado año una investigación de EL PAÍS y The Guardian.
El entonces presidente del Parlament y segunda autoridad catalana, Roger Torrent, y el exconseller Ernest Maragall ―ambos de ERC― fueron objetivos de este malware comercializado por la compañía israelí NSO.
Durante el tiempo que el teléfono del presidente del Parlament fue atacado con Pegasus (2019), el líder independentista participó en decenas de encuentros políticos y declaró como testigo ante el Supremo en el juicio del procés. Torrent señaló tras la infección de su móvil a un organismo “del Estado Español”.
La exdiputada de la CUP Anna Gabriel, que huyó a Suiza en 2018 para no declarar en la causa judicial del 1-O, y Jordi Domingo, militante de la independista Assemblea Nacional Catalana (ANC), figuraron también en la nómina de asaltados con Pegasus.
El sistema se adentró en las entrañas de sus terminales gracias a un fallo de seguridad de WhatsApp que permitía la infección con una llamada perdida a través de la aplicación de mensajería que no requería respuesta. Una vez dentro, Pegasus posibilitaba a los atacantes leer mensajes encriptados, acceder a la memoria interna del móvil y pinchar conversaciones cifradas. También, activar la cámara y el micrófono a distancia.
Concebido como una herramienta indetectable para prevenir el terrorismo y el crimen organizado, Pegasus es un programa que solo pueden adquirir organismos gubernamentales como servicios de inteligencia, fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado y Ejércitos.
El Ministerio del Interior, la Policía Nacional y la Guardia Civil rechazaron el pasado año ser clientes de NSO. El CNI, que se negó a aclarar a este periódico si interceptó las comunicaciones del independentismo con Pegasus, dispone del programa y mantiene en su radar al secesionismo catalán desde que en 2015 creara la unidad de Defensa de los Principios Constitucionales.
Un juez de Barcelona abrió el pasado octubre una investigación para aclarar los asaltos a los móviles de Torrent y Maragall tras una querella interpuesta por estos últimos contra el exdirector del CNI Félix Sanz Roldán y NSO Group.
Citizen Lab, un instituto de ciberseguridad canadiense que investigó el fallo de seguridad que permitió colar Pegasus a través de WhatsApp en 1.400 terminales en el mundo, consideró entonces que Torrent y Maragall formaban parte de un grupo de un centenar de “miembros de la sociedad civil” ―periodistas, activistas y opositores políticos― atacados con el ciberespía de NSO de forma arbitraria.
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