Estados Unidos supera en nueve meses el millón de detenciones en la frontera
Más de 188.000 personas fueron detenidas por autoridades en junio, rompiendo nuevamente las marcas de inmigración ilegal en dos décadas
La frontera con México sigue siendo el talón de Aquiles para la Administración Biden. Estados Unidos ha registrado 1,2 millones de arrestos de inmigrantes ilegales desde el inicio del año fiscal 2021, en octubre pasado. Aún con tres meses por delante para el cierre del periodo, el año ya ha batido la barrera del millón, que no se había superado en 15 años. Junio ha aportado con abundancia a esta cuenta. Las autoridades migratorias hicieron el mes pasado más de 188.000 detenciones, un aumento de 4,5% con respecto a mayo. Las cifras son combustible puro para la narrativa de los republicanos y simpatizantes del expresidente Donald Trump, quienes añoran la mano dura en la frontera. Esto mientras el Gobierno demócrata pide tiempo para reconstruir el sistema de inmigración roto en cuatro años de Trump.
Junio deja claro que el “no vengan” dicho por Kamala Harris a principios de junio en Guatemala no tuvo el impacto esperado en los países del Triángulo del Norte. Del total de acciones, o encuentros, que hubo en junio en la frontera sur de Estados Unidos, 76.751 fueron con personas de Honduras, Guatemala y El Salvador, migrantes que huyen de la pobreza, la violencia y el cambio climático y a quien la vicepresidenta prometió invertir en las causas de raíz que motivan la expulsión. La cifra de migrantes de esta región aumentó un 11% comparado con mayo, pero sí representa una disminución respecto a la llegada de esos países en abril (79.200) y marzo (85.600), que fue el mes donde estalló la crisis en la frontera al presidente Biden, una situación que aún no se controla.
De seguir este ritmo 2021 se convertirá en el que más detenciones se han hecho desde el 2000, cuando fueron arrestadas 1.7 millones de personas. 2006 fue el último año que registró más de un millón de aprehensiones en un año fiscal.
Los mexicanos siguen siendo el grupo de migrantes que más llegan a Estados Unidos. Sin embargo, el cruce de habitantes del país vecino sí registró una importante disminución en comparación con mayo. En junio fueron 64.854 encuentros con mexicanos que cruzaron de manera ilegal, mientras que un mes antes fueron casi 71.000. Este fue uno de los puntos de preocupación que Harris trasladó al presidente Andrés Manuel López Obrador en una reunión a puerta cerrada en la vista oficial que hizo a inicios de junio. Las autoridades mexicanas, a petición de Washington, han apretado los operativos de inmigración para cortar el flujo de personas que llegan al río Bravo.
El número de individuos puestos en custodia durante el año fiscal 2021 por agentes de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) es de 455.000, un número menor a los 490.000 que se habían registrado a estas alturas en 2019. La CBP informa mensualmente del número de encuentros o acciones que toman sus uniformados con las personas que encuentran en la línea fronteriza. La pandemia, sin embargo, obligó a Gobierno de Donald Trump a adoptar una directiva de emergencia, conocida como título 42, que permite la expulsión en caliente de las personas que llegan, por lo que muchos individuos vuelven a intentar cruzar. Algunas versiones han señalado que la Casa Blanca estudia poner fin al título 42 en las próximas semanas.
México se ha convertido no solo en un país de tránsito. También de destino. El Gobierno mexicano dijo el miércoles que las peticiones de asilo para el primer semestre de 2021 han sido las más altas registradas nunca. Tan solo en junio superaron las 10.400, para sumar más de 51.000 en lo que va de año, 20.000 más que en el mismo periodo de 2019. La Comisión de ayuda al refugiado señala que para el cierre del año seguramente se rebasará la marca de 2019, que fue la más alta.
Donald Trump estuvo recientemente en el muro fronterizo que comenzó a construir en Texas. Su visita fue solo cinco días después de una Kamala Harris a la zona, quien ha sido nombrada por Biden de la gestión de la crisis en la frontera. El expresidente aprovechó el momento para reunirse con algunas autoridades locales del Estado republicano, quienes dijeron que la zona se encuentra en las peores condiciones y que incluso han comprometido dinero estatal para continuar la construcción del muro. Alguaciles y exfuncionarios de la pasada Administración criticaron la política migratoria de Biden y responsabilizaron al demócrata de la subida de delitos y de la ola de violencia que se han registrado en algunas ciudades. “Todo lo que Biden tenía que hacer es irse a la playa. Si no hubiese hecho nada tendríamos la frontera más segura vista nunca, estaba mejorando y mejorando”, bromeó Trump, quien ha decidido seguir usando el tema migratorio como principal baza para seguir llamando la atención en los medios. Al menos hasta que la frontera siga dando titulares.
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