Dimite Nicola Zingaretti, líder del Partido Democrático de Italia
“Me avergüenzo de que en mi formación desde hace 20 días solo se hable de cargos y primarias mientras en Italia estalla la tercera ola de coronavirus”, ha lamentado el político
El líder del Partido Democrático (PD), Nicola Zingaretti, ha anunciado este jueves su dimisión como secretario general de la formación, la mayor de centroizquierda del país. La renuncia llega después de semanas de tensiones internas y ha resultado completamente inesperada, tanto dentro como fuera de las filas de la formación.
Zingaretti, que también es el presidente de la región de Lacio, ha revelado su intención de formalizar su dimisión en una larga publicación en su perfil de Facebook en la que reniega de los constantes desacuerdos internos. “El goteo no acaba. Me avergüenzo de que en el PD, partido del que soy secretario, desde hace 20 días solo se hable de cargos y primarias mientras en Italia estalla la tercera ola de coronavirus”, ha dicho.
De 55 años y exponente del ala más izquierdista de la formación, se puso al timón en marzo de 2019 con la ingente tarea de hacer resurgir al partido tras el varapalo de las elecciones generales de 2018, en las que cosecharon el peor resultado de su historia. Su llegada a la secretaría del partido cristalizó el fin de la era del ex secretario y ex primer ministro Matteo Renzi.
En estos dos años, sin embargo, no ha logrado realmente despegar como líder indiscutible dentro del partido y ha tratado de mantener a duras penas la unidad entre sus filas, dinamitada por un reguero de escisiones y luchas internas. Precisamente, el peor cisma con el que ha tenido que lidiar fue el provocado por Renzi, que en septiembre de 2019 fundó Italia Viva con unos 50 parlamentarios del PD. Lo hizo apenas unas semanas después de la formación de un nuevo Gobierno de coalición entre el Movimiento 5 Estrellas y los socialdemócratas, con el objetivo de granjearse un peso notable en el Ejecutivo, tanto que terminó por hacerlo caer el pasado enero, al retirarle su apoyo.
El liderazgo de Zingaretti, un político inusual en el panorama italiano, por sosegado y discreto, ha estado tradicionalmente en tela de juicio, sobre todo, en los últimos meses. Su primera decisión fue permitir la alianza gubernamental de su partido con el Movimiento 5 Estrellas para dar vida al segundo Ejecutivo de Giuseppe Conte.
Las corrientes internas más críticas del partido han puesto desde entonces en duda gran parte de sus decisiones y en particular su acercamiento a los grillinos, la formación “anticasta” y tradicional enemigo, que en su día parecía meramente estratégico y que, en cambio, está continuando más allá de la caída del Gobierno de Conte. Una de las pretensiones de Zingaretti era estrechar la alianza con el M5S y con la izquierda de Libres e Iguales, los partidos que apoyaron el último Ejecutivo, ante unas eventuales elecciones.
Lo más probable es que el PD, segundo partido en todos los sondeos por detrás de la ultraderechista Liga, nombre un regente que pueda organizar un congreso para convocar las correspondientes elecciones primarias.
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