Cinco soldados franceses mueren en una semana en ataques yihadistas en el Sahel

Los éxitos reivindicados en los últimos tiempos por la Operación Barkhane, la misión antiyihadista en el Sahel liderada por Francia y que en 2020 logró abatir a algunos de los principales líderes extremistas de la región, se han visto ensombrecidos por la muerte, en menos de una semana, de cinco soldados franceses en dos ataques perpetrados en Malí.

Dos soldados murieron el sábado y un tercero resultó herido a causa de la explosión de un artefacto explosivo improvisado contra el vehículo en el que realizaban una misión de reconocimiento en la región de Ménaka, en el noreste de Malí, informó el Elíseo. El lunes 28, otros tres efectivos habían perdido la vida en un ataque similar en la carretera que une las ciudades malienses de Kossi y Hombori, situadas en una zona conocida como la región de las tres fronteras (con Burkina Faso y Níger), y cuya autoría fue asumida este fin de semana en foros yihadistas por el Grupo por el Apoyo del Islam y de los Musulmanes (JNIM), una filial de Al Qaeda en Malí.

Con estas muertes, son ya 51 los soldados que Francia ha perdido desde que comenzó en 2013 la Operación Serval, la misión que lanzó el entonces presidente François Hollande para evitar que los grupos terroristas que se habían hecho fuertes en varias regiones de Malí consiguieran el control total del país, y que posteriormente fue rebautizada como Barkhane. El ataque del sábado, que por el momento no ha sido reivindicado, supuso además la muerte de la primera de las mujeres que participan en esta misión en cinco países del Sahel que actualmente cuenta con 5.100 efectivos franceses, la sargento Yvonne Huynh, de 33 años.

Estos militares han “muerto por Francia en el cumplimiento de su deber”, subrayó el presidente francés, Emmanuel Macron, en un comunicado. “La motivación, la combatividad y la abnegación de los militares franceses siguen intactas ante los grupos terroristas, filiales del Estado Islámico y de Al Qaeda que siembran el terror y el caos en Malí y en el Sahel”, aseveró por su parte la ministra de Defensa, Florence Parly.

En 2020, la operación Barkhane celebró varios golpes duros a estas organizaciones. A mediados de noviembre, Parly anunció la muerte en una operación de Bah Ag Moussa, jefe militar del JNIM, el mismo grupo que ha asumido la autoría del ataque del pasado lunes, y una de las figuras históricas del movimiento yihadista en el Sahel. En junio, París también reivindicó la muerte en el norte de Malí del argelino Abdelmalek Drukdel, el gran emir de Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI). En las últimas semanas, efectivos de Barkhane han “neutralizado” además a varias decenas de yihadistas más, según la Agencia France Presse.

Macron aseguró que se “reafirma en la determinación de Francia en su combate contra el terrorismo”. No obstante, según medios franceses, París prevé reducir sus efectivos en la fuerza Barkhane y se dice dispuesta a negociar con grupos del Sahel, salvo con los dirigentes de Al Qaeda y del Estado Islámico. En el comunicado en el que reivindicó el ataque que el lunes pasado costó la vida a los tres primeros militares franceses, y que ha sido verificado por el centro estadounidense de vigilancia del yihadismo SITE, el JNIM reclama la retirada de las fuerzas francesas del Sahel, además de justificar el atentado aludiendo a la publicación en Francia de las caricaturas de Mahoma y a la política del Gobierno hacia los musulmanes del país.