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Al Sisi despide al derrocado exdictador Mubarak con honores militares

El mandatario egipcio preside el funeral junto a los hijos del finado, que fueron juzgados por corrupción

Juan Carlos Sanz
Cortejo fúnebre con el féretro de Hosni Mubarak, el miércoles en El Cairo.
Cortejo fúnebre con el féretro de Hosni Mubarak, el miércoles en El Cairo.Gehad Hamdy (DPA)
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El exmariscal Abdelfatá al Sisi ha encabezado este miércoles el funeral con honores militares por su antecesor en la presidencia de Egipto, Hosni Mubarak. El dictador falleció este martes a los 91 años y se han declarado tres días de luto oficial. Los cañones de campaña dispararon salvas en homenaje al rais que fue depuesto por una revuelta popular en 2011, después de haber ejercido el poder durante tres décadas con mano de hierro. Los dos hijos varones del finado, Gamal y Alaa, que fueron juzgados y condenados por desvío de fondos públicos junto con su padre, se situaron a la cabeza del cortejo fúnebre junto al actual presidente.

Hasta 2017, cuando fue definitivamente absuelto de los cargos por la muerte de centenares de manifestantes en la plaza de Tahrir, Mubarak permaneció encarcelado o detenido en un hospital militar a causa de su mal estado de salud. Pese a la que la represión y la corrupción marcaron sus mandatos encadenados, muchos egipcios recuerdan su larga era de poder por la estabilidad que mantuvo frente a los sobresaltos desencadenados por la primavera árabe.

El Gobierno egipcio ha hecho hincapié en su condición de héroe nacional, como jefe de la Fuerza Aérea que en 1973 sorprendió a Israel en el Sinaí al inicio de la guerra de Yom Kipur. Sin embargo, en los mensajes oficiales no se mencionó su condena judicial por desvío de fondos ni las causas penales que se le incoaron por la matanza de los manifestantes. En uno de los juicios fue sentenciado a cadena perpetua, aunque posteriormente se revisó el fallo para anularlo.

El presidente Al Sisi (centro) y otras autoridades egicipias, el miércoles en el funeral de Mubarak en el El Cairo. A la derecha, Alaa, primogénito del fallecido.
El presidente Al Sisi (centro) y otras autoridades egicipias, el miércoles en el funeral de Mubarak en el El Cairo. A la derecha, Alaa, primogénito del fallecido.Gehad Hamdy (DPA)

La televisión oficial y los medios digitales egipcios emitieron imágenes de la ceremonia funeraria, oficiada en la mezquita mariscal Tantaui de El Cairo. El féretro con los restos de Mubarak, cubierto con la bandera nacional, fue conducido en una carroza tirada por caballos en presencia de vehículos blindados militares y escoltado por una guardia de honor.

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Al funeral también asistieron las máximas autoridades religiosas del país –el imán de la mezquita y universidad de Al Azhar y el papa cristiano copto–, así como el expresidente Adly Mansur, que desempeño el cargo entre 2013, cuando fue depuesto por un golpe de Estado el mandatario islamista Mohamed Morsi, y 2014, tras la elección que consagró a Al Sisi como jefe de Estado. Centenares de partidarios del presidente derrocado por el estallido de la ‘primavera árabe’ participaron en la ceremonia, así como numerosas personas llegadas desde la provincia natal de Mubarak en el delta del Nilo.

Un helicóptero militar trasladó el féretro desde el hospital castrense de El Cairo en el que falleció el martes, donde había permanecido ingresado durante semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos tras una intervención quirúrgica intestinal, hasta la mezquita donde se desarrollaron las exequias. La misma aeronave condujo después el ataúd hasta el cementerio de los alrededores de la capital donde fue inhumado en un panteón familiar.

El funeral público y con honores militares del longevo exdictador Mubarak contrasta con el discreto sepelio del expresidente islamista Morsi, fallecido el pasado verano en la cárcel poco después de su sufrir un desvanecimiento ante el tribunal que le juzgaba por espionaje. Sus honras fúnebres apenas tuvieron eco en Egipto.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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