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Al menos siete muertos en un deslave en Nicaragua tras el paso del huracán Iota

Los equipos de rescate que trabajan en la zona advierten que hay más cuerpos entre el lodo. Estas víctimas se suman a otras nueve víctimas del ciclón confirmadas

Policías resguardan el acceso al Macizo de Peñas Blancas, donde ocurrió el deslave. En vídeo, el impacto del huracán Iota en Nicaragua.Vídeo: CARLOS HERRERA | VIDEO: EPV
Macizo de Peñas Blancas (Nicaragua) -

Al menos siete personas murieron y una decena están desaparecidas por un deslave en el Macizo de Peñas Blancas, en el norte de Nicaragua, tras el paso del huracán Iota, que dejó fuertes lluvias y comunidades enteras destrozadas en el país. La vicepresidenta y primera dama, Rosario Murillo, actualizó la cifra de muertos, entre los que hay cinco niños de entre 7 meses y 13 años, pero los equipos de rescate siguen trabajando en el lugar y han conseguido rescatar con vida al menos a cuatro personas.

El deslave ocurrió la tarde del martes en una finca cafetalera ubicada en el Macizo de Peñas Blancas, una reserva natural en las montañas de Matagalpa. Unas 10 manzanas de tierra se desprendieron y soterraron a unas seis familias originarias de esa zona. Según los dueños cafetaleros, el número de muertos podría superar los 30. Aunque las cifras confirmadas por el Gobierno son inferiores, los rescatistas que bajan a hacer descanso aseguran haber encontrado hasta 16 cuerpos.

Miguel Rodríguez, un campesino de La Dalia que participó en las tareas de rescate, dijo que la caída constante de aguas provocadas por Iota hicieron que el lodo bajara como un río llevándose las viviendas que había por delante. “Se las tragó toditas. Son cinco viviendas. Han hallado siete muertos y falta una familia entera”, aseguró. Además de voluntarios y cafetaleros locales, en el lugar del suceso hay efectivos del ejército, la policía, los bomberos y diferentes organismos oficiales participando en las labores de búsqueda y rescate. También hay maquinaria quitando árboles para facilitar los trabajos de los rescatistas.

La zona fue asegurada y algunos medios de comunicación oficiales accedieron al sitio. Sin embargo, los policías a cargo impedían la entrada al lugar donde se estaban realizando las labores de rescate a los medios extranjeros e independientes. Según vecinos consultados por EL PAÍS, las autoridades les habían advertido de que estaban en una zona de riesgo, pero las víctimas se negaron a dejar sus casas. Ellos vivían en el macizo donde también trabajaban en fincas cafetaleras.

Las intensas lluvias provocadas por el huracán Iota dejaron severas inundaciones en Nicaragua, así como nueve personas fallecidas, que se suman a los muertos en el deslave de Matagalpa, y al menos 63.000 evacuados. El ciclón continúa su avance por El Salvador, ya convertido en depresión tropical, pero sus aguas han provocado el desbordamiento de ríos y miles de evacuaciones en Honduras. El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) ha advertido de que el fenómeno metereológico todavía puede producir efectos catastróficos, especialmente por la acumulación de agua y los deslaves en las zonas de Honduras, Guatemala y Nicaragua que ya fueron azotadas por Eta, un potente ciclón que dejó 261 muertos en Centroamérica hace poco más de una semana.

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