Carabineros de Chile, en el ojo del huracán por la caída de un joven a un río en medio de una manifestación
El agente acusado de empujar al adolescente de 16 años fue detenido por “presunto delito de homicidio frustrado”
A dos semanas de que se cumpla un año del estallido social del 18 de octubre de 2019, una fecha que las autoridades chilenas tienen marcada por la probabilidad de un resurgimiento de las protestas, Carabineros de Chile nuevamente ha quedado en una situación imposible. Un joven de 16 años que se manifestaba en Santiago anoche terminó herido luego de una caída de siete metros desde un puente al río Mapocho, el principal de la capital chilena, por acción de un carabinero que fue acusado de homicidio frustrado y detenido. La Fiscalía investiga los hechos, el Gobierno de Sebastián Piñera se tardó en pronunciarse y la institución policial ha iniciado una investigación administrativa. Mientras, la oposición política pide la renuncia del general director de Carabineros, Mario Rozas, y en el Parlamento inició una acusación constitucional contra el ministro del Interior, Víctor Pérez, que persigue su destitución.
De acuerdo a la fiscal Ximena Chong, el Ministerio Público logró “establecer las circunstancias en la cuales habría ocurrido el hecho, las que dirían relación con la intervención de un funcionario de Carabineros”: Sebastián Zamora, de 22 años. En el contexto de una arremetida, el uniformado “habría impulsado al joven de 16 años”. Tanto el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) como la Defensoría de la Niñez anunciaron querellas por homicidio frustrado.
El ministro del Interior indicó que “la verdad de los hechos la va a determinar la investigación del Ministerio Público y los tribunales”. Junto con lamentar “que un joven salga herido en una manifestación” y poner a disposición todos los antecedentes a las instancias respectivas, el encargado de la seguridad interna y el orden público indicó que el hecho se produjo en medio de “un procedimiento policial rápido, donde la gente va corriendo” y en la que “se utilizaron nuevos protocolos”.
El ministro hacía alusión a las nuevas prácticas que, supuestamente, está llevando a cabo la cuestionada institución para actuar en medio de desórdenes públicos. En el marco de las revueltas sociales de hace un año, ha sido Carabineros la institución más golpeada por la práctica del uso excesivo de las fuerza, abusos y “graves violaciones a los derechos humanos”, como denunció Human Right Watch (HRW). De acuerdo a un informe de la Fiscalía con datos actualizados hasta marzo, de las 493 personas denunciadas por diversos delitos cometidos por agentes del Estado, 444 pertenecen a Carabineros, 30 a la Policía de Investigaciones, 13 al Ejército, cuatro a la Armada y dos a otras instituciones.
Para Lucía Dammert, académica de la Universidad de Santiago y experta en seguridad, “no sabemos qué ha pasado”: “Más allá de las sugerencias de dos comisiones de expertos y las conversaciones con el Gobierno para avanzar con un proceso de reforma, no hay un proceso acompañado, sino más bien sabemos por la prensa que en las últimas semanas se han dado a conocer cambios y reestructuraciones”. “Es decir, puede que se estén haciendo transformaciones, pero la opacidad de las mismas hacen que no se logren construir confianzas con otros actores”, agrega Dammert, que considera necesario un plan de reforma de largo plazo con etapas claras.
Cuando en marzo explotó la crisis sanitaria, el movimiento social chileno mostraba su fuerza en las calles, como cuando el 8 de marzo unas dos millones de mujeres salieron a marchar, de acuerdo a las organizadoras. La covid-19, sin embargo, puso un frenazo a las manifestaciones en la vía pública. Pero a medida que las restricciones de movilidad por la pandemia han comenzado a levantarse –casi todo Santiago está sin cuarentena–, los viernes de protestas en Plaza Italia han resurgido, aunque las medidas sanitarias prohíben la reunión de más de 50 individuos.
La noche del viernes, cientos de personas se reunieron en el epicentro urbano de las movilizaciones sociales en la capital y, como suele suceder, se produjeron enfrentamientos entre los manifestantes y carabineros: hubo 21 detenidos y 18 carabineros lesionados, de acuerdo a la información oficial. Fue el contexto de la caída del joven de 16 años: escapaba junto a una multitud de un grupo de uniformados. De acuerdo a diversos vídeos que se han difundido –entre ellos uno de la Municipalidad de Santiago–, la Fiscalía ha determinado una conducta “de carácter doloso” por parte del policía acusado de lanzarlo al río. El adolescente quedó tendido boca abajo sin movimiento y fueron otros manifestantes los que bajaron a rescatarlo.
Carabineros ha ido variando su versión de los hechos. Anoche, el teniente Rodrigo Soto negó que un funcionario arrojara al menor de edad al río: “Quiero desmentir rotundamente este tipo de situación (…) Ya basta de mentirle a las personas con cosas que Carabineros jamás ha cometido”. Luego, anoche mismo, en una segunda intervención, Soto indicó: “Lo que Carabineros desmintió y vuelve a desmentir absolutamente es que se haya tomado de los pies a esta persona o que haya sido botado al río por un chorro del carro lanza aguas, como lo inventaron testigos en redes sociales”.
Esta mañana, en tanto, el Jefe de Zona Santiago Oeste, el general Enrique Monrás, señaló: “Uno de nuestros carabineros trataba de detener a un joven y este pierde el equilibrio en la baranda del puente Pío Nono y cae a la ribera del río Mapocho”. Según el general, se investiga si cayó solo o fue empujado. Indicó que fue Carabineros el que llamó a urgencias y a bomberos para el rescate y si no colaboró en auxiliarlo fue porque los policías eran atacados por la multitud.
A dos semanas del aniversario del 18 de octubre y a tres del plebiscito constitucional, donde Chile decidirá si reemplaza o no la Carta Fundamental de 1980, redactada en la dictadura de Pinochet, lo ocurrido anoche pone en aprietos a las autoridades del Gobierno de Piñera. Por una parte, el Ejecutivo debe garantizar el orden público y, por otra, no puede permitirse nuevos abusos policiales, que podrían desencadenar una nueva ola de protestas. Por lo demás, este incidente nuevamente pone en aprietos al ministro del Interior, el tercero que ha tenido esta Administración en menos de un año.
Por las redes sociales, este sábado circulaban decenas de convocatorias a protestar, en repudio a lo sucedido anoche y pese a la pandemia.
El joven herido, en tanto, se encuentra ingresado en la clínica Santa María de Santiago de Chile, fuera de riesgo vital. Tuvo un tec cerrado, fractura en muñecas, corte en cuero cabelludo. Se encuentra consciente, estable y en observación, luego de una intervención quirúrgica en sus manos.
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