Donald Trump: pocos impuestos, muchas deudas y 70.000 dólares en peluquería

A menos de 40 días de los comicios que podrían revalidar su cargo en la Casa Blanca, las revelaciones exclusivas del diario The New York Times sobre las finanzas de Donald Trump y su relación con el fisco dejan titulares que dibujan al presidente de Estados Unidos lejos del tiburón de los negocios que él se atribuye, exponen que se ha beneficiado impositivamente de sus bancarrotas y que debe más de 400 millones de dólares en préstamos que vencerán en los próximos años.

Estas son algunas de las conclusiones a las que ha llegado el Times, cuyo director, Dean Baquet, ha escrito en una carta a los lectores que se trata del trabajo de un grupo de redactores durante casi cuatro años y que habrá publicaciones adicionales en los días que están por venir.

-El presidente pagó 0 dólares en impuestos federales en 10 de los últimos 15 años.

Debido a sus múltiples negocios ruinosos, el presidente utilizó esas pérdidas a lo largo de los años para no pagar ni un solo dólar al fisco estadounidense.

-Trump tan solo pagó 750 dólares en 2016.

Esa fue la cifra que el mandatario abonó al IRS (Internal Revenue Service, siglas en inglés de la Hacienda estadounidense) en aquel año, cuando ganó las elecciones a presidenciales a Hillary Clinton, y la misma que pagó en 2017, siendo ya presidente de la nación. La media que paga un ciudadano estadounidense en impuestos federales está en torno a los 12.200 dólares, según información del propio IRS.

- 70.000 dólares en deducciones como “gastos de viaje” que en realidad eran gastos en peluquería

Según reporta de forma elegante el diario neoyorquino, “Trump clasificó muchos de los dispendios de su lujosa forma de vida como gastos de negocios. Dentro de esos desembolsos se incluían residencias, viajes en avión y 70.000 dólares de estilista del pelo para sus apariciones en televisión”.

-Trump ha sacado rédito de su cargo en la Casa Blanca

Ya desde que fue candidato a la presidencia, Trump se ha beneficiado de grandes cantidades de dinero de lobistas, políticos o líderes de países autoritarios que han pagado por pernoctar en sus hoteles o jugar en sus campos de golf. Por ejemplo, su club de Mar-a-lago, en Florida, vio incrementarse el número de socios de forma vertiginosa desde que el presidente ocupa la Casa Blanca. En este caso, el mandatario incluso aprovechó para aumentar considerablemente la cuota para los nuevos miembros.

-Ganancias transformadas en pérdidas. Y viceversa.

El enorme éxito que tuvo como presentador de The Apprentice (El aprendiz), el famoso programa de telerrealidad en el que el hoy presidente, en el papel de gurú de los negocios, juzgaba las propuestas de aspirantes a empresarios. Le reportó enormes ganancias que con las que dedicó a comprar hasta más de 10 campos de golf y otras propiedades. Las pérdidas que sufrían esos negocios las utilizaba para reducir la cuota de los impuestos que debía de pagar. Esa estrategia entró en dique seco cuando el programa comenzó su declive en 2015.

-El fisco investiga a Trump por defraudar 72,9 millones de dólares

El mandatario solicitó una devolución a Hacienda debido a la mala marcha de su casino en Atlantic City (Nueva Jersey) y aseguró que había cedido todas sus acciones. Sin embargo, según relata el Times, la historia contada por Trump dista mucho de la realidad. Según una ley federal, un inversor puede declarar pérdidas totales y no pagar tributos siempre y cuando no reciba ningún dinero del fisco a cambio. Pero el presidente, siempre según las informaciones del diario, sí recibió una devolución de hacienda. En 2011, el IRS abrió una auditoría para revisar la legalidad de aquel reintegro de cerca de 73 millones. Casi una década después, el caso sigue sin resolverse por razones desconocidas, pero podría acabar en un tribunal federal, en cuyo caso sería de dominio público.

-Deudas masivas

No es nuevo que el presidente debe al Deutsche Bank cientos de millones de dólares. Esa deuda será más problemática para Trump si es reelegido presidente, ya que es responsable individual de más de 420 millones de dólares. Según indica el Times, puede que el mandatario se esconda detrás del Gobierno federal para sortear a los prestamistas.

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