Zelenski afirma que está listo para “negociar directamente” con Putin sobre el Donbás
El presidente ucranio, que cumple un año en el cargo y que había dicho que estaría solo un mandato, se muestra abierto a un segundo periodo
Volodímir Zelenski llegó a la presidencia con el lema y la promesa de acabar con la corrupción en Ucrania y de trabajar para poner fin a la guerra en el este del país. Ahora, un año después de jurar el cargo, el antiguo actor cómico sin antecedentes políticos apenas ha avanzado en sus metas. Zelenski ha hecho algunos movimientos que han reactivado el formato negociador de Minsk sobre el conflicto del Donbás, con la mediación de Alemania y Francia, y ha sacado adelante tres intercambios de prisioneros. Pero la pandemia de coronavirus ha ralentizado la ya estancada negociación sobre la guerra en el Este con los separatistas prorrusos apoyados por el Kremlin. Ahora, Zelenski afirma que está listo para otros formatos que “acerquen el fin de la guerra”. Incluido “negociaciones directas” con el presidente ruso, Vladímir Putin.
“Sé que la sociedad está dividida sobre si debería hablar directamente con Putin. Pero estoy convencido de que necesito hacerlo. No para reemplazar las negociaciones de Minsk, sino como un proceso paralelo”, ha declarado Zelenski este miércoles en una rueda de prensa en Kiev de balance de su primer año de mandato. “Hay algunas cosas que se pueden entender solo cuando se está frente a frente, y hay algunas respuestas que se pueden oír solo en un cara a cara para sacar conclusiones definitivas y optar por otro plan", ha añadido el presidente.
En diciembre, en la cumbre de París con Putin, Emmanuel Macron y Angela Merkel, se acordó que se volvería a la mesa de negociación en abril. Sin embargo, la crisis sanitaria por la covid-19, que se ha cobrado ya más de 500 vidas en Ucrania, ha dejado la cita en suspenso. Se hará, ha dicho Zelenski, “cuando la pandemia lo permita”.
Un año después de derrotar al veterano Petró Poroshenko, Zelenski, de 42 años, sigue siendo el político más valorado de Ucrania. El 31% considera que su primer año ha sido “bueno o excelente”, el 37% “satisfactorio” y el 31% “insatisfactorio”; cifras que no están a la altura sin embargo de su aplastante victoria (con un 73% de los votos). Las promesas de elevar el nivel de vida del país, el segundo más pobre de Europa, se han topado además con la pandemia. Este miércoles, el presidente ucranio apuntó que esperaba firmar este mes un segundo memorando con el Fondo Monetario Internacional, necesario para la estabilidad del país.
Sus primeros 12 meses han tenido desafíos significativos. Además, Zelenski ha estado –y sigue—bajo el foco nacional e internacional por protagonizar la llamada telefónica que motivó el proceso de impeachment a Trump; una conversación en la que el presidente de Estados Unidos parecía condicionar el envío de ayuda militar a Ucrania a que Zelenski iniciase una investigación a Joe Biden, adversario político de Trump, cuyo hijo tenía negocios en Kiev y que tuvo un papel diplomático en el país cuando era vicepresidente de EE UU con Barack Obama.
Este miércoles, el líder ucranio volvió a abrir el melón al mostrarse partidario de investigar las grabaciones de una supuesta llamada entre el expresidente Poroshenko y Biden, filtradas por un diputado tras reunirse con el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, que también ha tenido un papel relevante en el escándalo. La conversación —que podría estar editada— data del tiempo en que Biden cumplía un papel de enviado exterior y aporta poca novedad, pero reinicia la polémica. A la vez, su partido Servidor del Pueblo, ha pedido una comisión de investigación en el Parlamento sobre la grabación.
El exactor ha sacado adelante algunas medidas en línea con sus promesas de lucha anticorrupción: como la eliminación de la inmunidad parlamentaria en los procesos judiciales o las leyes que prohíben devolver bancos nacionalizados a sus antiguos propietarios –entre ellos el oligarca Igor Kolomoisko, que apoyó la campaña de Zelenski y a quien se le ha vinculado-. Pero también ha prescindido de prominentes reformistas, como los jefes de las agencias de aduanas e impuestos y al fiscal general independiente. “Prometí que nuevas personas llegarán al poder. Es por eso que nuestro fiscal general es nuevo en el servicio estatal. Porque esto es lo que significa “gente nueva”. No puedo encontrar demasiadas personas honestas”, ha dicho este miércoles sobre los nombramientos de gente de su antiguo equipo en su productora de teatro y de su círculo.
Zelenki se presentó a las elecciones resaltando que estaría un solo mandato. En enero volvió a insistir en que su intención era esa. Este miércoles, en su segunda comparecencia de prensa en un año, tras una maratón de medios que duró 14 horas en octubre, volvió a atender a decenas de periodistas -algunos con mascarilla- en los jardines del palacio Mariinski. Sentado en un sillón, delante de una figura con el logo de la que fue su campaña, en esta ocasión se ha mostrado abierto a repetir: “Pensaré en un segundo mandato”, ha dicho, “un término [cinco años] no será suficiente para completar la lista completa [de medidas a realizar]”.
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