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La nueva catedral ortodoxa rusa recula y no desplegará el mosaico que glorifica a Putin

Tras la polémica, el templo decide no instalar la obra que mostraba al presidente y otros políticos. El líder ruso comentó que es “demasiado pronto” para una loa así

Uno de los mosaicos de temática militar en la nueva catedral ortodoxa dedicada a las Fuerza Armadas de Rusia, a las afueras de Moscú.
Uno de los mosaicos de temática militar en la nueva catedral ortodoxa dedicada a las Fuerza Armadas de Rusia, a las afueras de Moscú.Moscow News Agency (Reuters)
María R. Sahuquillo

Por superstición, por la polémica o por precaución, a Putin le parece demasiado pronto para ser glorificado en las paredes de una catedral. Así que el nuevo e inmenso templo ortodoxo dedicado a las Fuerzas Armadas que se inaugurará cerca de Moscú ha decidido no desplegar en sus paredes el colorido mosaico que representa al líder ruso junto a otras figuras de la política actual, como parte de una obra dedicada a la anexión de la península ucrania de Crimea. Y aunque tras la controversia que provocaron las fotos filtradas de las obras y que altos cargos ortodoxos habían defendido los mosaicos, el Kremlin tardó poco en intentar desmarcarse de la idea. “Algún día nuestros descendientes agradecidos apreciarán nuestros méritos, pero es demasiado pronto para hacerlo ahora”, dijo Putin al conocer la obra, según su portavoz. El destino del mosaico que incluye una imagen de Stalin, sin embargo, todavía es nebuloso.

"Según el deseo del jefe de Estado, el comité artístico decidió no instalar [el mosaico]”, ha admitido Stefan Klinsky, obispo responsable del nuevo templo, a la agencia Interfax. El religioso ha explicado que la obra estaba todavía en el taller cuando se desató la polémica, después de que un medio ruso, MBK media, publicase varias imágenes del mosaico donde aparecía Putin entre banderas rusas y rodeado de su ministro de Defensa, Shoigu, y figuras como la presidenta del Consejo de la Federación, Valentina Matviyenko, el presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, o el director del Servicio Federal de Seguridad (una de las agencias de inteligencia rusa, heredera de la KGB), Alexander Bortnikov.

El mosaico, que tenía dos partes, pretendía glorificar la anexión de la península ucrania de Crimea en 2014 por Rusia, tras una operación con militares sin bandera y un referéndum considerado ilegal por la comunidad internacional. Ahora, en la primera parte, las figuras políticas serán sustituidas por motivos religiosos. En la segunda parte, el lema “Crimea es nuestra” se cambiará por “con Rusia para siempre”. “Se trataba de mostrar la adhesión de Crimea a Rusia sin sangre. Si alguien pensó que era prematuro, entonces quizá valga la pena abstenerse de esta imagen en la iglesia”, remarcó el obispo Klinsky.

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Sin embargo, la jefatura de la iglesia ortodoxa ha asegurado que el mosaico no se desmantelará, sino que se expondrá en algún museo; probablemente en el Parque Patriota, de temática militar, a las afueras de Moscú, donde también se encuentra la nueva catedral de la Resurrección de Cristo, según ha explicado a la agencia estatal Tass Leonid Kalinin, presidente del Consejo de Expertos para el Arte, la Arquitectura y la Restauración de la Iglesia Ortodoxa Rusa.

Los responsables del templo y el consejo artístico ortodoxo han eludido aclarar que sucederá con el mosaico que incluye la imagen de Iosif Stalin y que ha causado también una inmensa polémica. Durante los años soviéticos, el dictador represalió a miles de religiosos. Y sin embargo, en el mosaico dedicado al desfile en 1945 por la victoria del Ejército rojo contra los nazis, se muestra el retrato de Stalin en un estandarte que ondean los soldados.

Los responsables del templo, no obstante, se escudan en que no se puede suprimir de las páginas de la historia a Stalin ni su papel en la victoria sobre la Alemania nazi. También sostienen que en muchos templos se pueden encontrar imágenes de los perseguidores del cristianismo. “Si miras el ícono del Juicio Final, incluso se pinta a un demonio. Naturalmente, las características de los santos de Dios, donde se presentan escenas de vida, a menudo se representan historias con su tormento y en ellas los que torturaron a esos santos son retratados”, ha comentado el obispo Klinsky.

La inauguración del nuevo y colosal templo, 95 metros de altura, estaba prevista para el 9 de mayo, coincidiendo con la conmemoración del 75º aniversario de la victoria sobre los nazis. Sin embargo, con las celebraciones en suspenso debido a la pandemia de coronavirus, no se ha aclarado si la ceremonia se mantendrá.

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Sobre la firma

María R. Sahuquillo
Es jefa de la delegación de Bruselas. Antes, en Moscú, desde donde se ocupó de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto del espacio post-soviético. Sigue pendiente de la guerra en Ucrania, que ha cubierto desde el inicio. Ha desarrollado casi toda su carrera en EL PAÍS. Además de temas internacionales está especializada en igualdad y sanidad.

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