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Putin aplaza por el coronavirus la gran conmemoración de la victoria soviética sobre los nazis

El Kremlin ha convertido los desfiles militares del 9 de mayo en la fiesta nacional. Este año, 75º aniversario de triunfo del Ejército rojo, Rusia preparaba las celebraciones más grandes de su historia

María R. Sahuquillo
Miembros de la guardia nacional caminan frente a un emblema conmemorativo por el 75 aniversario de la victoria de la URSS sobre los nazis, este jueves en Kaliningrado.
Miembros de la guardia nacional caminan frente a un emblema conmemorativo por el 75 aniversario de la victoria de la URSS sobre los nazis, este jueves en Kaliningrado.VITALY NEVAR (Reuters)

Ha apurado, pero finalmente el presidente ruso, Vladímir Putin, ha decidido aplazar los desfiles del Día de la Victoria, previstos para el 9 de mayo, por el coronavirus. Rusia preparaba ese día, que el Kremlin ha convertido en la fiesta nacional más relevante, lo que aseguró que serían los eventos más grandes de su historia para conmemorar el 75º aniversario de la victoria soviética frente a la Alemania nazi. Pero con un aumento diario de 3.000 infectados detectados, se hacía insostenible mantener las celebraciones multitudinarias y en las que los veteranos tienen un papel destacado. Ya la preparación del desfile, con miles de militares reunidos para ensayar, había desatado la polémica. Putin no ha anunciado la nueva fecha, aunque se baraja junio o septiembre.

Miles de soldados y decenas de tanques y aviones desfilan cada 9 de mayo ante el presidente ruso, líderes extranjeros invitados y veteranos en la Plaza Roja de Moscú. Este año, Rusia estaba preparando actos todavía más multitudinarios. “Tenemos una elección francamente difícil: la fecha del 9 de mayo es sagrada para nosotros pero la vida de cada persona no tiene precio", ha dicho el presidente ruso este jueves durante una reunión del Consejo de Seguridad en el que ha dado instrucciones de posponer la cita.

El aplazamiento del desfile y los actos el 9 de mayo supone una pequeña derrota para el Putin, en un momento en que el líder ruso aspiraba a aparecer ante los ciudadanos en una gran celebración, tras completar su maniobra para poder perpetuarse en la presidencia. Pero el último obstáculo, la votación ciudadana del 22 de abril de la reforma Constitucional, que incluye una enmienda que permitiría a Putin gobernar hasta 2036, también se ha aplazado por la covid-19. Sin fecha. Dos señales que muestran que la situación con el coronavirus cada vez es más seria en Rusia (145 millones de habitantes), con 28.000 casos detectados y 232 muertos, según las cifras oficiales; números no obstante menores a los de otros países.

“El día de la Victoria es un evento de mucha importancia simbólica, para Putin es algo sagrado. Se ha aferrado a él hasta el último momento, pero no era factible mantener el desfile de cara a los ciudadanos. Habría sido como un festín durante la peste, tintineo de armas cuando le gente ha perdido el trabajo, dinero, cuando muchos están enfermos o han muerto”, apunta la politóloga Marina Litvinóvich, que expone que a lo largo de los años, Putin se ha montado en la ola de patriotismo relacionada con la Gran Guerra Patria, como se conoce en Rusia el periodo de la Segunda Guerra Mundial en el que participó la URSS (1941-1945). Este episodio histórico es una de las grandes claves de su discurso nacionalista, señala. En Rusia, además, casi cada familia perdió a un ser querido en el conflicto en el que murieron 27 millones de ciudadanos soviéticos.

Este miércoles, las organizaciones de veteranos, que por su edad son uno de los colectivos más vulnerables, pidieron a Putin que retrasase los desfiles. Un movimiento que ya anticipaba la decisión.


Ensayo del día de la Victoria en mayo de 2019 en la Plaza roja de Moscú.
Ensayo del día de la Victoria en mayo de 2019 en la Plaza roja de Moscú. Alexander Zemlianichenko (AP)

Putin, ansioso por presentarse como el gran líder ante una audiencia global, había invitado este año especialmente a las conmemoraciones al presidente estadounidense, Donald Trump, y a líderes europeos, como Emmanuel Macron, y al primer ministro japonés, Shinzo Abe. Trump, que en un principio pareció bastante entusiasmado con la idea, finalmente decidió enviar a su asesor de seguridad nacional, Robert O’Brien. Pero el líder francés había insinuado que podía acudir a Moscú, una postura que estaba causando roces en el seno de la Unión Europea, que en 2014 impuso sanciones a Rusia por anexionarse la península ucrania de Crimea; y una gran tensión con los países de Europa del Este, que tras la ocupación nazi vivieron la soviética.

Todo queda ahora en el aire, en espera de la nueva fecha. Lev Korzún, uno de los veteranos que pidió posponer las conmemoraciones cree que podría celebrarse el 24 de junio, aniversario del desfile del año 1945, o el 2 de septiembre, cuando terminó la Segunda Guerra Mundial. “Todo dependerá de la situación”, dice Korzún, de 95 años, por teléfono.

Putin ha recalcado que, pese al aplazamiento, los actos no perderán vistosidad ni importancia. “El desfile en honor del 75º aniversario de la Gran Victoria se celebrará obligatoriamente este año y será grandiosa. Estará a la altura de la proeza del Ejército Rojo, de nuestro pueblo, el pueblo de la URSS, en la victoria sobre el fascismo", ha asegurado este jueves la presidenta del Senado, Valentina Matviyenko.

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Sobre la firma

María R. Sahuquillo
Es jefa de la delegación de Bruselas. Antes, en Moscú, desde donde se ocupó de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto del espacio post-soviético. Sigue pendiente de la guerra en Ucrania, que ha cubierto desde el inicio. Ha desarrollado casi toda su carrera en EL PAÍS. Además de temas internacionales está especializada en igualdad y sanidad.

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