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El precio del petróleo sube más de un 15% tras el ataque a la mayor refinería saudí

Riad se ha visto obligada a recortar a la mitad su producción diaria tras ser alcanzados un campo de explotación e instalaciones de procesamiento por una decena de drones

Foto de satélite de los daños ocasionados por el ataque en el campo de crudo saudí de Khurais.
Foto de satélite de los daños ocasionados por el ataque en el campo de crudo saudí de Khurais.AP

Las turbulencias en el mercado del petróleo no se hicieron esperar tras el ataque a la mayor refinería saudí. Con la apertura de los mercados asiáticos, la noche del domingo, el crudo dio un salto abrupto: se disparó por encima del 20%, una subida repentina que no se veía desde la Guerra del Golfo en 1991. Todos los focos se pusieron este lunes sobre los mercados europeos y su apertura a primera hora: el salto se suavizó, pero las turbulencias no se han disipado. Todo el día el precio del barril se ha mantenido por encima del 10% y cerca de las nueve de la noche, el subía incluso más del 15%, hasta los 69 dólares por barril. Las dudas sobre cuándo se podrá restablecer el suministro se suman al miedo a que una escalada de la tensión entre Arabia Saudí e Irán lleve el coste todavía más arriba.

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En un mercado como el del crudo, una subida como la de hoy es un terremoto. La inversión en crudo es sensible, pero se mueve a pasos cortos, incluso en días de tensión: en los últimos tres meses la mayor subida en una jornada fue del 3,8% y la mayor bajada, del 6,2%.

Con el salto de este lunes, el barril se coloca cerca de los 70 dólares por primera vez desde mayo. No es un nivel que los mercados estén poco acostumbrados a ver (en octubre de 2018 estaba por encima de 85 dólares). Pero supone romper la tendencia de precios contenidos de este año, marcado por la ralentización económica que asoma en el horizonte en medio mundo.

Cambio de tendencia

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El petróleo baila al ritmo de la economía: cuando el PIB avanza, los precios suben ante la perspectiva de que un crecimiento económico se traducirá en fábricas con más volumen de trabajo, mayor consumo eléctrico y más camiones y barcos que den servicio al comercio internacional. Ahora que se atisba un frenazo, los precios se habían contenido. Pero si hay un mercado sensible a otros vientos es este: la geopolítica es clave. El ataque a la mayor refinería del mundo tiene además un componente extra: se ha producido con drones, un elemento tecnológico en la ecuación al que los inversores no están acostumbrados.

Ahora, todo dependerá de lo que tarde Arabia Saudí en volver a poner sus instalaciones a funcionar al 100%. Hay reservas para paliar el problema a corto plazo (hay 188 millones de barriles saudíes almacenados, además de otro enorme stock de reserva en varios países como Estados Unidos) y si la recuperación llega pronto, los analistas calculan que los precios pueden estabilizarse en los 70 dólares. Si la situación se alarga, temen subidas al entorno de los 90 dólares. Y si desemboca en un conflicto militar, la cota de los 100 dólares no la descartan.

A las Bolsas no les sentó bien el abrupto golpe al petróleo, pero recibieron el susto con más tranquilidad de lo que se podía esperar. Todas se han teñido de rojo, pero con caídas relativamente contenidas, por debajo del 1%. Entre las empresas más afectadas, las sospechosas habituales cuando se prevé que los precios de la energía suban: las aerolíneas y las compañías de servicio asociadas; las empresas de materias primas y las industrias con elevado consumo de electricidad.

Las dudas sobre el suministro

Los ataques con drones asumidos por los rebeldes yemeníes Huthi contra la refinería de Abqaiq, la mayor del mundo, y el campo de Khurais, han interrumpido la mitad de la producción diaria saudí, esto es, 5,7 millones de barriles. El gigante petrolero Aramco, el principal del mundo, ha indicado que pasarán varias semanas hasta que sus instalaciones vuelvan a operar con normalidad, lo que hace temer sobre las consecuencias que ello pueda tener en el suministro de crudo mundial.

Arabia Saudí dispone de 188 millones de barriles almacenados que servirían de colchón durante semanas en el caso de necesitarlos. Una fuente del sector citada por Reuters afirmó que las exportaciones estarían garantizadas en las próximas semanas gracias precisamente al stock —repartido entre el propio territorio saudí y depósitos en Japón, Holanda y Egipto—. Ante la inquietud sobre una escalda de los precios, el presidente de EE UU, Donald Trump, ha autorizado la liberación de reservas de petróleo del país para que, en caso de que fuese necesario, garantizar el suministro mundial.

Según ha informado este domingo el Financial Times, Riad está en contacto además con varios miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) por si fuera necesario que aumenten temporalmente su producción hasta que los saudíes restablezcan la suya, aunque sin especificar quiénes podrían hacerlo. Entre los países OPEP, Arabia Saudí es el primer productor, seguido de Irak, Irán —sometido a las sanciones de EE UU por su programa nuclear—, Emiratos y Kuwait.

El secretario de Estado de EE UU, Mike Pompeo, acusó directamente Teherán de los ataques, extremo que fue negado por el régimen iraní.

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Sobre la firma

Cristina Delgado
Es subdirectora y se encarga de la edición digital de EL PAÍS. Antes fue redactora jefa de Economía, sección en la que se incorporó al periódico, en 2008. Licenciada en Periodismo y en Comunicación Audiovisual, ha realizado el máster UAM-ELPAIS y posgrados de información económica y gestión.

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