Bolsonaro vaticina una ola de refugiados argentinos tras el triunfo electoral de “esa gentecilla de izquierda”
El presidente de Brasil renueva su apoyo a Mauricio Macri y repudia la victoria electoral del peronista Alberto Fernández en las primarias del domingo
La contundente victoria del peronista Alberto Fernández en las elecciones primarias argentinas este domingo se ha metido en el debate político brasileño. En Twitter el tema estaba entre los más comentados desde se conocieron los resultados, con la izquierda celebrando la victoria como si fuera suya y el lamento de los liberales y conservadores. Argentina y Brasil tienen economías interdependientes y el mercado siguió la tendencia internacional: el dólar subió 1% frente al real (la mayor caída de la moneda brasileña en tres meses) y las acciones negociadas en la Bovespa de São Paulo bajaron otro 2%. La reacción más explosiva y extremada la dio el presidente Jair Bolsonaro, quien siempre ha respaldado públicamente la reelección de Mauricio Macri. Este lunes, dobló la apuesta.
"No se olviden de lo que, más al sur, en Argentina, ha pasado en las elecciones de ayer. La banda de Cristina Kirchner, que es la misma de Dilma Rousseff, de Hugo Chávez, de Fidel Castro, dio señales de vida", ha dicho el jefe de Estado durante un evento en Pelotas, municipio del Estado de Río Grande do Sul, uno de los que hace frontera con Argentina. "Pueblo gaúcho, si esa gentecilla de izquierdas vuelve en Argentina, nuestro Río Grande do Sul podrá convertirse en un nuevo Estado de Roraima", ha añadido, en referencia al estado de norte de Brasil que hace frontera con Venezuela y que ha recibido a cientos de miles de refugiados en los últimos años.
El presidente ultraderechista también ha pedido a sus asesores una evaluación de la derrota de Macri para definir cómo Brasil se va a posicionar, según ha publicado el diario O Globo. Los miembros más radicales de su Gabinete ya defienden, según O Globo, que el gigante sudamericano replantee su participación en el Mercosur, con el cual la Unión Europea acaba de firmar un acuerdo comercial. Los asesores han recordado que Bolsonaro siempre se mostró contrario al bloque sudamericano, pero que revisó su opinión después de que se acercó a Macri.
Miembros más cuidadosos de su gabinete defienden, sin embargo, que se espere el resultado final de las elecciones de octubre y se evite posicionarse de manera precipitada. China es el principal socio comercial de Brasil, pero en tercer lugar está Argentina, principal comprador de los productos manufacturados brasileños. El secretario de comercio exterior, Lucas Ferraz, admitió públicamente que la reelección de Macri es vista como algo positivo por el ministerio de Economía y facilitará la reforma del Mercosur y su apertura comercial. Si finalmente gana Fernández en las generales de octubre, entonces Brasil podrá abrirse unilateralmente a los mercados internacionales, afirmó el secretario. "Discutiríamos la flexibilización de las normas del bloque, lo que permitiría que Brasil siguiera solo y acabaría con el arancel externo común. Pero no supondría el fin del área de libre comercio", aseguró.
Muchas gracias, querido amigo @LulaOficial. Como bien decís, debemos darle esperanza a nuestro pueblo y cuidar de quienes más lo necesitan. Te mando un fuerte abrazo que espero poder darte pronto. https://t.co/8s6K7Vk5e4
— Alberto Fernández (@alferdez) August 12, 2019
Para el politólogo Fernando Luiz Abrucio, Bolsonaro está creando problemas incluso si gana el candidato de Juntos por el Cambio, algo que parece cada vez más improbable. "Brasil seguirá teniendo una bronca con otra mitad de Argentina. Se trata de un conflicto con un mercado fundamental para nuestras exportaciones", explica el experto. "Puede suponer, por ejemplo, un boicot de parte del país a nuestros productos. Los empleos de la industria automotriz dependen bastante de que nos sigan comprando".
Según Abrucio, las declaraciones de Bolsonaro suponen también un error político, al no separar la política interna y la diplomacia. "Los partidos pueden decir lo que quieran, pero el presidente no puede intervenir en las elecciones de otros países", explica . Asimismo recuerda que el expresidente Lula da Silva también cometió el mismo error, cuando se entrometió en comicios como el de El Salvador o Venezuela. "Pero Lula siempre se ha llevado bien con la Colombia de Uribe, los EE UU de George Bush o el Chile de Sebastián Piñera. Bolsonaro se equivoca a enésima potencia. Alguien le tiene que decir que Argentina funciona al ritmo de la rivalidad River-Boca y que su belicismo puede incluso darle más votos a Alberto Fernández", opina.
El discurso belicista de Bolsonaro supone también un profundo cambio en la propia diplomacia, argumenta Abrucio. Brasil incrementó su poder en Latinoamérica durante los últimos 30 años, desde José Sarney, el primer civil a ocupar la presidencia después de la dictadura militar, hasta Michel Temer. Y lo hizo "respetando a los otros países" y conquistando "un liderazgo" en la región, explica. "Bolsonaro está rompiendo con esa política exterior parsimoniosa, una tradición nuestra".
La izquierda celebra, la derecha se lamenta
Ante el tono belicista de Bolsonaro, los políticos y militantes de izquierda celebraron con entusiasmo la victoria de Fernández, vista por muchos como un éxito contra "el fascismo y las fake news". "La victoria de Alberto Fernández y Cristina Kirchner en las primarias presidenciales es una luz al final del túnel para el pueblo argentino y para Latinoamérica, y un enorme alivio para todos los que luchamos por la democracia", tuitó la expresidenta Dilma Rousseff. El perfil oficial de Lula da Silva también divulgó un mensaje de felicitaciones para los victoriosos: "Es necesario darle esperanza al pueblo, traer días mejores y cuidar de quienes más lo necesitan. Un fuerte abrazo del amigo Lula". Alberto Fernández le contestó: "Te mando un fuerte abrazo que espero poder darte pronto".
Cada uno imprimió su propio relato al resultado. Los liberales ven la derrota de Macri como la vuelta del populismo. Los seguidores del excandidato Ciro Gomes, de centroizquierda, afirman que la victoria se debe a que Cristina tuvo "la humildad" de ceder su candidatura a una persona más moderada, algo que no hizo Lula da Silva en 2018. A su vez, la ultraderecha ve, como lo hace Bolsonaro, el regreso del socialismo. Al final, la política argentina tiene su papel en la polarizada política brasileña, pero también sirve para que Bolsonaro radicalice el apoyo de su base más fiel.
Para Abrucio, "la gente no está comprendiendo lo que está pasando en Argentina y está intentando interpretarlo según la realidad brasileña". Sin embargo, alerta que Fernández tiene un perfil más de centro y es un político de la vieja guardia, con un perfil muy distinto del kirchnerismo. "Tom Jobim decía que Brasil no es para los principiantes, pero mucho menos lo es Argentina, que lleva 80 años polarizada", explica.
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