¿La ministra argentina de Seguridad, borracha? Las ‘fake news’ enturbian la campaña

El pasado 3 de julio, la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, anunció en rueda de prensa la detención de 12 integrantes de una banda delictiva. "Cometían todo tipo de ilícitos. Robaban autos, quebraban las ventanas violentamente. Tenían inhibidores. Una banda que cometió 46 hechos delictivos contra la gente; daño a la gente, daño al trabajo de los argentinos", dijo la ministra durante un momento de la conferencia que subió a las redes sociales. Las imágenes se viralizaron, pero no por el logro policial sino por el nuevo corte de pelo de Bullrich, convertido al instante en meme.

Sin embargo, poco después comenzó a circular un segundo vídeo con otro fragmento de la presentación en el que la titular de la cartera de Seguridad hablaba con lentitud, bajo los aparentes efectos del alcohol o de algún calmante. Fue compartido más de un millón de veces por Facebook y también se viralizó en otras redes sociales y WhatsApp. Su melena desgreñada contribuía a dar mayor veracidad a las imágenes, pero eran falsas. 

"Sí, estaba despeinada. La conferencia empezó a las ocho de la mañana al aire libre. Pero el vídeo fue editado: lo ralentizaron para ridiculizarme, desacreditar el trabajo del @minseg y la gestión de @mauriciomacri. El primer #FakeNews de la Campaña 2019. ¡Nada nos va a detener!", publicó Bullrich en su cuenta de Twitter. Junto a sus palabras puede verse la grabación original y la manipulada, en la que su voz ha sido ralentizada. La ministra ha anticipado que llevará al autor del vídeo ante la justicia.

Pese a la declaración de Bullrich, no se trata del primer bulo que corre en este año electoral, en el que los argentinos están convocados a las urnas en octubre para elegir presidente, legisladores y gobernadores de algunas provincias.

La semana pasada volvió a circular una publicación con el rostro del exministro de Economía kirchnerista y actual precandidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, acompañado del texto: "Les recuerdo que este delincuente marxista cobraba un sobresueldo por parte de YPF de U$S 420.000 por mes". Esta noticia falsa se remonta a 2015, cuando ya fue desmentida por la petrolera y el entonces ministro, quien formó parte del directorio pero desempeñó su función ad honorem. También ha sido víctima de una campaña de desprestigio la líder estudiantil de 19 años Ofelia Fernández, actual precandidata a legisladora porteña por el peronista Frente de Todos. Una fotografía suya aparecía al lado del de una supuesta cadete de la Armada argentina con comparaciones salariales y de formación entre ambas. En su texto se indicaba que tenía el secundario incompleto, una falsedad que desmintió con el certificado oficial.

Los políticos son los principales blancos de las campañas de desinformación, pero no los únicos. El respetado referente social Juan Carr, líder de la agrupación ciudadana Red Solidaria que asiste a las personas más vulnerables, recibió críticas airadas de macristas en los últimos días debido a un bulo. Una publicación le acusaba de haber subido la fotografía de un indigente y decir que era de Argentina para acompañar un pedido de donación de material de abrigo para personas sin techo que iban a ser cobijadas en el estadio Monumental de River Plate. La imagen fue tomada en España, pero Carr nunca especificó su origen, sino que se trataba de una tergiversación de su escrito.

Los avances tecnológicos actuales permiten una manipulación aún mayor a la que se enfrentó Bullrich. Lo que se conoce como deep fake news incluye grabaciones de una persona en la que se la escucha decir palabras que en realidad nunca pronunció o se muta un rostro por otro. El mes pasado, un centenar de medios de comunicación y empresas de tecnología de Argentina lanzaron la plataforma Reverso, que ofrece verificaciones de las noticias que circulan por Internet. El objetivo es luchar contra la desinformación durante el proceso electoral.