El líder estudiantil hongkonés Joshua Wong sale de la cárcel
Cumplía condena de dos meses por desacato en relación con su papel en el Movimiento de los Paraguas de 2014
El fundador del partido Demosisto y antiguo líder estudiantil en el Movimiento de los Paraguas de Hong Kong, Joshua Wong, ha quedado este lunes en libertad tras cumplir tres meses de cárcel por desacato a los tribunales, en una sentencia relacionada con su papel en aquellas sentadas que paralizaron el territorio autónomo durante casi tres meses en 2014 para exigir más democracia. La excarcelación del joven político, de 22 años, llega en un momento clave en la ex colonia británica: un día después de la gigantesca manifestación, de dos millones de personas según los organizadores, contra el gobierno autónomo e, indirectamente, contra Pekín.
A su salida de prisión, Wong ha expresado su apoyo a los jóvenes manifestantes que aún permanecen en torno a la sede del legislativo autónomo y que debaten cuáles deben ser los próximos pasos a dar para presionar a la jefa del gobierno local, Carrie Lam, para que dimita.
“Buenos días mundo, buenos días libertad. Acabo de ser puesto en libertad de prisión. ¡Vamos, Hong Kong! Retirad el proyecto de ley de extradición. Carrie Lam, dimisión. ¡Retirad todas las persecuciones políticas!”, tuiteaba minutos después de su excarcelación.
Wong fue condenado a tres meses de cárcel cuando estaba en libertad bajo fianza a la espera de que se resolviera una apelación por una condena en su contra por otro delito vinculado con las sentadas de 2014.
Ayer, dos millones de personas, según los organizadores, participaron de nuevo en una manifestación contra el Gobierno. Fue la tercera protesta en una semana contra el proyecto de ley de extradición, la mayor de todas, y con diferencia. Dobló la participación de la del domingo pasado y es la más gigantesca de la historia reciente de Hong Kong: ha participado el 28% de una población de siete millones de residentes.
Si Carrie Lam, la ministra jefa del Gobierno autónomo pensó que desactivaría las protestas ciudadanas al anunciar el sábado la suspensión del proyecto de ley de extradición, la respuesta ciudadana le ha demostrado que se equivocó por completo.
“¡Carrie Lam, dimite! ¡Retirada del proyecto de ley!”, gritaban los participantes en la protesta, que se desarrolló de manera absolutamente pacífica. La manifestación de hace una semana tenía una única exigencia, retirar el proyecto de ley de extradición. Muchos hongkoneses lo ven como un intento de integrar un poco más a Hong Kong en la órbita de la China continental y diluir el sistema de democracia y libertades que la excolonia británica tiene prometido hasta 2047. La de este domingo, tenía cinco: tirar a la papelera definitivamente la propuesta de ley; disculpas oficiales por la violencia policial; compromiso de no presentar cargos contra los manifestantes detenidos en las protestas estudiantiles del miércoles; dejar de describir esa concentración como “disturbios”. Y dimisión de Lam.
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