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Una explosión en una calle peatonal de Lyon causa al menos 13 heridos leves

La Fiscalía francesa apunta a un paquete bomba como causa de la detonación

Fotografía publicada en el perfil de Twitter de la prefectura de la región Auvernia-Ródano-Alpes.Foto: atlas

Trece personas, entre ellas una niña de ocho años, resultaron heridas el viernes por la explosión de un artefacto en el centro de Lyon. Ninguna sufrió heridas de gravedad. La explosión ocurrió en torno a las 17.30 horas en una zona peatonal en el distrito 2 de la ciudad francesa, en la esquina de las calles Víctor Hugo y Sala, frente a una panadería. La sección antiterrorista de la Fiscalía de París asumió la investigación. Las fuerzas del orden buscaban al sospechoso por la región de Lyon. En una entrevista televisada sobre las elecciones europeas, el presidente, Emmanuel Macron, habló de “ataque”.

La intervención de la fiscalía antiterrorista en las investigaciones, y el desplazamiento a Lyon del ministro Castaner y del fiscal de París, Rémy Heitz, podrían apuntar al posible carácter terrorista de la explosión. Pero se desconoce la motivación ideológica o religiosa del responable, así como su identidad. El Gobierno francés, en todo caso, llama a la prudencia. "Es demasiado temprano para calificarlo de acto terrorista", dijo a la cadena BFM-TV la ministra de Justicia, Nicole Belloubet. "Hay que esperar los resultados de la investigación".

Policías, gendarmes y militares de la llamada Operación Centinela, desplegada en tareas antiterroristas, acordonaron el barrio, muy concurrido a esa hora y ese día. La Prefectura de la región Auvernia-Ródano-Alpes hizo un llamamiento para que los ciudadanos evitaran acercarse a la zona. También pidió no transmitir por las redes los rumores que empezaron a circular sobre otras explosiones en Lyon, que desmintió.

El principal sospechoso, filmado por cámaras de videovigilancia, es un hombre de entre 30 y 35 años que, con bermudas de color claro, un jersey oscuro, gafas de sol y con la cabeza y la cara parcialmente cubiertas, llegó en bicicleta al lugar de los hechos unos minutos antes de la explosión y dejó una bolsa o maleta, según testimonios citados por varios medios franceses.

El paquete bomba parecía artesanal y de poca potencia. Contenía clavos, tornillos y otras piezas metálicas, según las citadas informaciones. La explosión rompió el cristal de la panadería y dejó heridos leves. El hombre estaba anoche en fuga. Los trece heridos fueron trasladados de inmediato a los hospitales de la ciudad, pero ninguno de ellos presentaba heridas que pudieran poner en riesgo su vida, según informaron fuentes policiales.

“He visto desperfectos que no eran muy graves”, dijo, en declaraciones a los periodistas, el alcalde del distrito 2 de Lyon, Denis Broliquier. “Ha habido un movimiento de pánico [al estallar el artefacto] pero no se puede hablar de pánico generalizado”, insistió. “Mis pensamientos están con los heridos”.

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El alcalde de la ciudad, Gérard Collomb, exministro del Interior y peso pesado en la política francesa, se encontraba de viaje en Japón. El titular del Interior, Christophe Castaner, dio consignas a todos los prefectos —representantes del Estado en el territorio francés— para que extremasen la vigilancia y reforzasen “la seguridad en los lugares públicos y los actos deportivos, culturales y religiosos”, dijo en un mensaje en la red social Twitter. Tanto Castaner como el primer ministro, Édouard Philippe, anularon su participación el mitin final en París de la campaña para las europeas de Renacimiento, la candidatura del partido del presidente Macron.

La amenaza terrorista

Desde la ola de atentados en 2015 y 2016 y tras la derrota del Estado Islámico en Siria, podría parece que la inminencia de ataques de carácter yihadista es menor. Pero no es así, según el Gobierno francés. “La amenaza sigue presente y activa, esto se ve en el número de atentados frustrados”, advirtió hace unos días la ministra Belloubet, al diario Le Monde. En los últimos tres años las autoridades han frustrado 58 atentados, según datos oficiales.

El ataque ocurrió a dos días de las celebración de las elecciones europeas y al inicio del fin de semana, cuando miles de lioneses y turistas salen a las calles de la tercera ciudad de Francia en población. También sucedió en vísperas de un nuevo sábado de concentraciones de los chalecos amarillos —el vigésimoctavo consecutivo— que cada fin de semana ponen a las fuerzas del orden bajo tensión. Y llega cerca de medio año después del último atentado de carácter yihadista, cuando el 11 de diciembre un hombre abrió fuego en el centro de Estrasburgo y mató a cinco personas. El 12 de mayo de 2018 del mismo año, un hombre apuñaló a otro en el barrio de la Ópera de París. Y el 23 de marzo del mismo año un terrorista mató a cuatro personas cerca de Carcasona, en el sur de Francia. El Estado Islámico reivindicó estos atentados. Nadie ha reivindicado por ahora la explosión de Lyon.

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Sobre la firma

Marc Bassets
Es corresponsal de EL PAÍS en París y antes lo fue en Washington. Se incorporó a este diario en 2014 después de haber trabajado para 'La Vanguardia' en Bruselas, Berlín, Nueva York y Washington. Es autor del libro 'Otoño americano' (editorial Elba, 2017).

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