Corea del Norte lanza proyectiles de corto alcance para desafiar a EE UU
Las pruebas fueron realizadas durante 20 minutos desde la ciudad oriental de Wonsan
Corea del Norte ha disparado varios proyectiles de corto alcance desde su costa este, según el Ejército surcoreano. Inicialmente, el comunicado de las fuerzas del Sur había indicado que se trataba de un lanzamiento de misiles, para corregir posteriormente esa declaración. La prueba norcoreana busca aumentar la presión sobre Estados Unidos después de que las negociaciones nucleares entre los dos países hayan entrado en punto muerto tras el fracaso de la cumbre que sus respectivos líderes mantuvieron en Hanói en febrero pasado.
El lanzamiento tuvo lugar en torno a las 09.00 hora local (2.00 en España) desde las cercanías de la ciudad de Wonsan, un área donde en el pasado este país ha llevado a cabo ejercicios militares y pruebas de artillería, según indicó en un comunicado la junta de jefes de Estado Mayor surcoreano. Los proyectiles cayeron al mar tras recorrer trayectorias entre los 70 y los 200 kilómetros en dirección este.
El cambio de “misiles” a “proyectiles” en la declaración de los militares surcoreanos sugiere que los disparos pueden haber partido de lanzaderas múltiples de cohetes, según la agencia de noticias surcoreana Yonhap. “Lo que el Norte ha disparado esta vez no es un misil balístico”, ha declarado un oficial militar surcoreano a este medio.
Corea del Norte probó un misil por última vez en noviembre de 2017, cuando el régimen de Kim Jong-un disparó un Hwasong-15 que, según aseguraba, podía alcanzar cualquier punto del territorio continental estadounidense. Poco después, declaró completo su programa de armamento nuclear y comenzó una fase de acercamiento a Seúl y Washington.
Como parte de esos gestos de buena voluntad, Kim Jong-un declaró una moratoria a sus pruebas de misiles de largo alcance. La moratoria, en cualquier caso, se mantiene: los lanzamientos de este sábado no entran esa categoría.
Fruto del acercamiento, a lo largo de 2018 se celebraron tres cumbres entre Kim Jong-un y el presidente surcoreano, Moon Jae-in. También se inició un proceso negociador entre Pyongyang y Washington sobre desarme nuclear en la península coreana, que culminó en la primera reunión de la historia entre líderes de ambos países. En junio del año pasado, Kim Jong-un y el presidente de EE UU, Donald Trump, se encontraron en un hotel de Singapur.
Pero aquel primer paso se cerró con una vaga declaración de intenciones, que cada parte ha interpretado a su gusto y más allá de la cual no se han registrado grandes progresos a casi un año de negociaciones. La cumbre de Hanói, la segunda entre Kim y Trump y de la que se esperaba que diera un impulso al proceso, concluyó abruptamente y sin acuerdo ante las drásticas diferencias en las posiciones de cada delegación: Pyongyang proponía desmantelar su centro nuclear de Yongbyon a cambio del levantamiento parcial de sanciones. Washington pedía que el Norte se deshiciera por completo de su programa nuclear para eliminar los castigos.
Desde entonces, y aunque los dos líderes acordaron mantener las puertas abiertas al diálogo, los contactos han sido limitados. Kim Jong-un ha comenzado a dar señales de impaciencia sobre lo que considera una postura inflexible de Estados Unidos.
En abril Pyongyang anunció que había completado con éxito una prueba de lo que llamó un sistema de armamento táctico. También reclamaba la sustitución del secretario de Estado, Mike Pompeo, al frente de las negociaciones en favor de alguien “más atento”.
La semana pasada, Kim Jong-un viajó a Vladivostok, en el este ruso, para su primera cumbre con Vladímir Putin, en una muestra del acercamiento entre estos dos países y con la que el líder norcoreano demostraba a Washington que hay más piezas con las que jugar en el tablero de las negociaciones nucleares.
El lanzamiento de este sábado ocurre apenas un día después de que la ministra de Exteriores surcoreana, Kang Kyung-wha, pidiera flexibilidad a Pyongyang y Washington para destrabar las negociaciones. La oficina presidencial surcoreana ha convocado una reunión de urgencia para analizar la acción del Norte.
El Ministerio de Exteriores en Seúl ha informado en un comunicado que Kang y Pompeo conversaron por teléfono sobre la prueba del Norte y han acordado "gestionar la situación con prudencia mientras concluyen los análisis detallados".
La capital surcoreana, que ha actuado de intermediaria entre Pyongyang y Washington a lo largo del proceso de negociaciones, empieza a dar muestras de exasperación con su vecino. El comunicado de Exteriores considera que el lanzamiento norcoreano "viola el espíritu del acuerdo militar entre las dos Coreas" que se firmó en septiembre. También insta al Norte a "poner fin a actos que avivan la tensión".
En un comunicado, la Casa Blanca se declaró “al tanto” del lanzamiento de misiles norcoreano. “Estamos enterados de las acciones de Corea del Norte esta noche”, indicó la portavoz presidencial estadounidense, Sarah Huckabee Sanders. “Seguiremos supervisando (la situación) según sea necesario”.
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