Un instrumento de cohesión europea
La UE ha dedicado 2018 al patrimonio cultural. Un legado que no solo mira al pasado, sino que es capaz de generar desarrollo social y económico
Finaliza 2018, el Año Europeo del Patrimonio Cultural. Desde que se conoció la decisión de la UE, en mayo de 2017, muchas organizaciones privadas y algunas públicas decidieron aprovechar la oportunidad para llamar la atención del público, investigar e innovar en el campo de la herencia cultural común, comparar y difundir ejemplos de buenas prácticas. Con 2018 como referente, algunas asociaciones, entre ellas Hispania Nostra como promotora, pusieron en marcha numerosas actividades.
El primer acto positivo fue la toma de conciencia por parte de las organizaciones sociales de que el trabajo disperso pierde eficacia y sin embargo el conjunto no suma sino que multiplica. Se acordó como tema común “La educación para el Patrimonio”, pues son necesarios nuevos acercamientos pedagógicos hacia el patrimonio y generar nuevos valores y nuevos marcos de referencia.
Un segundo tema de trabajo ha sido la revisión del sistema colaborativo público-privado, buscando una articulación normalizada del papel de la sociedad civil en las políticas públicas relacionadas con el patrimonio cultural y aceptando su participación como imprescindible. Con estas premisas, se han realizado multitud de actividades, algunas de ellas diseñadas para conmemorar este Año Europeo.
El Consejo de Europa reconoce la necesidad de colocar a las personas y los valores humanos en el centro del debate sobre el patrimonio cultural
Es el caso de Hispania Nostra, que, a sus actividades habituales ha añadido en 2018 algunos eventos muy especiales. El primero fue especialmente sonoro: “Lanzando las campanas al vuelo”. Junto con la Asociación de Campaners de Albaida (Valencia) el 21 de abril a mediodía sonó por todo el territorio español y algunos países europeos un gran concierto de campanas en lugares donde se ha conservado o recuperado el toque manual. Por un día en España y Europa se recordó una tradición que corre peligro de desaparecer.
Ese gran concierto fue una llamada de atención que culminó en octubre, con la declaración del toque manual de campanas como Manifestación Representativa del patrimonio cultural inmaterial. Como herencia de 2018 para el futuro, Hispania Nostra promoverá con la Asociación de Campaners y el Museo Mit Mac de Albaida, y cuantas organizaciones decidan adherirse, la declaración del Toque Manual de Campanas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Un segundo gran evento fue el encuentro de Berlin el 22 de junio promovido por Europa Nostra, de la que Hispania Nostra es representante en España. En él se aprobó un importante documento en el que se demanda un ”cambio de tono” respecto al Patrimonio Cultural en el que se superen las consideraciones económicas para colocarlo en el centro de las políticas y prioridades europeas.
El ejemplo de Lorca
En el campo de la educación celebramos en julio, junto con la Fundación S.M. y la de S. Millán de la Cogolla, un curso para que los profesores motivaran a sus alumnos en relación con laidentidad patrimonial.
Nuestro cuarto gran evento fue el Congreso Internacional sobre Catástrofes y Patrimonio Cultural: Lorca como paradigma, entre el 3 y el 5 de octubre en la localidad murciana. El terremoto del 11 de mayo de 2011 destruyó gran parte del patrimonio de la ciudad. La rápida actuación de la población y las instituciones y la planificación y coordinación de actuaciones y profesionales, permitieron que en siete años el patrimonio cultural haya sido recuperado en su práctica totalidad. Esta experiencia es ya un referente internacional que sirve de modelo sobre cómo actuar ante una situación de emergencia.
Cerramos el año logrando algo que Hispania Nostra venía solicitando desde hace años: la reciente ratificación por España de la Convención de Faro de 2005, documento en el que el Consejo de Europa reconoce la necesidad de colocar a las personas y los valores humanos en el centro de lo que consideramos patrimonio cultural, así como la aportación de este a los procesos de paz y desarrollo sostenible, reconociendo la necesidad de provocar sinergias entre los actores públicos, privados e institucionales.
¿Qué queda después de 2018? Se han puesto en marcha iniciativas conjuntas entre instituciones, organizaciones y Estados que harán de la cultura un instrumento de cohesión europea, fortalecerán las relaciones internacionales y generarán desarrollo social y económico. Aunque el camino para lograrlo continuará siendo largo, al menos por un tiempo le hemos prestado una atención especial.
Araceli Pereda es presidenta de Hispania Nostra, representante en España de Europa Nostra
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