Detenidos en Marruecos tres islamistas sospechosos de matar a dos escandinavas
El cuarto extremista involucrado en el crimen ya había sido capturado el martes
Las autoridades marroquíes han detenido a las 6:30 de este viernes a tres de los cuatro “extremistas” sospechosos de haber degollado a dos turistas escandinavas cuyos cadáveres fueron encontrados en las inmediaciones del monte Tubkal, a 70 kilómetros de Marrakech. El cuarto detenido fue apresado el martes, solo un día después de que se encontraran los cadáveres de la danesa Louisa Vesterager Jespersen, de 24 años, y la noruega Maren Ueland, de 28.
Los cuatro detenidos pertenecen al Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), según ha informado la fiscalía marroquí en un comunicado. Una página yihadista difundió un vídeo en el que aparecen los cuatro terroristas después de cometer el atentado, juran lealtad al fundador del ISIS, Abu Bakr al Bagdadi, y desafían a las autoridades marroquíes, en particular al rey Mohamed VI, según informó el sitio marroquí LeDesk.
En la noche del miércoles la policía ya tenía identificados a los tres sospechosos que faltaban por capturar. Difundió tres fotos de ellos y no tardó ni 12 horas en apresarlos. Los cuatro son originarios de Marrakech, según la orden de búsqueda emitida por la justicia el miércoles. Tienen entre 25 y 33 años y uno de los cuatro posee antecedentes relacionados con actos terroristas, según avanzó la agencia Afp.
La identidad de todos ellos fue revelada en varios medios locales, como Le360, antes de este mediodía. El primer sospechoso, arrestado el martes, se llama Abderraman Jayali, nació hace 33 años en Marrakech y trabajaba de fontanero. Entre los tres detenidos este jueves se encuentran los vendedores ambulantes Abdessamad Yude, de 25 años, y Rachid El Afati, de 33 años. Por último, Yunes Uaziyad tiene 27 años y es carpintero. Todos ellos vivían en Marrakech.
El padre de Uaziyad, que vive en el barrio popular de Marrakech, declaró al medio marroquí Le360: “El miércoles de la semana pasada me dijo que tenía que dejar la casa por razones de trabajo. Se fue ese día y aunque he estado enfermo no he sabido nada de él. Hasta que la policía ha llamado a mi puerta para interrogarnos. No comprendo qué ha pasado. Yunes es un chico limpio, que cree en Dios, todos los vecinos pueden certificarlo. No habría podido cometer ese crimen, a menos que le hayan lavado el cerebro”.
El martes comenzó a difundirse en Internet un vídeo espeluznante de un minuto y 16 segundos donde se ve cómo un terrorista degüella a una de las turistas, desde la nuca a la garganta, mientras otro de los criminales la sujeta con el pie en la cara. El vídeo, con la mujer parcialmente desnuda, no ha sido difundido por los medios de comunicación, pero circula a través de WhatsApp. Las autoridades marroquíes informaron durante los primeros dos días de que las víctimas presentaban "heridas de arma blanca en el cuello". En el citado vídeo, sin embargo, la cabeza de una de ellas yace en el suelo a medio metro del resto de su cuerpo. Las autoridades marroquíes aún no habían confirmado la autenticidad del vídeo en la tarde del jueves y la inteligencia danesa continuaba investigándolo.
Los gritos estremecedores de la víctima en la grabación contrastan con las imágenes de pura felicidad que las dos turistas habían publicado en sus páginas de Facebook. Ahí se les ve disfrutar del contacto con la nieve, de los deportes de agua y remo, de las caminatas en medio de la naturaleza. Ambas se preparaban para ser guías de turismo y pretendían pasar un mes en Marruecos.
El atentado de esta semana es el primero reconocido por las autoridades marroquíes desde que en 2011 muriesen 17 personas tras ser atacada una cafetería de la plaza Yemaa el Fna, de Marrakech. No obstante, en los últimos dos años en Marruecos se han registrado al menos seis ataques contra extranjeros que las autoridades han atribuido en su mayor parte a la acción de enajenados mentales.
Marruecos es consciente de que el turismo supone el 10% de su producto interior bruto y es la segunda fuente de empleo después de la agricultura. Por eso cuida especialmente los grandes centros turísticos. En 2015 puso en marcha la denominada operación Hadar (Vigilancia) contra el yihadismo. Desde entonces, las principales ciudades son recorridas por cientos de patrullas formadas por dos soldados y un policía.
Además de incrementar la seguridad en las calles, Marruecos trató de mejorar los servicios de información en la lucha contra el terrorismo. En 2015 puso en marcha la Oficina Central de Investigaciones Judiciales (BCIJ, por sus siglas en francés), conocida como el FBI marroquí. A este nuevo cuerpo fueron destinados cientos de policías jóvenes con buena formación.
La BCIJ, cuya sede central se encuentra en Salé, ciudad vecina de Rabat, ha desmantelado 57 células terroristas en sus cuatro años de existencia, según informó su director, Abdelhak Jiam, el pasado octubre. Jiam indicó a la agencia oficial MAP que 51 de esas células estaban en relación con el Estado Islámico. Añadió que en total fueron arrestadas 902 personas, entre ellas 14 mujeres y 29 menores.
El Estado Islámico fue fundado en 2014 y la Oficina Central de Investigaciones Judiciales en 2015. En apenas cuatro años, los agentes de este cuerpo han apresado a casi mil personas vinculadas con este grupo terrorista.
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