Italia detiene al supuesto sucesor del padrino Totò Riina
La Cúpula de la Cosa Nostra había vuelto a reunirse tras la muerte del capo de capos y había nombrado a un viejo jefe como relevo
La muerte en un hospital de Parma hace un año de Totò Riina, el último capo de capos de la Cosa Nostra, removió los cimientos de la organización. La Cúpula, el órgano central que había dejado de reunirse desde 1993 para organizar la estrategia de la mafia más famosa del mundo, volvió a hacerlo el pasado 29 de mayo. Cuando todos los informes policiales señalaban la extrema debilidad de la organización siciliana, los jefes de algunas de las familias de Palermo se reunieron de nuevo para nombrar al sucesor de Riina. El nuevo dirigente sería Settimo Mineo, un joyero relativamente conocido en Palermo con un viejo historial como padrino de la mafia siciliana. Su mandato, sin embargo, ha sido como una estrella fugaz. Esta madrugada ha sido detenido en una redada donde han caído 46 miembros de la Cosa Nostra.
Mineo era un viejo conocido de la magistratura. En 1984 había sido ya arrestado por el juez Giovanni Falcone, asesinado poco después por orden del propio Totò Riina. En aquella ocasión, en pleno interrogatorio, como mandaba el canon mafioso, le soltó al legendario magistrado: “No sé de qué me habla, caigo de las nubes”. El Tío Settimo, como indica el periodista Salvo Palazzolo en La Repubblica que le llamaban, “era un devoto de la Cosa Nostra”. En 1982 estuvo a punto de ser asesinado en el mismo tiroteo en el que murió su hermano Giuseppe. El otro, Antonino, había caído seis meses antes, delante de la joyería de la familia en el centro de Palermo.
Mineo figura en todos los capítulos relevantes de la historia de la mafia siciliana. También fue arrestado tras la declaración del primer arrepentido, Leonardo Vitale, al principio de los setenta. Después otros dos arrepentidos añadieron datos a las acusaciones que permitieron abrir a Falcone el famoso maxiproceso y fue condenado a 7 años de cárcel. Años más tarde, en 2006, fue arrestado de nuevo y sentenciado a 11 años de prisión.
La operación, bautizada como Cupola 2.0 y llevada a cabo por los carabinieri, suscita algunas dudas en otros cuerpos policiales y en los expertos en la materia. Según fuentes de la policía de Palermo, podría ser “un poco exagerado” considerar a Settimo, un tipo de 80 años, jefe del mandamento de Pagliarelli (los diferentes distritos en los que se organiza Cosa Nostra), y con una salud dudosa, elegido para reflotar una organización en estado de fragilidad. De hecho, la mafia siciliana ha quedado tremendamente ensombrecida en los últimos años por el descomunal crecimiento de la ‘Ndrangheta, su homóloga calabresa.
El periodista siciliano Attilio Bolzoni, uno de los mayores expertos en la Cosa Nostra del mundo, cree que hay que tomarlo con cautela. “La mafia en Italia hoy es otra cosa. Esta es una operación importante porque el hecho existe. Estos hombres se reunieron y les pillaron mientras elegían a Mineo como representante. Pero ahí no estaban todas las familias de Palermo… Y creo que esta ya no es una mafia que manda”.
En cualquier caso, la operación, conducida por un grupo elevado de magistrados, ha permitido desentrañar algunos detalles de la naturaleza del negocio actual. Las dos grandes fuentes de ingresos de la organización, señala la investigación, son ahora mismo las apuestas en Internet y el tráfico de drogas. Pero la infiltración en el tejido político sigue siendo elevada, según revelan las últimas investigaciones. De hecho, en la última campaña electoral fue seguida al detalle en esta investigación.
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