“Para atacar la pobreza debemos generar otro tipo de economía”
La ministra de Morena arrancará su mandato con un programa de siembra de árboles y becas
María Luisa Albores (Chiapas, 1976) se convertirá este sábado en secretaria de Bienestar (antes Desarrollo Social) del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Su perfil se distingue respecto a los anteriores ocupantes del ministerio encargado de luchar contra la pobreza en un país que es decimocuarta economía mundial , pero que tiene 53.3 millones de personas viviendo con carencias. 23 millones no pueden comprar una canasta básica.
Albores, nieta de una migrante salvadoreña y una indígena tzeltal, tiene estudios en economía social en Europa y una larga experiencia de trabajo comunitario en México. En 2001 comenzó a trabajar en la cooperativa Tosepan Titataniske (Unidos venceremos, en lengua náhuatl) con población nahua y totonaca. En 40 años el proyecto se ha expandido a 430 comunidades con más de 36.000 socios --el 64% mujeres-- que trabajan en proyectos de economía social, turismo, finanzas populares, construcción, salud y educación. En su primera experiencia en el Gobierno asegura que quiere hacer las cosas diferentes.
Pregunta. Usted es ingeniera agrónoma, ¿cómo saltó a la política?
Respuesta. Conocí a López Obrador en una gira que hizo a Cuetzalan (Puebla) en marzo de 2011 para presentar su libro Un proyecto alternativo de nación. Me tocó coordinar una mesa de trabajo donde se compartió el trabajo a nivel de campo de agricultura orgánica, educación, formación, con la miel melipona y le gustó. Ser parte de un proyecto desde la gente, con la gente y generando economía social y solidaria. Un modelo diferente que ha dado resultado en otros países.
P. Usted nace en Chiapas. El Estado es un ejemplo de fracaso de las políticas sociales en México. La pobreza allí ha bajado 0.9% en seis años.
R. Si vamos a atacar la pobreza debemos generar otro tipo de economía. Esta secretaría debe plantearse cosas nuevas. Siete de cada diez chiapanecos están en situación de pobreza. Tenemos más de 12 grupos originarios indígenas en Chiapas. Nueve de cada diez niños indígenas están en situación de pobreza. Es un Estado rico ambientalmente, en suelo y agua con potencial enorme. Debemos darle fuerza al sujeto social: el ejido y la comunidad.
La secretaría tendrá dos subsecretarías: la de Bienestar, que se queda con los programas sociales, y la subsecretaría productiva y de desarrollo territorial. Allí se llevará el programa Sembrando vida. El Estado donde más hectáreas vamos a trabajar es Chiapas. Iniciamos con 200.000 hectáreas, que generarán 80.000 empleos.
P. ¿En qué consiste?
R. Es un programa de trabajo donde la información se dará a ejidos y comunidades a través de asambleas. La gente va a trabajar de lunes a sábado en su terreno. Planteamos un programa de restauración productiva y reforestación. Nosotros planteamos un millón de hectáreas para 2019-2020. En un primer momento, las personas recibirán un apoyo de 5.000 pesos mensuales (246 dólares). 4.500 en efectivo y 500 pesos irán a una caja de ahorro que será manejada por la gente. Son tres momentos importantes. En corto plazo la milpa integrada con frutales. Hay que recordar que los campesinos del país consumen maíz, frijol, calabaza y lo que sale de la milpa, que se tiene en seis meses. Los frutales serían a mediano plazo, y a largo plazo los forestales y maderables, que serían entre 15 y 20 años.
Todos los programas inician en zonas indígenas como una forma de justicia social
P. ¿Se va a ‘cooperativizar’ México desde la secretaría? Hay un diagnóstico claro para el sureste, ¿pero en el norte del país se contempla el mismo modelo?
R. Es un modelo parecido. Comenzaremos en el sur-sureste y en el norte arrancamos en Durango en enero o febrero. Nos vamos a meter el próximo año en Chihuahua o Estados del norte. Lo planteamos en 19 Estados. Es un programa tan bonito que nos lo han pedido muchos. En el caso de Ciudad de México le va a aportar a las zonas del Ajusco, Xochimilco y Milpa Alta. Es un programa que gusta porque incluyes a la gente del campo que ha tenido tierra, pero no ha tenido financiamiento serio.
P. Usted quería analizar los 17 programas sociales. ¿Qué diagnóstico hizo? ¿Planea cambiarlos?
R. Planteamos convertir en ley el programa de apoyos a adultos mayores. Que se plantee como una pensión universal para todos los mexicanos que tengan 68 años o más y para todo el territorio indígena, por justicia social, a partir de los 65 años porque un indígena vive menos. El monto se va al doble. El actual es de 580 pesos, nosotros planteamos 1.264 pesos al mes (62 dólares). También planteamos un millón de becas para personas con discapacidad y en situación de pobreza.
P. ¿Cómo evitarán las prácticas corporativas con los programas sociales?
R. Queremos dar un mensaje claro. Nuestros tres principios son que debemos ser una secretaría que preserve la participación, la democracia y la inclusión. Al ser incluyente planteamos una contraloría social a los programas que se van a dar. Es una secretaría que se debe a la gente más pobre y más vulnerable. Debemos actuar de manera transparente y sin corrupción.
P. Se ha negado a prometer un porcentaje de reducción de pobreza. ¿Cuál es su objetivo?
México es un país inmensamente rico pero inmensamente desigual
R. Tenemos que reducir la pobreza extrema. Todos los programas inician en zonas indígenas como una forma de justicia social. Se ha rezagado a las comunidades indígenas de este país y debemos apoyarlas para que sean incluidas de forma digna y no solo a través de un programa social.
P. Los expertos en desarrollo dicen que los programas asistenciales no son suficientes, que se necesitan impuestos a las grandes fortunas y a las herencias. ¿Qué opina usted de esto?
R. Hacer política social le corresponde a varias secretarías: tiene que ver con educación, salud, vivienda, infraestructura y producción. ¿Cómo trabajamos de manera coordinada? Es un gran reto. Un programa social por sí solo, como Prospera, queda aislado y no arregla nada. Sí veo que habrá en este nuevo Gobierno mucha inversión social. Se habla de medicamentos gratuitos, Internet, 300 caminos rurales, créditos ganaderos…
P. Pero no se cambia el modelo. Cada Gobierno entrante modifica o no sus prioridades, pero el modelo es el mismo. No se está combatiendo de fondo la desigualdad. ¿Es viable el impuesto a las grandes fortunas en México?
R. No me corresponde dar la respuesta, pero creo que México es un país inmensamente rico pero inmensamente desigual. Tenemos una injusticia social tremenda. El 10% de un grupo acaudalado tiene la riqueza de este país. El 80% en el otro extremo. Sí tenemos que aminorar esa brecha. Eso le corresponde a la Secretaría de Bienestar. El impuesto no.
P. ¿Qué le pareció el consejo asesor de López Obrador, conformado por algunos de los hombres más ricos de México?
R. El mensaje es que tiene que trabajar con todos. Tienes empresarios y movimientos sociales, el país lo formamos todos.
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