Guerra a los mirones que filman accidentes y cuelgan las imágenes en las redes sociales
La policía holandesa está cansada de que sus agentes sean grabados por transeúntes anónimos mientras atienden a las víctimas de accidentes
El eslogan de la nueva campaña de la Cruz Roja holandesa va dirigido a todos los ciudadanos en posesión de un smartphone (el 93% de la población a partir de los 18 años, según un informe publicado en 2017 por la consultora Deloitte), y es una petición urgente. Dice así: “No filmes, ayuda”. Se refiere a las personas que contemplan un accidente, y en lugar de marcar el número de urgencias o de la policía, prefieren grabarlo para colgar luego las imágenes en las redes sociales.
La iniciativa coincide con la multa de 239 euros por cabeza recibida esta semana por 45 automovilistas que filmaron un choque en la autopista A58, al sur del país, mientras conducían. En lenguaje coloquial, se les llama algo así como “turistas de desgracias”, y tanto los agentes como la Cruz Roja se han propuesto cambiar dicho hábito.
Antes de anunciar su campaña, la Cruz Roja preguntó a 700 personas a través de Internet su opinión acerca de la gente que capta infortunios con su teléfono. Un 90% dijo que le parecía deplorable, pero la realidad contradice los resultados de la encuesta. “Pasa todos los días en cualquier sitio. Es como si no hubiera límites, y las fuerzas del orden no pueden hacer nada. Filmar en la vía pública no es delito”, señalan portavoces del Sindicato de Policía. De ahí que los 45 conductores hayan sido multados por no soltar el móvil mientras estaban al volante.
El pasado 31 de octubre, una escena recogida por la prensa nacional mostraba a un grupo de peatones mirando por la ventada de un restaurante en el centro de La Haya. En su interior, dos agentes intentaban reanimar a un comensal que se debatía en el suelo entre la vida y la muerte. Varias personas siguieron la escena con su teléfono, y la esposa del afectado —que se salvó— lamentó que “toda esta gente filme sin más mientras mi marido se muere”. Cuando todo hubo pasado, uno de los policías que estaba presente colgó en la cuenta de Facebook de su comisaría un mensaje que se hizo viral. “No tengo palabras. Al repasar la jornada entre todos los compañeros, coincidimos en que nos hubiera gustado preguntar a los mirones qué les parecería si otros captaran así a sus seres queridos. Gracias por leer este blog. Ojalá que hayamos conseguido convencer a alguien [de lo erróneo de esta conducta”.
En Alemania está prohibido filmar y fotografiar a las víctimas de un percance, y las multas pueden ascender a 1.000 euros. El ministerio holandés de Justicia prefiere no impedirlo, pero socialdemócratas, democristianos y el Partido para la Libertad, del líder antimusulmán, Geert Wilders (que suman 48 escaños en un Parlamento de 150) son partidarios de aplicar penas mayores. “Hay que acabar con la moda macabra de grabar y distribuir imágenes de esta índole en las redes sociales”, ha dicho Madeleine van Toorenburg, diputada de la democracia cristiana.
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