El huracán Michael se eleva a categoría 4 y avanza hacia Florida

De momento solo es un pronóstico, pero el huracán Michael podría convertirse en un evento “potencialmente catastrófico” para la zona del golfo de México perteneciente a Florida. Este martes por la mañana, Michael alcanzaba categoría 2, por la tarde subía un escalón y esta madrugada llegaba a categoría 4, de un máximo de 5. El fenómeno meteorológico ha alcanzado vientos máximos sostenidos de 210 kilómetros por hora y se desplaza a unos 19 kilómetros por hora hacia el noroeste del Estado. 

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Michael, que se espera que toque tierra este miércoles por la tarde, ha provocado declaraciones de emergencia en más de 100 condados desde Mobile (en la vecina Alabama) hasta el sur de Florida. A partir de ahí, se dirigirá a Georgia y las Carolinas (que todavía se recuperan del paso de Florence el mes pasado).

A su paso por el oeste de Cuba, el huracán ha dejado centenares de miles de personas afectadas por los cortes eléctricos, inundaciones en los hogares, vialidades obstruidas y daños en cultivos. En la provincia de Pinar del Río, en la parte occidental de la isla, el 87 % de la población se ha quedado sin servicio eléctrico. En esa zona se han evacuado a unas 300 personas. De acuerdo con los últimos informes oficiales se descartan heridos graves y muertos.  

Una de las principales preocupaciones del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, siglas en inglés) es que las cálidas aguas del golfo de México ayuden al huracán a fortalecerse y que el impacto de la subida del nivel del mar sea especialmente dañino en la zona del noroeste de Florida. Los meteorólogos advierten de la peligrosa marejada que podría aumentar el nivel del mar hasta 4 metros en la franja noroeste de Florida.

El gobernador del Estado, Rick Scott, ha calificado de “extremadamente peligrosa” a la tormenta y ha declarado el estado de emergencia en 26 condados, un trámite burocrático que le permite usar recursos extraordinarios y autorizar el posible despliegue de hasta 500 soldados de reserva. Además considera que podría tratarse de la "la tormenta más devastadora que haya afectado a Florida en décadas".

No importa la trayectoria, advierte el Centro Nacional de Huracanes, la marejada ciclónica amenaza la vida. “Se caerán árboles, muchas carreteras quedarán bloqueadas y no habrá electricidad ni agua durante varios días o semanas después del paso de la tormenta”. Michael ha sufrido un período de “intensificación rápida”, definido como un aumento de los vientos sostenidos y se espera que se vuelva a intensificar rápidamente en las próximas 24 horas.