Una ‘hora silenciosa’ para ayudar a las personas con autismo a hacer la compra
La cadena holandesa Albert Heijn reducirá el ruido y atenuará las luces los martes por la mañana
Los martes, entre las ocho y las nueve de la mañana, está a punto de estrenarse la hora silenciosa para personas con autismo, en una de las filiales del supermercado Albert Heijn (AH), en Sint-Michielsgeste, al sur de Holanda. La música ambiental bajará sus decibelios, las luces se atenuarán y los ruidos del rellenado de estantes o traslado de carros serán reducidos al mínimo. AH es la mayor cadena nacional del ramo, y la primera en instaurar un horario así. Espera facilitar la compra “a los clientes con un trastorno del espectro autista”. Que puedan pasear sin verse sobrepasados por un entorno bullicioso y en apariencia descontrolado. El personal no hablará en susurros y la tienda seguirá abierta a todo el mundo, pero el martes no hay carga y descarga de nuevos productos a primera hora, y se considera el día adecuado.
Según la Asociación Holandesa para el Autismo, hay en el país unas 190.000 personas (en un país de 17 millones de habitantes) “con un desorden autista”, y esperan que la iniciativa cuaje. A la sucursal de Sint-Michielsgestel acuden numerosos clientes con autismo dada la proximidad del Instituto Kentalis, especializado en tratar además problemas de comunicación asociados a la sordera o sordo-ceguera. “Era lógico empezar aquí con este programa piloto, y para aplicarlo hemos pedido ayuda a los expertos de Kentalis y a la propia Asociación.
A través de la página de Facebook de esta última han llegado muchos mensajes. No podía imaginar que hubiera tantos estímulos sensoriales capaces de aturdir a un cliente”, ha dicho Eva Mennes, asistente de dirección en el supermercado. Según ella, también han recibido notas de personas “con problemas de ansiedad, estrés o daños cerebrales de diverso grado, a los que les molestaba la luz fuerte, y el reflejo en forma de espejo que produce en los cristales de los congeladores”.
Mennes se inspiró en Tesco, la firma británica de supermercados, que hizo un ensayo similar en 2017. Un año después, Morrisons, la cuarta cadena más grande en Reino Unido, lo aplicó en todas sus tiendas. La hora silenciosa puede ayudar también a los padres con menores autistas, receptores a veces de miradas de reprobación cuando se agobian, porque se confunde con mala educación. El holandés Jasper Wagteveld, embajador de la Asociación para el Autismo, ha admitido que ir a las tiendas “es siempre un reto”. Especializado en ayudar a personas con autismo —él mismo lo tiene— la iniciativa local le parece “estupenda”, y espera que favorezca la investigación sobre el trastorno.
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