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La espectacular mudanza de una enorme casa centenaria a bordo de un camión

La mansión de madera, construida en 1860, fue salvada de la demolición y trasladada a una granja de una adinerada familia tejana. La singular operación obligó a cortar varias calles y una autopista

Traslado de la mansión de Collinwood House.Vídeo: Youtube

Las mudanzas son una pesadez, y cuando la que se muda es la casa, y no sus moradores, la cosa es casi peor. Billy Lemons, experto en llevar de un lado a otro estructuras históricas, lo sabe bien. Y era consciente de que su último encargo no iba a ser fácil. Lemons ha dirigido el delicado traslado de una mansión centenaria en la ciudad de Plano (Texas). La que está considerada la casa más antigua del lugar ha recorrido a bordo de un tráiler la distancia que la separaba de su nueva ubicación. El camión parecía de juguete bajo el peso de la enorme mansión de madera, que fue salvada en el último momento de acabar convertida en un montón de astillas. 

Collinwood House.
Collinwood House.Preservation Texas

El traslado fue un espectáculo, y ha quedado reflejado en varios vídeos en los que se puede ver cómo los encargados de la laboriosa gesta tienen que retirar alambradas, cortar calles y autopistas y avanzar a veces a paso de tortuga. En algunos trayectos, para lograr seguir adelante, el camión tuvo que ser remolcado por una pareja de tractores y una pala excavadora, mientras un nutrido equipo de expertos supervisaba cada palmo del terreno por el que debía pasar la comitiva.

Pero este ejemplar de arquitectura rural estadounidense no es una casa cualquiera. Es una reliquia. Collinwood House, que así se llama el caserón, fue construida en 1860. En 2009, la ciudad de Plano adquirió la vivienda con la intención crear un enorme parque en torno a ella, pero los técnicos aseguraron que el inmueble era un peligro por su mal estado de conservación.

Vídeo: Ciudad de El Plano

Desde 2015, la histórica morada estaba ya sentenciada. Fue entonces cuando el Ayuntamiento de la ciudad texana, de 260.000 habitantes, decidió, por cuatro votos a dos, tumbar la casa. Desde ese momento, se generó todo un movimiento que intentó salvarla de las garras de las excavadoras y las mazas. Pero solo había tres opciones: echarla abajo, repararla o endosársela a alguien. 

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El museo agrícola de la ciudad llegó a recaudar medio millón de dólares para remozarla, pero las obras nunca se llevaron a cabo, porque el presupuesto necesario era mucho más alto, concretamente 3,5 millones de dólares. Después se pensó en desmantelarla tablón a tablón, pero igualmente el presupuesto era altísimo: 250.000 dólares.

Sin saber muy bien cómo deshacerse de una propiedad que suponía un buen zarpazo para las arcas públicas, el Ayuntamiento pensó en ofrecer ese cuarto de millón de dólares a quien se hiciera cargo de la mansión de madera y así quitase de en medio el problema. El Consistorio solo recibió una oferta, la de Haggard Enterprises Ltd, una empresa comandada por los Haggard, una de las familias fundadoras de Plano y cuyos antepasados habían vivido en la casa durante más de dos décadas, tal como cuenta el periódico Dallas News.

El traslado, que incluyó el granero y el gallinero, estaba previsto en dos fases; la primera, más corta, la movería media milla (1,6 kilómetros); y una segunda fase, más delicada, con un trecho de casi 12 kilómetros (siete millas).

Allí, en la granja de los Haggard donde quedará instalada definitivamente, el caserón será restaurado para recobrar el esplendor que un día lució, cuando Plano era apenas un puñado de casas. La finca que deja atrás será un gran parque público; un respiro para la populosa ciudad texana.

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