El Gobierno británico acusa a Putin del envenenamiento del exespía ruso y su hija
El Ministro de Estado para la Seguridad, Ben Wallace, dice que el presidente ruso es "el último responsable" del intento de asesinato de Serguéi y Yulia Skripal
El Ministro de Estado para la Seguridad de Reino Unido, Ben Wallace, ha acusado este jueves al presidente ruso, Vladimir Putin, de ser el "último responsable" del ataque perpetrado con Novichok contra el exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia el pasado marzo. "En última instancia, por supuesto, él es responsable, él es el jefe de estado y su gobierno es el que controla, financia y dirige la inteligencia militar", ha afirmado Wallace en declaraciones a BBC Radio 4. "No creo que nadie pueda decir que Putin no controla el Estado", señaló Wallace, que observó que el presidente "está rodeado" de agentes de la inteligencia militar antiguos y actuales. El político conservador insistió en que el servicio secreto ruso no actúa por su cuenta, sino que "está dirigido y vinculado" a las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Defensa de ese país y, en consecuencia, "al Kremlin y la oficina del presidente".
Las autoridades de Reino Unido desvelaron ayer los nombres de los dos agentes de la inteligencia militar rusa a los que acusó directamente de los envenenamientos de Salisbury del pasado marzo. En una declaración medida ante el Parlamento, la primera ministra, Theresa May, confirmó la identificación de los responsables.
Los dos sospechosos, Alexander Petrov y Ruslan Boshirov (aunque el Gobierno británico cree que ambos nombres son falsos), regresaron sin problemas a Moscú después de intentar asesinar al agente doble ruso y a su hija. Utilizaron para este propósito una dosis de Novichok, un agente nervioso altamente letal desarrollado por la extinta Unión Soviética en los años ochenta, en el marco de un programa secreto denominado Foliant, según explicó la propia May. Lo introdujeron a Reino Unido en un frasco de perfume, que acabó accidentalmente en manos de dos vecinos de Salisbury, localidad a 130 kilómetros al suroeste de Londres. Los dos vecinos, Dawn Sturgess y Charlie Rowley, estuvieron en contacto con los restos del arma química. Sturges falleció el pasado 8 de julio y Rowley, marido de la víctima, sigue en estado grave.
La acusación a Putin llega horas después de que el ministro del Interior británico, Sajid Javid, pidiera a Moscú explicaciones sobre la intoxicación de los dos ciudadanos británicos intoxicados.
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