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Los niños rescatados en una cueva de Tailandia se convertirán en monjes budistas novicios

Los once menores cumplen la promesa de su familia y lo hacen para honrar al buzo fallecido

Once de los 12 niños rescatados y su entrenador cumplen una promesa en un templo budista.

Los 11 niños del equipo de fútbol Los Jabalíes Salvajes, rescatados el pasado 10 de julio tras pasar más de 15 días atrapados en la cueva Tham Luang (Tailandia), han dado este martes los primeros pasos para ser ordenados como novicios budistas en una ceremonia llena de tradición. Durante nueve días, los menores vivirán en un templo budista para cumplir con las promesas hechas por sus familiares si salían a salvo de la caverna inundada y en memoria de Saman Kunan, el buzo que murió al llevarle tanques de oxígeno. Uno de los chicos, Adul Sam-on, de 14 años, es cristiano y no será ordenado.

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"Los 11 niños serán ordenados como novatos, mientras que el entrenador Ekapol Chanthawong será ordenado como monje", dijo a través de Facebook un funcionario en la oficina de prensa provincial de Chiang Rai. Precisamente, los conocimientos de Chanthawong de la meditación budista ayudaron a los menores a controlarse durante los días que estuvieron desaparecidos. Antes de ser entrenador de fútbol, el joven de 25 años estuvo una década en un templo de esta religión, que es la principal en Tailandia al se practicada por más del 90% de la población.

Mientras un monje con túnica azafrán agradeció por su rescate, los niños vestidos de blanco impoluto juntaron las palmas de sus manos en una oración durante la ceremonia. Junto a su entrenador encendieron velas amarillas en el Wat Phra That Doi Wao, un templo en Mae Sai, un distrito de Chiang Rai, al norte del país. Las familias dejaron bandejas de dulces, frutas y bebidas azucaradas, envueltas en tela dorada brillante, como ofrendas frente a las estatuas de Buda.

La ceremonia principal se emitirá este miércoles. El martes, los niños y su entrenador se afeitaron la cabeza para cumplir con la tradición local, según los medios locales. En Tailandia es habitual que los hombres de las familias budistas sean ordenados como monjes para llevar bendiciones y honor a sus casas.

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