India lanza una inspección de los centros de la Madre Teresa por sospecha de tráfico de bebés
El Gobierno ordena los registros después de que una monja y una trabajadora social fueran detenidas por la venta de un menor
El Ministerio de la Mujer y el Desarrollo de la Infancia de India ha ordenado la investigación de todas las casas de acogida de niños gestionadas por las Misioneras de la Caridad, orden católica creada por la Madre Teresa de Calcuta en 1950, ante la sospecha de tráfico de bebés. Las dudas sobre las prácticas ilegales de la organización vienen precedidas del caso que salió a la luz a principios de este mes. Entonces, las autoridades del estado de Jharkhand, al este del país, cerraron uno de los refugios para mujeres solteras embarazadas y detuvieron a una de las monjas y a otra trabajadora social por vender un bebé en el hospicio administrado por la Orden en Ranchi, capital de aquel Estado.
“Tomando nota de los recientes casos de adopciones ilegales realizados por las Misioneras de la Caridad en Jharkhand, Maneka Gandhi [la ministra de la Mujer y la Infancia] ha instado a los Estados a inspeccionar inmediatamente todas las casas de acogida de niños gestionadas por las Misioneras”, explica la declaración del ministerio. Medios locales calculan que la orden gestiona hasta 30 orfanatos. Los responsables de la congregación religiosa han rehusado comentar la decisión del Ejecutivo, aunque ya se habían declarado sorprendidos por el caso destapado hace unas semanas. “Estamos completamente conmocionados por lo que ha ocurrido en nuestra casa de acogida de Ranchi […] Nunca debía haber sucedido. Está en contra de nuestras convicciones morales. Estamos estudiando detenidamente la cuestión”, se leía el comunicado de las religiosas.
La denuncia al hospicio de las Hermanas de la Caridad de Ranchi no solo llevó al arresto de las trabajadoras por la venta probada de un bebé a cambio de unos 1.500 euros, sino la investigación de otros tres casos de tráfico de menores en el centro.
Desde hace tres años, la congregación católica no está vinculada al nuevo sistema de adopción en India; que permite participar a personas solteras, divorciadas o separadas. Sin embargo, el activista por los derechos del menor en Ranchi, Baidnath Kumar, reveló a este diario que ya antes había denunciado el funcionamiento ilícito de la Orden e interpuesto más de 200 querellas por tráfico de niños en el Estado de Jharkhand.
30 millones de huérfanos
Según los datos de la Comisión Nacional por la Protección de los Derechos del Niño, existen más de 230.000 menores en refugios oficiales y no autorizados, pero algunas estimaciones contabilizan hasta 30 millones de niños huérfanos en India. A pesar de haber una lista de espera que supera los 12.000 solicitantes, solo 2.671 adopciones han tenido lugar desde 2016 y marzo del presente año debido a un proceso lento que requiere tediosos permisos judiciales que se pueden alargar hasta cuatro años. Como consecuencia, ha nacido un lucrativo mercado negro del que se desconoce su dimensión.
En febrero del año pasado, la policía de Bengala Occidental, Estado fronterizo con Jharkhand, cerró un centro de adopción acusado de haber vendido hasta 17 menores a parejas de Europa, Estados Unidos y Asia. Considerado por activistas como uno de los epicentros del tráfico de bebés en India, Bengala Occidental es también sede de las Hermanas de la Caridad en el país asiático; ya que su capital, Calcuta, dio nombre a la Madre Teresa, creadora de la Orden.
Pese a los indicios, líderes políticos del Estado y del vecino Jharkhand acusan a las autoridades de utiliza el caso de tráfico contra la congregación religiosa; chivo expiatorio, según ellos, de una cruzada anticristiana del partido gobernante, de ideología nacionalista hindú. En la misma línea, el obispo de Ranchi denunció públicamente que la confesión de una de las detenidas se obtuvo bajo presión y acusó a la policía de “tratar a toda la organización de la Madre Teresa como una banda criminal".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.