El Supremo italiano pide el embargo de 49 millones de euros a la Liga por una estafa
La sentencia, correspondiente a una operación de la etapa del fundador Umberto Bossi, compromete seriamente las finanzas de uno de los dos partidos que gobierna el país
Mientras el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, anunciaba el martes su intención de “embargarle todo a la mafia”, el Tribunal Supremo sentenciaba lo propio sobre el partido que preside. De este modo, y tras años de recursos, un juez ha decidido que se confisque patrimonio por valor de 49 millones euros “de donde sea posible” al partido que durante años se caracterizó por criticar la corrupción en la política italiana. Hasta hoy la formación había visto bloqueados un millón y medio de euros. Pero la cifra total que ahora pide el magistrado corresponde con el montante que el partido sustrajo durante la gestión del fundador Umberto Bossi y su tesorero Francesco Belsito. Una sentencia condenó al fundador del partido y a su tesorero a dos años y medio y cuatro años y diez meses respectivamente por estafa y daños al Estado con los reembolsos electorales.
El Supremo señala que la Guardia de Finanzas puede proceder a bloquear las cuentas de la Liga con un decreto de embargo, emitido ya el 4 de septiembre por el fiscal de Génova. Un misil financiero contra la formación, cuya primera reacción ha llegado procedente de su administrador, Giulio Centemero. “Estamos anonadados al conocer por las agencias las motivaciones de la sentencia por la que debería procederse al embargo de 49 millones de euros en reembolsos electorales. […] Llevaremos al tribunal de Génova en monedas de 10 céntimos todo lo que hemos recolectado como regalos de pensionistas, estudiantes y obreros durante el encuentro de Pontida. Quizá la eficacia de la acción de Gobierno de la Liga molesta a alguno, pero no nos pararán así”.
La sentencia complica el futuro financiero de la Liga, ya muy cuestionada en los medios italianos por la opacidad de su procedencia. A partir de ahora, el partido no podría ingresar ni un euro, ya sea en sus cuentas principales como en las de sus organizaciones territoriales sin que le sea embargado. Por eso la Liga lleva más de un año y medio creando organizaciones paralelas para recoger fondos. Como ese dinero no va a nombre al partido, el juez no podría tocarlo. Además, la Liga alegaba en su defensa que no poseía ya el dinero y que el embargo debía circunscribirse al momento de la sentencia en primera instancia. El juez, en cambio, dice que puede llegar en futuros ingresos y que debe obtenerse de "donde sea".
A principios de 2018, según publicaba este martes La Stampa, se abrió otra investigación contra la Liga por blanqueo de capitales. La hipótesis de los instructores es que el dinero obtenido con la estafa de los reembolsos de Bossi y Belsito no fueron totalmente gastado, sino que se protegieron con una serie de artificios para ocultarlos de la justicia. Las sospechas apuntan a una serie de operaciones en la Sparkasse de Bolzano: desde entonces hasta finales de 2016, apunta el rotativo turinés, 10 millones fueron invertidos en el fondo Pharus de Luxemburgo y tres fueron recuperados este año. La alerta llegó a la Oficina de Prevención de Blanqueo de Capitales de Italia.
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