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De jubilado a heredero millonario de Fangio

Rubén Fangio ha batallado 13 años para ser reconocido como hijo de la leyenda del automovilismo argentino y heredero de una fortuna estimada en 50 millones de dólares

Rubén Fangio, quien guarda un gran parecido físico con su padre, Juan Manuel Fangio.
Rubén Fangio, quien guarda un gran parecido físico con su padre, Juan Manuel Fangio.

A Rubén Vázquez le dijeron muchas veces que se parecía a Juan Manuel Fangio, el quíntuple campeón mundial de Fórmula 1. Los mismos ojos claros, la nariz, la sonrisa ladeada, las manchas en la coronilla. Incluso la voz, levemente disfónica. Hasta que una conversación cambió el rumbo de su vida. "Si se hace una prueba de ADN se llevará una sorpresa", predijo un médico al enterarse de que los dos eran de la misma localidad bonaerense, Balcarce, y que el piloto había sido padrino de Rubén. Era 2005 y había pasado una década desde que Fangio muriese soltero y sin hijos reconocidos. Rubén siguió el consejo del médico. Trece años después, la Justicia acaba de declararlo heredero universal de su padre, la mayor leyenda del automovilismo argentino. La fortuna se estima en unos 50 millones de dólares.

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"Estoy feliz, muy contento. Pasaron tantas cosas hasta aquí", cuenta entusiasmado Rubén a sus 76 años. Su apellido ya no es Vázquez sino Fangio. "No pensaba que iba a tardar tanto tiempo y que iba a haber tantos inconvenientes, pero todo llega", continúa este jubilado ferroviario durante una charla telefónica desde su casa, en Cañuelas. El primer paso fue conocer su verdadera identidad. "Quería averiguar si era cierto", recuerda sobre la duda que comenzó a carcomerlo a los 63 años. No fue fácil preguntarle a su madre, Catalina Basili, que rondaba los cien y ya había enviudado. Pero más difícil fue para ella revelarle un secreto que guardó durante décadas. "Pude lograr que mi madre me contara", asegura. Basili murió en 2012.

La confirmación llegó en 2016. La Justicia había ordenado exhumar los restos de Juan Manuel Fangio y tomar muestras de ADN. El análisis genético determinó que Rubén era hijo de Juan Manuel Fangio con el 99.9% de certeza. Y dio el mismo resultado para Oscar Espinosa, nacido de su relación con Andrea Beba Berruet. Rubén y Oscar, hermanos por parte de padre, incluyeron el apellido Fangio en sus DNI, e iniciaron un vínculo que aún mantienen.

Oscar supo desde niño que Juan Manuel Fangio era su padre y lo vio en múltiples ocasiones, aunque no logró que lo reconociera como hijo. Rubén no. La única vez en su vida que estuvo frente a frente con él creía que era sólo su padrino. Se acercó para pedirle una carta de recomendación que le abriese las puertas para trabajar en Mercedes - Benz y Fangio se la dio, pero nunca lo llamaron. Siempre le quedará la duda de si su gran parecido físico no le jugó en contra y su padre maniobró para evitar levantar sospechas.

Juan Manuel Fangio, cinco veces campeón del mundo de Fórmula 1.
Juan Manuel Fangio, cinco veces campeón del mundo de Fórmula 1.

Tras la prueba genética irrefutable, los dos hijos iniciaron una última batalla: lograr el control del legado del piloto. Rubén acaba de ganarla y dice que es cuestión de tiempo que la Justicia falle también a favor de Oscar. Administrarán juntos la herencia, que pasará de los sobrinos de Fangio a ellos. "Ahora los abogados que me representan van a reclamar los bienes que están en manos de otros a los que no les correspondían", dice Rubén. Los acusa de nunca haberse acercado a él y de haber obstaculizado su derecho legítimo a controlar el patrimonio de su padre, pero quiere pasar página. "Estoy tranquilo porque lo peor ya pasó. Las tensiones, los nervios, la rabia...", asegura.

Según Esteban Bagnato, uno de los abogados de Rubén Fangio, una primera auditoría arrojó que la herencia ascendía a unos 50 millones de dólares, pero no es una cifra definitiva. "Estamos en camino de una nueva. El universo patrimonial de Fangio es digno de una investigación muy profunda. Todo ello en los últimos años de vida de Juan Manuel fue diluido o pasado a sociedades que hoy en día se siguen explotando. A partir de esta declaración de heredero universal en forma irrevocable, vamos a cambiar el escenario", declaró al diario Clarín.

Los letrados calculan que la marca Fangio se explota en una veintena de sectores, entre ellos combustibles, automóviles, relojes, ropa masculina y vinos. Además, consideran que el inventario de sus bienes está incompleto y lo están revisando.

Rubén sabe que llevará aún cierto tiempo ordenar los números y tomar posesión de los bienes, pero lo deja en manos de sus abogados. Ayer, miércoles, la llamada de EL PAÍS lo sorprendió preparando las maletas para irse de viaje a Europa. Realizará un tour automovilístico por España, Inglaterra, Bélgica y Holanda de la mano de un amigo asturiano enamorado de los coches clásicos.

- ¿Siempre sintió que el automovilismo corría por sus venas?

- ¿Y quién no? Como todos, al subir al auto el que lo maneja siempre se cree un Fangio. Ahora resulta que sí lo soy.

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