Angola se apunta a la Commonwealth
La ex colonia portuguesa sigue los pasos de Mozambique

Angola, colonia portuguesa hasta 1975, ha decidido apuntarse a la Commonwealth, según ha anunciado el presidente del país, João Lourenço. “No estamos rodeados de países lusófonos, sino de francófonos y anglohablantes. No se extrañen por tanto que hayamos pedido la adhesión a la Francofonía y en los próximos días a la Commonwealth”.
El anuncio ha sido bien acogido por el ministro británico de Asuntos Exteriores, Boris Johnson, que le ha respondido por Twitter para abrirle los brazos y elogiar sus esfuerzos “para una reforma a largo plazo contra la corrupción y por la mejoría de los derechos humanos”.
La entrada en la Commonwealth (53 países) y en la Francofonía (63) no significa que Angola abandone la CPLP, la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa, formada por nueve naciones. También otra excolonia portuguesa, Mozambique, pertenece a la Commonwealth desde hace 20 años, y es junto a Angola, de los pocos estados miembros sin pasado anglosajón.
Angola y Mozambique, el primero en el océano Atlántico y el segundo en el Índico, fueron a finales del siglo XIX las cabezas de puente para que Portugal dominaran el centro de África de oeste a este. Grandes exploradores fueron enviados para allá con el fin de investigar las tierras de enmedio. Aquella ambición portuguesa la cortó ya entonces el Imperio británico, que a su vez quería dominar el continente de norte a sur, de Egipto a África del Sur. Dos siglos después, la Commonwealth, por simbólica que sean sus atribuciones, se hace con aquella vieja aspiración pues los países de enmedio, Zambia, Malawi y Tanzania también se integran en la organización del Imperio británico.
El presidente Lourenço, después de 38 años de la jefatura de Eduardo Dos Santos, está cambiando las viejas estructuras del poder de la familia todopoderosa y buscándose nuevos socios más allá de Portugal.
Angola necesita reducir su dependencia del petróleo, que supone el 90% de las exportaciones, y privatizar empresas y servicios hasta ahora en manos del Estado o de la familia Santos. La integración en organizaciones internacionales, que exigen a sus miembros respeto a los derechos humanos y libertad de expresión, le podrían dar a Lourenço -dio la primera conferencia de prensa de un presidente angoleño en 42 años- el respaldo internacional que necesita para atraer inversiones.
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