“Detectamos anomalías al analizar la opinión pública en Cataluña”
Entrevista con el fundador de Alto Data Analytics, compañía española que ha estudiado la influencia de medios y redes rusas en el debate político
Alejandro Romero (Málaga, 1973) fundó Alto Data Analytics en 2012, previo paso por grupos de tecnología de la comunicación como Viacom, Vodafone o Alcatel-Lucent. La compañía aplica el big data para el análisis de la opinión pública y elabora informes de inteligencia económica para el sector privado, aunque también ha realizado investigaciones del clima en redes sobre acontecimientos políticos como el referéndum ilegal de independencia de Cataluña o, más recientemente, las elecciones en Italia. Romero presentó las conclusiones en un foro organizado en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y en una conferencia en Harvard junto a Javier Lesaca, de la Universidad George Washington.
Pregunta. ¿Cómo surgió su investigación sobre Cataluña? ¿Qué buscaba?
Respuesta. Nos interesan mucho los debates de tipo económico, entender hasta qué punto la opinión pública debate sobre las implicaciones económicas de determinadas situaciones, en el caso de Cataluña, la independencia o el referéndum ilegal, y cuáles son los argumentos que se utilizan. Me sorprendió que no hubo debate económico, el debate fue muy polarizado, muy emocional, poco racional. Lo segundo que hallamos fueron ciertas anomalías dentro del análisis de la opinión pública. Medios [los rusos RT o Sputnik] con un volúmenes de difusión en redes sociales que llegaron a ser 1,7 veces El País o un volumen muy elevado de autores localizados en países como Venezuela y que difundían de forma masiva un solo tipo de contenidos, los que producía RT o Sputnik o la cadena venezolana Telesur.
P. ¿Quién les ha pagado para hacer ese estudio?
R. El estudio lo iniciamos nosotros porque creímos que podía haber interés para ofrecérselo a algún cliente, pero empezamos a encontrar temas que no tenían nada que ver. Un poco antes yo me había puesto en contacto con Javier Lesaca, de la Universidad George Washington, con quien hemos analizado fenómenos complejos como la radicalización de jóvenes europeos a través de las redes sociales por parte del ISIS. Ofrecimos a Javier un acceso al software para que investigara. A las dos o tres semanas volvimos a hablar y él había encontrado muchas similitudes con nuestro análisis. Nosotros publicamos dos o tres informes así al año sin función comercial, con la intención de publicar un documento académico, y decidimos que este sería uno de ellos.
P. ¿Qué clientes tienen y qué hace para ellos?
R. Un 20% de la actividad es para clientes de organizaciones multilaterales, entidades sin ánimo de lucro. Hemos tenido proyectos con el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, Naciones Unidas, la Fundación Gates… El 80% de la actividad son grandes corporaciones, muchas empresas del Íbex, como Telefónica, BBVA, Santander o Repsol. Y compañías estadounidenses, como la cervecera Anheuser-Busch InBev, la eléctrica Enel… Tenemos un software que adquiere información de la esfera pública, entendida de forma muy amplia, no solo redes sociales. Indexamos fuentes adicionales de información, por ejemplo, noticias y comentarios de los lectores, información del BOE, del Senado de EE UU, bases de datos de Wikipedia... Incluso Dark web, la web oculta, a ciertos sitios donde se filtra información para poder analizarlo. Damos un análisis de información en 53 idiomas a los clientes, por ejemplo, sobre cuáles son sus niveles de reputación en la esfera digital, detección temprana de la filtración de información o cuál es la penetración de sus campaña publicitarias, informes de inteligencia económica…
P. También ha mirado las posibles injerencias en Italia...
R. Nosotros no miramos de forma específica injerencias de Rusia o de ningún país, ni a medios como RT o Sputnik, nos los hemos encontrado en distintos análisis que hemos hecho. En el Brexit encontramos evidencias de que medios de alt right [la nueva derecha extrema en EE UU] como Breitbart o rusos como RT también habían jugado un papel importante en la polarización. Y lo encontramos porque buscábamos el debate económico. En el caso de Italia empezamos a investigar cuando vimos que la inmigración era un tema muy relevante. Hemos analizado de enero a julio de 2017 y nos hemos vuelto a encontrar un rol relevante de medios extranjeros, en especial RT y Sputnik, y eso muestra que es influyente en las posturas más polarizadoras, de aquellos que están más en contra de la inmigración, pero no nos hemos encontrado solo eso. También hemos visto toda una red de medios, muchas veces locales, con posturas muy polémicas. Uno de los medios de los de mayor difusión se dedica a difundir solo crímenes cometidos por inmigrantes.
P. En la conferencia de ayer [en Boston] le pidieron datos sobre la metodología y en la redes se quejan veces de que no dan acceso a los estudios completos.
R. Uno de los desafíos a los que nos enfrentamos cuando presentamos este tipo de estudios es el de explicar al público no especializado la complejidad de analizar billones de puntos de información a los que se aplican un conjunto de algoritmos que determinan los parámetros de influencia. Es complicado y entiendo que haya gente con interés que nos pidan información. En el caso de Italia, a la vez que Bloomberg se hizo eco del análisis, publicamos el análisis completo en nuestro blog. No tenemos recursos suficientes para atender a todos los individuos con interés de acceder a los datos pero lo que hemos publicado en el blog es bastante claro sobre el tipo de análisis, la metodología y los resultados.
P. Su análisis aborda el uso de bots (o cuenta automatizadas en redes sociales) para multiplicar la difusión de contenidos de RT o Sputnik. ¿No los detectan en otros medios?
R. Lo interesante del análisis es que del Top 100 de usuarios que más información difundían [sobre Cataluña], el 85% no tenía un patrón de comportamiento humanos. Las cuentas parecen humanas pero sabemos que no lo son porque no es normal que distribuyan simultáneamente el mismo mensaje de texto, con el mismo enlace y la misma imagen, o que más del 60% solo distribuyan contenidos de RT y Sputnik. Tantas cuentas haciendo eso a esa escala es algo que no habíamos visto.
P. O sea, que en realidad, no son tanto bots como profesionales que se dedican a mover contenido en redes
R. Es un modelo híbrido, intuimos que hay individuos que gestionan grandes grupos de cuentas, y para poder hacerlo seguramente utilizan tecnología.
P. ¿Y quién paga a esos individuos?
R. No lo puedo saber con nuestra tecnología. Es razonable pensar que, o bien son individuos que de forma profesional se dedican a esta actividad, o bien son activistas profundamente comprometidos con determinadas causas. Lo sorprendente también a esta segunda posibilidad es que los temas sobre los que hablan estas cuentas es muy variable, primero están hablando sobre Cataluña, luego sobre Siria o para acabar hablando sobre Filipinas, algo muy coincidente con la agenda de determinados países.
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