_
_
_
_
_

Los cuatro escenarios para desbloquear Italia

El pacto entre el PD y Movimiento 5 Estrellas es la opción más avanzada, pero el presidente de la República, Sergio Mattarella, baraja otras tres posibilidades para formar Gobierno

Daniel Verdú
El líder del Movimiento 5 estrellas, Luigi Di Maio.
El líder del Movimiento 5 estrellas, Luigi Di Maio. Antonio Masiello

Italia ha alumbrado un resultado electoral sin mayorías donde las fuerzas antiestablishment y eurescépticas -Movimiento 5 Estrellas (M5S)- suman la mitad de los votos. Pero ambos se ven fuertes por separado y la posibilidad de que formen gobierno es remota. El país donde la crisis política siempre fue una obra de teatro con final feliz observa, por primera vez, como los tres principales bloques políticos -centroderecha, centroizquierda y M5S- dan muestras de una alarmante falta de capacidad para ponerse de acuerdo. Los tiempos cambian también en Italia.

La figura del presidente de la República, Sergio Mattarella, saldrá ahora de su habitual silencio institucional y dirigirá una complicadísima operación para lograr formar algún tipo de Gobierno. Movimeinto 5 Estrellas , el partido más votado (32,7% en la cámara de Diputados) figura en todas las combinaciones. Pero en caso de que fallen los cuatro escenarios posibles, Italia volvería al voto en periodo corto de tiempo y se mantendría a flote con el Ejecutivo en funciones de Paolo Geniloni. Estas son las posibilidades que ahora mismo maneja Mattarella.

PACTO A LA ESPAÑOLA. La opción preferida del Movimiento 5 Estrellas y de Sergio Mattarella –y eso molesta mucho a Matteo Renzi- es la de un pacto a la española con el PD. El partido de centroizquierda, en plena guerra civil y con un Renzi dimitido ma non troppo –se queda hasta que se forme Gobierno para asegurarse del mando de la negociación-, tiene un botín de 112 diputados que darían la mayoría a los grillinos. Pero el todavía líder del PD, herido en el orgullo, juró el lunes que no daría ni un solo apoyo a M5S. "Nada de consultas, me voy a esquiar", desafío.

Di Maio está dispuesto a negociar y cuenta con el visto bueno del Quirinale. También de la patronal de empresarios (Confindustria), que esta mañana ha dicho que el "Movimiento 5 Estrellas no da miedo y lo importante es formar Gobierno".  Primero puede ofrecer la presidencia de las cámaras, que podría ir a parar al PD si se aviene a hablar, al menos, de su abstención. Pero la idea de un Gobierno conjunto no se puede descartar. El plan había comenzado a negociarse a espaldas de Renzi el lunes por la mañana -el ministro de Cultura Dario Franceschini habría mantenido contacos con M5S, según La Repubblica-, por eso el toscano dio un golpe sobre la mesa y dijo que sería por encima de su cadáver. El problema es que su aspecto es excatamente ese.

PRESIDENCIA A LA ITALIANA. Las posibilidades del Centroderecha (260 diputados) para llegar a los 316  diputados necesarios en la cámara de diputados pasarían básicamente por pescar en otros caladeros. Es decir, convencer a 56 diputados de otros partidos que atisben una vida mejor bajo el paraguas de una coalición de gobierno que a la intemperie de una formación perdedora. No sería la primera vez. Pero siempre se trató de un botín menor que debía negociar un experto jugador de cartas como Silvio Berlusconi. Pero ahora, como diría Giulio Andreotti, el rey de estos manejos, manca finezza.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

La esperanza de Matteo Salvini es la propia naturaleza política italiana. Para entender la fragilidad del sentimiento de pertenencia a un partido o a una promesa electoral, sólo hay que echar un vistazo a la composición de las Cámaras a comienzo de legislatura (2013) y en 2018. El transfuguismo —transformismo, como lo llaman quitándole solemnidad en Italia— es una costumbre tan arraigada que ni siquiera está mal vista. Desde el inicio de legislatura, como señala un estudio de Open Polis, ha habido 566 cambios de grupo por parte de 347 parlamentarios, el 35,53% de los elegidos. En el Parlamento ha habido 313 movimientos, con 207 diputados implicados (el 32,86%). En el Senado, los cambios han alcanzado los 253, con 140 senadores que han cambiado de chaqueta (el 43,75%).

PACTO ANTIEUROPEO. Italia se acostó siendo uno de los países fundadores de la Unión Europea y se levantó convertida en el único cuyos partidos antiestablishment y euroescépticos suman mayoría . Uno de cada dos italianos votó por estas opciones. De modo que el Movimiento 5 Estrellas y La Liga superan con creces los 316 diputados necesarios de la cámara de Diputados y los 161 del Senado. Ambos comparten una naturaleza surgida del descontento, de la crisis de las instituciones y de la tensión social surgida de fenómenos como la crisis migratoria. Pero es casi imposible.

Matteo Salvini aportaría un botín considerablemente más pequeño al engendro y debería aceptar ser la cola del león. Ahora mismo, en cambio, es el líder de la coalición con más apoyos y su visibilidad y fuerza negociadora se vería muy mermada. En caso de que esta fuera la única opción, el líder de la Liga forzaría para repetir las elecciones y lograr subir todavía más fagocitando por completo a su socio de coalición, Forza Italia.

PACTO DE ESTADO. Si nada de lo anterior es posible, el presidente de la República, Sergio Mattarella llamará al orden a los partidos y propondrá un Governo di scopo. Es decir, un Ejecutivo con una misión concreta que pasaría por la aprobación de unos presupuestos, aportar estabilidad institucional al país, reformar la ley electoral y convocar unas nuevas elecciones.

El artefacto de transición estaría formado por el Movimiento 5 Estrellas (que siempre estaría en todas las opciones), el centroizquierda y las opciones más moderadas de la derecha. Un bofetón clarísimo a la Liga que, pese a liderar la coalición de centroderecha, tiene menos votos y diputados que el PD de Matteo Renzi.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona en 1980. Aprendió el oficio en la sección de Local de Madrid de El País. Pasó por las áreas de Cultura y Reportajes, desde donde fue también enviado a diversos atentados islamistas en Francia o a Fukushima. Hoy es corresponsal en Roma y el Vaticano. Cada lunes firma una columna sobre los ritos del 'calcio'.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_