El Partido Democrático encara una difícil travesía política
Tras cinco años como líder del Gobierno, el partido de Renzi pierde apoyos y se presenta como posible tercera fuerza, tras la coalición de centroderecha y el Movimiento 5 Estrellas
Decía Matteo Renzi el pasado jueves al periodista Bruno Vespa, en Rai 1, que con los extremistas “nunca” pactaría. Que el Partido Democrático (PD) debía ganar, pero que si no, estaba preparado para ir a la “oposición”. Un golpe bajo a cualquier estrategia de campaña a tres días de las elecciones: hablar de oposición no es de ganadores. La caída a fuego lento del ex primer ministro desde su derrota en el referéndum constitucional de 2016 tuvo en las elecciones de este domingo su último gran hito. Los sondeos a pie de urna difundidos por la Rai otorgaban a la formación de centroizquierda hasta el 23% de los votos, un porcentaje que el escrutinio ha ido rebajando durante la noche hasta el 19% (en torno al 23% con la suma de apoyos de formaciones aliadas).
Con ello, el PD de Renzi, de 43 años, ha sufrido una nueva derrota tras la de las pasadas municipales. No solo porque este partido lleva en el Gobierno desde hace cinco años, sino además porque le adelantan por la derecha la coalición de Silvio Berlusconi, que se acerca al 37%, y por la izquierda, sobre todo, el Movimiento 5 Estrellas (M5E), con en torno al 32% de apoyos, muchos arrebatados al centroizquierda en el sur del país. "Si este es el resultado, para nosotros es una derrota y pasaremos a la oposición", ha dicho en la Rai Ettore Rosato, diputado de PD.
El fenómeno Renzi, que sin duda existió, al lograr un 40% en las europeas de mayo de 2014, ha envejecido a pasos agigantados. Parece que fue hace un siglo cuando accedió a la jefatura de Gobierno y fue en febrero de 2014. Italia no levantaba el vuelo y el entonces primer ministro Enrico Letta dejó paso a Renzi. Se le recordaba como un triunfador en su Florencia natal, a los mandos de la ciudad y la provincia. Pero Pier Luigi Bersani ya le había dado un primer aviso al derrotarle en las primarias de 2012. Bersani, por cierto, ganó en las elecciones de 2013 con un 25% de votos, un porcentaje notablemente superior –en un escenario político tremendamente atomizado por el concurso de muchos partidos- al que los primeros sondeos dan a Renzi.
Otra de las cosas que Renzi ha reiterado en los platós en esta última semana es que entiende que la gente no haya olido mucho las propuestas de cada formación, pero que la lucha estaba entre los que quieren quedarse en Europa —el PD y sus aliados, como el partido +Europa de Emma Bonino— y los que no, apuntando a la Liga, en coalición con Berlusconi, y M5E. Sin embargo, entre los extremos, el PD no se ha quedado en medio sino detrás. Hay otro detalle que marcó su débil campaña: ante las dudas sobre su posible candidatura a la jefatura de Gobierno, Renzi ha llegado a sugerir que hay otros que podrían hacerlo bien, como el actual primer ministro, Paolo Gentiloni, o el ministro de Interior, Marco Minniti.
Si bien el programa no ha sido protagonista de esta campaña, la economía sí ha estado sobre la mesa. Renzi sacó pecho con los datos del ISTAT (Instituto Nacional Italiano de Estadísticas). “Desde 2014”, escribió en su perfil de Facebook, “el PIB creció un 4%, el consumo aumentó un 5,4%, la exportación, un 17% (…)”. Pero lo que preocupa a los electores es el empleo y ahí es donde Renzi tampoco ha cosechado afinidades. Su reforma laboral no solo no ha reducido ese 11% de paro sino que ha sido criticada por los sindicatos, que le han acusado de rebajar la protección a los trabajadores, y por las propias filas del PD, agujereado por sucesivas escisiones.
De estas salió finalmente el propio Bersani para entrar en Liberi e Uguali, nuevo partido formado por el exjuez Pietro Grasso y que según los primeros sondeos difundidos por Rai obtendría entre el 3 y 5% de las papeletas, un porcentaje que a mitad del escrutinio se situaba en el 3,5%.
Especial | Elecciones en Italia
Toda la información sobre los comicios de este domingo en Italia: los candidatos, los grandes escenarios, las últimas noticias de las votaciones y otros contenidos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.