El Jedek, la lengua “desconocida” que solo hablan 280 personas
Ha sido identificada al norte de la península de Malasia por un grupo de lingüistas de la Universidad sueca de Lund. El idioma es una variedad Aslian de la familia de lenguas austroasiáticas
Cada vez más, el mundo globalizado tiende a unir a regiones enteras a través de un mismo idioma forzando al ostracismo, o a la simple extinción, a otros muchos minoritarios. Una adversidad que han sabido sortear a lo largo del tiempo los 280 habitantes de una tribu al norte de la Península de Malasia, cercana a la frontera con Tailandia. La lengua de este grupo humano ha sido bautizada con el nombre de Jedek por parte de un equipo de lingüistas de la Universidad sueca de Lund. “El Jedek no es un idioma hablado por una tribu desconocida en la jungla, sino de un pueblo previamente estudiado por antropólogos”, afirman. El lenguaje se trata de una variedad Aslian englobada en la familia de lenguas austroasiáticas y fue descubierto durante un proyecto de investigación denominado Tongues of the Semang (Lenguas del Semang).
La comunidad estimula deliberadamente a los más pequeños a no competir y los investigadores no encontraron leyes ni tribunales establecidos
Los Semang son un pueblo de cazadores-recolectores nómadas que habitan los bosques húmedos tropicales de la península malaya. Los investigadores dieron con el Jedek mientras visitaban varias aldeas recopilando datos lingüísticos de diferentes grupos que hablan lenguas aslianas. “La documentación de lenguas minoritarias en peligro es importante, ya que proporciona nuevos conocimientos sobre la cultura humana”, explica en un comunicado Joanne Yager, estudiante de doctorado en la universidad sueca.
El hallazgo de esta lengua fue posible mientras los investigadores profundizaban en el estudio del Jahai, idioma con presencia en la misma área. En el proceso, percibieron que una gran parte de la aldea se comunicaba con un idioma diferente al usar otros fonemas y estructuras gramaticales. “Algunas de estas palabras sugerían un vínculo con otras lenguas aslianas que se hablaban en sitios alejados, en otras partes de la península malaya", indica Yager.
Los investigadores, que han publicado un audio donde se escucha charlar a varios integrantes de esta comunidad, apuntan a una mayor igualdad de género entre sus individuos que en las sociedades occidentales. Su forma de vida, como cazadores-recolectores, también se traslada al lenguaje donde no existen verbos indígenas que indiquen propiedad: como pedir prestado, robar, comprar o vender, aunque sí poseen un vocabulario abundante para describir el intercambio y la colaboración. La comunidad estimula deliberadamente a los más pequeños a no competir y los investigadores no encontraron leyes ni tribunales establecidos.
“Tenemos mucho que aprender, no sobre nosotros mismos, sino de las riquezas lingüísticas y culturales en gran medida indocumentadas y en peligro de extinción que existen", afirma Niclas Burenhult, quien junto a Yage pasó largos períodos de tiempo trabajando con hablantes de idiomas Aslian. No solo en esta parte del mundo hay peligro de que las lenguas indígenas acaben muriendo. En México, por ejemplo, más de siete millones de personas conversan en alguna de las 364 variantes de una lengua indígena, sin embargo, al menos 179 de estas variaciones se encuentran en riesgo de desaparecer, según datos del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas.
En la actualidad, se contabilizan hasta 6.000 idiomas distintos en el planeta, pero el 80% habla uno de los principales, mientras que el resto se comunica en uno de los 3.600 lenguas más pequeñas registradas. Según Yage y su equipo, la mitad de las lenguas del mundo se extinguirán dentro de 100 años.
Síguenos en Twitter y en Flipboard
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.