La última confusión tuitera de Trump provoca otro choque con Reino Unido
El presidente confunde una manifestación en Londres que pedía mayor inversión en Sanidad con una protesta contra el modelo sanitario
En su relato de lo que sucede en el mundo, Donald Trump tiene la capacidad de convertir una manifestación en Londres para defender la medicina pública británica en una supuesta protesta contra un sistema sanitario que, según el presidente, no funciona y está en bancarrota. Un sistema que, además, la oposición demócrata pretende emular en Estados Unidos. El tuit que Trump publicó el pasado lunes criticando el sistema sanitario británico (NHS, por sus siglas en inglés) y tergiversando el sentido de la marcha londinense, ha provocado una airada reacción desde el otro lado del Atlántico que la primera ministra, Theresa May, se ha visto obligada a encabezar. Gran parte de los ciudadanos británicos se muestra contraria a los planes de recibir al inquilino de la Casa Blanca con honores de Estado, y este parece empeñado en darles la razón.
"Los demócratas nos presionan para conseguir una medicina universal, mientras miles de personas protestan en Reino Unido porque su sistema está quebrado y no funciona. Los demócratas quieren una enorme subida de impuestos para conseguir una atención médica realmente mala e impersonal. ¡No, gracias!", tuiteó Trump dos días después de que una multitud recorriera las calles de la capital británica precisamente en contra de ese tipo de discurso. Lo que en realidad reclamaban los abanderados del NHS en la manifestación del sábado era “más personal, más camas y más financiación” por parte del Estado, porque “salvar vidas cuesta dinero, y ahorrar dinero cuesta vidas”.
El tuit del presidente ha tenido una inmediata respuesta a la contra desde todo el espectro político británico. Se daba por descontada la reacción del líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, proclamando hasta su “amor” por el NHS y aprovechando para recordar los tijeretazos que los sucesivos gobiernos conservadores han venido aplicando a la medicina pública. Pero ha sorprendido la contundencia con la que el ministro de Sanidad, el tory Jeremy Hunt, respondía a Trump declarando su orgullo por un sistema que cubre las necesidades de todos los británicos “independientemente del volumen de su cuenta bancaria”. Sus palabras cuentan con el pleno respaldo de la jefa de Gobierno, tal y como subrayaba un comunicado difundido por Downing Street.
La nueva polémica transatlántica ha caído como una losa en los reiterados esfuerzos de May para reforzar su relación con el nuevo poder en Washington. La primera ministra se reunió con Trump poco después de su toma de posesión, en enero del año pasado, y le invitó a una visita oficial a Reino Unido. Las protestas que suscitó tal invitación en las islas británicas disuadieron entonces al presidente de aceptarla. Un nuevo intento de que Trump viajara en Londres con motivo de la inauguración de la nueva embajada estadounidense acabó también frustrado. Hasta el alcalde de la capital británica, el laborista Sadiq Khan, se felicitó públicamente por ello.
The Democrats are pushing for Universal HealthCare while thousands of people are marching in the UK because their U system is going broke and not working. Dems want to greatly raise taxes for really bad and non-personal medical care. No thanks!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) February 5, 2018
Así estaba la relación entre Londres y Washington cuando Trump decidió tuitear contra el NHS, tan reverenciado en las islas que su historia y logros fueron objeto central de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Londres, en 2012. El sistema, sin embargo, atraviesa una crisis aguda a causa de los recortes de los últimos años. El Gobierno de May esgrime los 2.800 millones de libras (unos 3.100 millones de euros) que el último presupuesto ha incluido como inyección al sistema, pero sus críticos acusan a los conservadores de aplicar meras tiritas a una sanidad pública abandonada a su suerte.
Donald Trump ha puesto el dedo en la llaga. Su último tuit dedicado a Reino Unido manipula los hechos en torno al NHS, del mismo modo que los partidarios del Brexit sostuvieron falsamente durante la campaña del referéndum que la salida de Europa liberaría una partida extraordinaria de 350 millones de libras (casi 400 millones de euros) para la sanidad pública británica. Una vez desengarzados de la UE, eso no ocurrirá.
Síguenos en Twitter y en Flipboard
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
