Adiós a la verdadera ‘Rosie, la remachadora’, icono de la mujer obrera
Naomi Parker Fraley, que inspiró el famoso cartel de la Segunda Guerra Mundial, fallece a los 96 años
Una mujer vestida con mono azul, tocada con un pañuelo rojo de lunares blancos, remangándose para mostrar músculo. Rosie la Remachadora (Rosie the Riveter) se ha convertido en un icono global, asociado a la mujer trabajadora y el feminismo, aunque nació en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial como una ilustración para animar a las mujeres a cubrir en las fábricas a los hombres que habían marchado al frente. La verdadera Rosie, quien inspiró el cartel, se llamaba Naomi Parker Fraley y falleció el pasado sábado a los 96 años en en el Estado de Washington, según The New York Times.
Otras mujeres se habían atribuido antes la identidad de la famosa obrera, pero seis años de investigación del académico James J. Kimble sirvieron para descubrir a Naomi, una camarera de California. Tercera de ocho hijos de un matrimonio de Tulsa (Oklahoma), nació en 1921. A los 20 años, tras el ataque a Pearl Harbour, se fue a trabajar a la estación Naval Aérea de Alameda junto a su hermana Ada, de 18.
Kimble dijo en una entrevista al Times que la búsqueda de la verdadera Rosie comenzó en 2010 y se acabó convirtiendo en una obsesión. Durante el proceso acabó descartando a la que hasta entonces se había convertido en la Rosie más plausible, la ya difunta Geraldine Hoff Doyle, que en 1942 había trabajado en una planta de prensar de metal.
El póster con el lema -“¡Podemos hacerlo!”-, obra del artista J. Howard Miller, había caído en el olvido tras la guerra, pero resurgió como un icono feminista en los 80. Con él, también se recuperó la foto de una mujer con un pañuelo rojo y lunares blancos en un torno de una fábrica que se consideró la inspiración de aquella campaña. Geraldine Doyle vio por aquel entonces la fotografía y creyó reconocerse en en ella. Hasta su obituario, de 2010, la despedía como la trabajadora icono de la Segunda Guerra Mundial.
El académico cree que la mujer lo dijo de buena fe, pero no entendía que nadie lo cuestionara y se puso a investigar hasta confirmar quién era aquella obrera. Y era Naomi Fraley, quien, por su parte, también se había reconocido a sí misma en la fotografía de la fábrica, en una exposición en 2011.
Kimble removió cielo y tierra para conseguir alguna copia de esa instantánea y por fin encontró la de un comerciante de antigüedades. Ponía la fecha -24 de marzo de 1942- y un breve texto que resolvería el entuerto: “La bella Naomi Parker parece que puede pillarse la nariz en el torno que está utilizando”. Luego fue en su busca. Vivía en California con su hermana Ada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.