Muere a los 90 años Thomas Monson, el presidente de la iglesia mormona
Considerado un profeta por 16 millones de seguidores, se opuso a la ordenación de mujeres y al matrimonio gay
Thomas Monson, presidente durante casi una década de la Iglesia mormona, con cerca de 16 millones de fieles, falleció el pasado martes a los 90 años en Salt Lake City (Utah), la capital de esta religión cristiana. Monson, obispo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días desde los 22 años, era considerado un profeta que recibía revelaciones divinas por sus correligionarios en todo el mundo, pero generó más titulares por su oposición a la ordenación de mujeres y el matrimonio gay.
Donald Trump transmitió el miércoles sus condolencias a la familia del líder religioso y dijo sentirse "profundamente triste" por su muerte
Monson murió en su casa, rodeado de su familia, indicó su portavoz, Eric Hawkins. El anuncio de la muerte fue comunicado por la iglesia mormona haciendo uso de su nombre oficial. Durante más de medio siglo, Monson perteneció a la jefatura de la institución. Con 36 años fue elegido para el Quórum de los Doce Apóstoles, el segundo mecanismo de Gobierno más importante de los mormones después de la primera Presidencia, formada por el presidente y otros dos líderes. En febrero de 2008 se convirtió en el decimosexto líder de la iglesia mormona, tras la muerte del anterior, Gordon Hinckley.
Descrito como afable y accesible por quienes le conocían, Monson presidió la Iglesia durante un periodo de especial atención mediática a la fe, sobre todo a raíz de la candidatura presidencial de Mitt Romney en 2012, quien de haber sido elegido se habría convertido en el primer presidente mormón de Estados Unidos.
También tuvo repercusión pública la incomodidad de los mormones ante la legalización del matrimonio gay en 2015, el mismo año en el que la Iglesia declaró que quienes mantuvieran una relación homosexual eran apóstatas, y la reticencia de muchos seguidores de la fe en Utah a votar a Donald Trump como presidente en las elecciones de 2016.
Los fieles de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días, fundada en 1830 en el norte de Nueva York, creen en Jesucristo, pero se rigen además de por la Biblia, por un tercer testamento, el Libro del Mormón, y se distinguen por un profundo conservadurismo social. A través de una devota práctica de la fe, sus fieles aspiran a llegar al tercer cielo, el que supera a los reservados para malhechores y para todos los no mormones, y en el que cada uno de ellos se convertirá en dios y creará billones de espíritus que llegarán a la Tierra como nuevos profetas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, transmitió el miércoles sus condolencias a la familia del líder religioso y dijo sentirse "profundamente triste" por su muerte. Monson "tenía un mensaje de optimismo, perdón y fe", escribió Trump en un comunicado.
Tras la muerte de Monson, las reglas de la Iglesia dictaminan que le suceda el líder del Quórum de los Doce Apóstoles, que actualmente es el excirujano de 93 años Russell Nelson.
Síguenos en Twitter y en Flipboard
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.