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Los republicanos proponen fuertes rebajas fiscales para las empresas y la clase media

El plan de Trump, presentado este jueves, mantendrá el impuesto del 39,6% a los más ricos

Mitch McConnell, el líder republicano en el Senado, junto a otros republicanos en el Capitolio.
Mitch McConnell, el líder republicano en el Senado, junto a otros republicanos en el Capitolio. MARK WILSON (AFP)

Los republicanos han abierto este jueves otra batalla política en el seno del Capitolio. Tras fracasar en su intento de aprobar la reforma sanitaria, los congresistas conservadores presentaron hoy su propuesta fiscal, una de las más ambiciosas de las últimas décadas, que implicará grandes reducciones para las empresas y la clase media, pero mantendrá el impuesto actual, del 39,6%, para los más ricos. Pese a que el presidente Donald Trump ha pedido a su partido, que controla ambas cámaras legislativas, que autorice rápidamente la reforma, los debates internos todavía amenazan el que sería su mayor triunfo político desde que llegó a la Casa Blanca.

Trump, que lleva semanas generando suspense y alardeando de que será la mayor reducción de impuestos en la historia, aplaudió en un comunicado las líneas generales de la reforma y aseguró que su gobierno "trabajará sin cesar para honrar su promesa de prosperidad para la clase trabajadora".

"Este plan servirá de alivio para la mitad de nuestro país, que vive con la precariedad de sus sueldos mes a mes. Es una reforma para la clase media y es un momento especial y emocionante para nuestros ciudadanos y nuestro país", afirmó Paul Ryan, el líder de los republicanos en el Congreso, al introducir la propuesta rodeado de familias. El presidente del comité encargado de redactar la ley, Kevin Brady, aseguró que servirá para "mejorar la economía y crear trabajo al reducir las cargas fiscales a empleadores".

La reforma, una de las grandes bazas del presidente Trump, incluye recortes agresivos para las grandes corporaciones al rebajar el impuesto de sociedades del 35% al 20%. También simplifica el sistema fiscal al reducir de siete a cuatro los tramos fiscales (12%, 25%, 35% y 39.6%). E incluye un aumento de la deducción fiscal a familias con niños de 1.000 a 1.600 dólares. Asimismo la reformar duplica la cifra máxima de exención de impuestos de 12.000 a 24.000 dólares para parejas.

Los republicanos han enfatizado que el alivio fiscal permitirá las empresas estadounidenses competir en el extranjero. "Las corporaciones fuera tienen unos impuestos mucho más bajos, nosotros estamos poniendo tanta presión a las nuestras que estamos penalizando sus posibilidades de competir. Será un sistema fiscal más justo para todos", afirmó Ryan en una entrevista con el canal CNN. “Necesitamos más crecimiento económico, más empleo, mejores sueldos y, con esto, podremos alcanzar nuestro potencial económico”, defendió.

Otras medidas, sin embargo, tendrán efectos potencialmente negativos para millones de estadounidenses. El plan propone limitar la deducción por los intereses de las hipotecas a las que sean de un valor máximo de 500.000 dólares. Actualmente esta rebaja beneficia a todos aquellos con hipotecas de hasta un millón de dólares.

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Anticipando la oposición demócrata y el intenso debate entre republicanos, Carlos Curbelo, representante republicano por Florida aseguró que el texto no es el producto final. “Es simplemente el inicio de este ejercicio sobre la reforma de nuestro sistema fiscal”, dijo. Pese a la mayoría del Partido Republicano en ambas cámaras legislativas, las discordias entre los más radicales y los moderados ha imposibilitado la reforma sanitaria para reemplazar el programa Obamacare, que los republicanos han criticado ferozmente durante años.

A los pocos minutos de la publicación de la reforma fiscal saltó el primer opositor. El representante de Nueva York, Lee Zeldin, comunicó en Twitter que no apoyará la versión actual del plan. “Tenemos todavía trabajo por delante para acertar con esto”, dijo.

Pese a los cabos sueltos, la urgencia es máxima entre los conservadores por anotarse una gran victoria tras meses de fricción. Y viene directamente impuesta por Trump, que en numerosas ocasiones ha exigido a Ryan y Mitch McConnell, del Senado que se apresuren con la aprobación del plan para firmar la ley antes de navidad.

Un alivio para los planes de pensiones

Tras mucha especulación, los republicanos no reducirán las contribuciones que pueden hacer los estadounidenses a los planes de pensiones 401K que ofrecen una gran mayoría de empresas a sus trabajadores. El máximo está ahora fijado en los 18.000 dólares. Los conservadores pretendían reducir este límite hasta que el presidente Trump decretó que no le gustaba la idea. "NO habrá cambio a sus 401(K). Siempre ha sido un gran programa para la clase media así que se quedará igual", afirmó en un tuit la semana pasada. La rebaja del programa, que permite a millones de estadounidenses ahorrar desde una temprana edad, era una de las decisiones más polémicas del plan.

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