_
_
_
_

Libia pide a Italia barcos militares para frenar a los traficantes en sus costas

Gentiloni se muestra a favor de una medida que deberá aprobar primero el Parlamento italiano y el Ministerio de Defensa

Daniel Verdú
Paolo Gentiloni (derecha) estrecha la mano del primer ministro libio, Fayez al-Sarraj.
Paolo Gentiloni (derecha) estrecha la mano del primer ministro libio, Fayez al-Sarraj.ANDREAS SOLARO (AFP)

En una semana crucial para la crisis migratoria que vive Europa y tras la reunión que mantuvo el martes con el primer ministro francés, Emmanuel Macron, el presidente libio, Fayez al Serraj, se ha reunido con Paolo Gentiloni en Roma para buscar salidas al problema. Tras el naufragio que costó ayer la vida a otras 13 personas y los tira y afloja que Italia mantiene con las ONG para imponer un código de conducta, la puesta en escena era la del compromiso común en la lucha contra los traficantes de seres humanos. Y para ello, Libia ha pedido a Italia que mande embarcaciones militares a sus costas para ayudarle con esa tarea. Algo que Italia ve con muy buenos ojos.

Gentiloni ha asegurado que Serraj ha pedido por carta al Gobierno italiano “un apoyo técnico con unidades navales en la lucha común contra el tráfico de seres humanos en aguas libias”. El primer ministro italiano ha respondido que la propuesta está siendo estudiada por el ministerio de Defensa y que la decisión final deberán tomarla las autoridades de Libia y el Parlamento italiano. “Pero si respondemos positivamente, como creo necesario, puede representar una novedad muy relevante para la lucha contra el tráfico”, ha señalado el premier italiano. La tercera fase de la operación Sophia, aunque consensuada de forma internacional, ya prevé una iniciativa parecida.

Más información
El código de conducta para los rescates marítimos no convence a las ONG
Italia impone nuevas reglas para las ONG de rescate en el Mediterráneo
La crisis migratoria se agrava y desborda a Italia

Serraj, por su parte, ha expresado también su satisfacción por la reunión mantenida el martes con Emmanuel Macron en la que, entre otras cosas, se llegó al compromiso de un alto el fuego y de convocar eleciones. “Debemos esperar que lo que pasó ayer sea solo el resultado de lo que se ha buscado durante meses para tener una solución. Hemos trabajado con países amigos para encontrar un camino hacia el futuro. Esperemos que nos podamos coordinar con la ONU y otras organizaciones regionales para las elecciones del futuro”, ha señalado.

En cualquier caso, Italia empieza a respirar esta semana con las nuevas posibilidades que se han abierto para aliviar la presión migratoria que sufre (este año se espera que lleguen a sus costas unos 220.000 migrantes). Ayer, Paolo Gentiloni recibió una carta del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en la que aseguró que la UE está dispuesta a “movilizar hasta 100 millones de euros para medidas necesarias” y en particular “acelerar el proceso de asilo y repatriación y asistir a comunidades y autoridades locales que acogen a los migrantes”.

Además, Juncker también se comprometió a lograr un acuerdo con el Gobierno de Bangladesh para acelerar las readmisiones de inmigrantes irregulares presentes en Italia (es la segunda comunidad en número de llegadas, 12% del total). El tema se debate en la reunión de embajadores y se basará en condicionar toda la política europea respecto a Bangladesh (esencialmente las ventajas comerciales y la concesión de visados para viajar a Europa) al control que muestren sus autoridades sobre la migración.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_