Israel reabre tras un ataque la mezquita de Al Aqsa pero con más controles a los fieles
Centenares de musulmanes critican la instalación de detectores de metales
Israel permitió este domingo poco después del mediodía el acceso a la Explanada de las Mezquitas, cerrada desde el pasado viernes después de que tres árabes israelíes, que salieron armados del complejo, matasen a dos policías que custodiaban una de las entradas al lugar. Los tres fueron abatidos en la huida, en un tiroteo que bañó de sangre el tercer lugar más sagrado para los musulmanes. La Explanada fue cerrada por orden de las autoridades israelíes y el tradicional rezo del viernes en la mezquita de Al Aqsa no pudo celebrarse, lo que desató las protestas del Waqf, la autoridad jordana que custodia el lugar.
Especialistas de la empresa de seguridad G4S instalaron este domingo bajo la supervisión de las fuerzas de seguridad israelíes cinco arcos de seguridad en la entrada a la Explanada de las Mezquitas aledaña a la Puerta de los Leones, una de las más utilizadas para acceder al complejo desde el este de Jerusalén.
La medida, que el Gobierno israelí prevé implantar gradualmente en todos los accesos, desató la ira de varios de los imanes palestinos que esperaban la reapertura del recinto. Los líderes religiosos, entre los que se encontraba el imán de la mezquita, el jeque Omar Al Kiswani, hicieron un llamamiento a los fieles para que rechacen someterse a los nuevos chequeos israelíes. “No tienen derecho a instalar eso en la puerta de Haram Al Sharif [nombre del recinto en árabe]. Es un intento israelí de dominar un lugar que no les pertenece. No entraremos hasta que nos lo devuelvan como estaba”, gritaba Al Kiswani.
Centenares de fieles musulmanes secundaron su protesta y prefirieron permanecer en el exterior donde, por tercer día, el imán dirigió la plegaria de mediodía. Se marchó jaleado por una multitud de jóvenes palestinos que gritaba: “¡Con nuestra alma, con nuestra sangre, por Al Aqsa!”. Algunos de ellos protagonizaron enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes. Según datos facilitados por la policía no hubo detenciones y a lo largo del domingo unos 600 fieles accedieron al complejo tras la apertura de dos de las nueve puertas al recinto.
Cambio en el ‘statu quo’
Durante los altercados que precedieron a la Segunda Intifada (2000 a 2005), Israel ya utilizó detectores de metales para controlar la Explanada, pero tuvo que retirarlos ante las protestas en la calle y por parte del Gobierno jordano.
Según informó la agencia de noticias palestina Wafa, el ministro de Asuntos Religiosos palestino, Yusuf Dais, denunció desde Ramala la instalación de los nuevos detectores y más cámaras de vigilancia por parte de Israel en el exterior del complejo. Además, acusó al Gobierno de Benjamín Netanyahu de “violar la legislación internacional” e impedir la libertad de culto. “No vamos a permitir que el Gobierno de la ocupación socave el lugar”, dijo.
Fuentes del Ejecutivo palestino aseguran que su líder, Mahmud Abbas, “no permitirá ningún cambio en el statu quo que lleve a la pérdida de control musulmán sobre la Explanada de las Mezquitas”.
A pesar de que el primer ministro israelí dijo en varias ocasiones que no pretende cambiar el statu quo, varios de los miembros de su Gobierno, como la viceministra de Exteriores, Tzipi Hotovely, se han mostrado abiertamente partidarios de hacerlo. Quieren facilitar el rezo de los judíos en lo que ellos llaman el Monte del Templo. Algo que de momento tienen prohibido.
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