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La saga del mayor traficante de America del Sur termina en una ciudad llamada Sonrisa

Luiz Carlos da Rocha, conocido como Cabeza blanca, era el principal proveedor de drogas de las bandas criminales de Brasil

Imagen de Luiz Carlos da Rocha publicada en Twitter por la policía brasileña tras su detención.
Imagen de Luiz Carlos da Rocha publicada en Twitter por la policía brasileña tras su detención.

Ya no tenía canas y la cirugía plástica había rejuvenecido su rostro. Pero el megatraficante Luiz Carlos da Rocha, cuya melena plateada le valió el apodo de Cabeza blanca, seguía siendo el "barón del tráfico" más buscado de Brasil cuando fue detenido la mañana de este sábado gracias a la Operación Spectrum de la Policía Federal. Cabeza blanca es lo que los policías brasileños denominan "matuto", un empresario del crimen, un gran proveedor de drogas para las dos principales organizaciones criminales de Brasil: el Comando Vermelho (CV) y el Primeiro Comando da Capital (PCC).

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La caza a Cabeza blanca terminó en Sorriso, en el estado de Mato Grosso, justo cuando regresó a una casa de alto standing donde solía pasar algunos días. Fue sorprendido por varios policías federales de paisano que estaban esperándolo desde hacía más de dos semanas, los cuales se incautaron de una pistola. También había varios efectivos en alerta en una casa de tres plantas en Osasco, en la región metropolitana de São Paulo, donde los policías informaron de que se incautaron de más de dos millones de dólares en efectivo, guardados en maletas, y también de un arma en el cuarto del traficante.

El narcotraficante, responsable de una operación compleja de compra y reventa de drogas, importaba cocaína directamente de productores de Perú, Colombia y Bolivia, según las investigaciones. Traía la droga en pequeños aviones y las almacenaba en varias fincas en Mato Grosso. Desde allí, escondían los estupefacientes en camiones y los enviaban a São Paulo, donde llegaban a las bandas brasileñas o se vendían a organizaciones criminales de otros países. Esta red de negocios hizo que en la actualidad se le considerara el mayor traficante de América del Sur.

"Es el mayor traficante de América del Sur. Trabajaba en la oscuridad. Tanto es así que el nombre que se le dio a la operación (Spectrum) se debe al hecho de que vive en la sombra, siempre oculto. Calculamos que su patrimonio es de 100 millones de dólares", afirmó a EL PAÍS el comisario de la Policía Federal de Londrina encargado de las investigaciones, Elvis Secco.

Cabeza blanca llevaba 32 años fugitivo. Ya está condenado a cerca de 50 años de prisión en tres procesos, pero nunca ha pasado un día entre rejas. Como negociaba tranquilamente con diferentes bandas, nunca estuvo en el frente de las guerras del narcotráfico. Se escapó hasta ahora de la disputa entre el Comando Vermelho y el Primeiro Comando da Capital, que se desencadenó en octubre del año pasado. "No se le considera violento. Es un embajador del tráfico. La guerra entre las bandas estalló y él seguía inmune precisamente por las buenas relaciones diplomáticas que mantenía con todas las bandas nacionales e internacionales", explicó el comisario.

El traficante también era sumamente cuidadoso. Su apariencia era distinta de la de las fotos que salían en los carteles de "se busca" de la Policía y utilizaba documentos falsos con la identidad de Vitor Luiz de Moraes, según la Policía. El siguiente paso de la investigación es confiscar el patrimonio de la banda del Cabeza blanca.

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