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Los europeos tendrán que pedir un documento especial para vivir en Reino Unido

May dice que ningún comunitario que ya viva en suelo británico deberá irse por el Brexit

Pablo Guimón
Theresa May en el Parlamento Británico, este lunes.
Theresa May en el Parlamento Británico, este lunes.AFP

Los mas de tres millones de ciudadanos de otros países de la UE residentes en Reino Unido tendrán que solicitar un carnet que acredite su “estatus de asentado”, una nueva categoría migratoria que creará el ministerio del Interior, si quieren seguir en el país después del Brexit manteniendo buena parte de los derechos de los que disfrutan ahora. Esa condición sustituirá a la actual figura de residencia permanente y garantizará a los titulares el derecho a continuar residiendo indefinidamente en Reino Unido, siempre que no abandonen el país durante dos años.

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"Ha habido mucha ansiedad sobre lo que les va a suceder a los europeos cuando dejemos la Unión. Hoy quiero aplacar esa ansiedad", ha asegurado Theresa May, en una sesión parlamentaria que acompañaba a la publicación del documento de 15 páginas en el que se recoge su propuesta. "No habrá rupturas familiares", ha dicho la primera ministra, y ha añadido que los comunitarios con permiso de residencia "podrán traer a miembros de su familia en los mismos términos que los ciudadanos británicos".

Los trámites para obtener el estatus de "asentado" serán mucho más sencillos que el proceso para solicitar la residencia permanente en la actualidad, cuya complejidad había sido denunciada reiteradamente por las autoridades europeas. Los ciudadanos que ya hayan solicitado la residencia permanente, se calcula que unos 150.000, deberán solicitar de nuevo el estatus especial.

El estatus de asentado permitirá a quienes lo ostenten residir legalmente en el país, “llevar a cabo cualquier actividad legal, acceder a los fondos públicos y solicitar la ciudadanía británica”. Tendrán también acceso a la seguridad social y a las prestaciones sociales “bajo las misma bases que los ciudadanos británicos”.

Otros derechos no reciben un reconocimiento unilateral y quedan a expensas de la negociación. Es el caso de la asistencia sanitaria. “Durante las negociaciones, Reino Unido buscará proteger los arreglos en materia de sanidad actualmente establecidos en la regulación europea y en la ley británica para los nacionales británicos y ciudadanos de la UE que disfrutan de esos arreglos antes de la fecha especificada”, dice el documento.

Los ciudadanos europeos perderían su derecho a votar en las elecciones locales en Reino Unido. Y, también, el amparo del Tribunal de Justicia Europeo. El documento rechaza expresamente la jurisdicción de dicha corte en materia de garantía de derechos de esos ciudadanos con estatus de establecido, algo que, como ha reconocido la propia Theresa May en su comparecencia en el Parlamento, supondrá uno de los principales puntos de fricción con los Veintisiete.

El detalle de la propuesta, que había sido avanzada a los líderes europeos en la cumbre de la semana pasada, no ha tenido un recibimiento excesivamente positivo por parte del equipo negociador de los Veintisiete. "El objetivo de la UE es el mismo nivel de protección que bajo la ley europea. Son necesarias más ambición, claridad y garantias que las de la propuesta británica de hoy", ha tuiteado el jefe negociador de la UE, Michel Barnier.

Podrán acceder al estatus especial, según detalla el documento de May, todos los ciudadanos de los Estados miembros de la UE que residan en Reino Unido antes de una fecha de corte que se concretará en el curso de la negociación con la UE. Pero esta será entre el 29 de marzo de este año, cuando se activó el artículo 50, y el momento en que Reino Unido abandone la UE, que, según el citado precepto, deberá ser en la misma fecha de 2019.

Para acceder al estatus de asentado será necesario demostrar que se ha residido en el país durante cinco año ininterrumpidos. Pero se eliminan requisitos que existen en la legislación vigente, como la necesidad de haber contratado un seguro de enfermedad privado en el caso de que no se pueda demostrar que se ha trabajado ininterrumpidamente durante los cinco años. Tampoco tendrán los solicitantes que aportar documentos que demuestren su historial laboral.

Aquellos ciudadanos que hayan llegado al país antes de la fecha de corte, pero aún no hayan cumplido los cinco años de residencia continuada en el momento de la salida de la UE, deberán solicitar la residencia temporal para poder seguir viviendo en Reino Unido. Cuando hayan cumplido los cinco años, podrán solicitar el estatus de asentado.

Todo indica que el Gobierno estará dispuesto a que la fecha de corte sea el momento en que se abandone la UE, pero teme que decirlo así pueda provocar un efecto llamada: ciudadanos europeos que decidan venir a Reino Unido antes de marzo de 2019, para poder acogerse al estatus especial. Algo que no parecen sugerir los datos empíricos, que indican que en los últimos meses el número de ciudadanos europeos que vienen a Reino Unido ha bajado. Aquellos ciudadanos europeos que lleguen al país después del día que se establezca como fecha de corte estarán sometidos al nuevo sistema migratorio que establezca Reino Unido después del Brexit.

Se establece, por último, un "periodo de gracia" de dos años, una vez abandonada la UE, para que los ciudadanos europeos puedan solicitar el nuevo estatus especial. De manera indirecta, por tanto, se abre la puerta a una continuación parcial de la libertad de circulación de personas durante dos años a partir del momento del Brexit.

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Sobre la firma

Pablo Guimón
Es el redactor jefe de la sección de Sociedad. Ha sido corresponsal en Washington y en Londres, plazas en las que cubrió los últimos años de la presidencia de Trump, así como el referéndum y la sacudida del Brexit. Antes estuvo al frente de la sección de Madrid, de El País Semanal, y fue jefe de sección de Cultura y del suplemento Tentaciones.

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